“Ochenta días”, la vuelta al mundo en…

 

«En 1889 Julio Verne se había convertido en el representante más famoso de un género literario que terminaría llamándose ciencia ficción, pero que a finales del siglo XIX solía denominarse novela científica

 

Ochenta días, de Matthew Goodman.
Ochenta días, de Matthew Goodman.

Actualidad editorial:

Ochenta días (Editorial Aguilar, 2014), último trabajo del escritor norteamericano Matthew Goodman, podría calificarse como un más que interesante libro de aventuras. No en vano aborda la historia real de Nellie Bly y Elizabeth Bisland, dos periodistas de Nueva York, quienes partiendo de esta ciudad el 14 de noviembre de 1889, aunque en direcciones opuestas, competirán por dar la vuelta al mundo y superar la marca de Phileas Fogg, el famoso personaje de Julio Verne. Ochenta días es el relato de una carrera contra el tiempo, contra la soledad y contra uno mismo en la que ambas mujeres eran conscientes de que la más mínima demora podía ser la diferencia entre la victoria y la derrota. Lo dicho, una gran aventura.

 

La joven y testaruda Nelly Bly que trabajaba en el periódico The World de Joseph Pulitzer, dejó la ciudad de Nueva York a bordo de un barco de vapor. Mientras que también ese día aunque en tren y en dirección opuesta, salía Elizabeth Bisland, otra joven periodista de The Cosmopolitan con la misma intención, emular la hazaña de Phileas Fogg. La delirante carrera apasionó al país y cambiaría la vida de estas dos mujeres para siempre. Las dos protagonistas eran un puro contraste: Bly era una luchadora sagaz, una ambiciosa periodista de Pensilvania que buscaba noticias de lo más sensacionalistas para poner al descubierto la injusticia social. Por otro lado, Bisland, educada y elegante, había nacido en una familia aristocrática del sur, prefería la novela y la poesía a los periódicos y era conocida por su intensa belleza. Ambas, sin embargo, tenían algo en común: talento y un hueco en un mundo eminentemente masculino.

 

La situación de la mujer a finales del XIX en el caso de EEUU quedaba relegada en la mayoría de los casos a cumplir el papel de esposa y madre, y eran vetadas en determinados empleos por el único hecho de ser mujer. Por aquel tiempo se consideraba de mal gusto que las mujeres firmaran con su verdadero nombre en los periódicos; en ese sentido, de los más de doce mil estadounidenses que figuraban como periodistas en el censo nacional de 1880, solo 288 eran mujeres , poco más del dos por ciento. La prensa precisamente, que sustentaba buena parte de sus ventas diarias en una impactante portada, fue la que alentó ese viaje enfrentado entre las dos mujeres periodistas. La rivalidad entre Pulitzer, editor de The World, y Walker, editor del Cosmopolitan, hizo el resto.

 

Bly cruzó el Atlántico hasta Inglaterra, pasó por Europa cruzando el Mediterráneo, continuó en dirección sur atravesando el canal de Suez hasta el mar de Arabia por la costa noroeste de África, después se dirigió hacia el este pasando Ceilán, Hong Kong y Japón, cruzó el océano Pacífico hasta San Francisco y terminó atravesando la mitad norte de EEUU hasta regresar a Nueva York. Mientras, Bisland partió en tren para después atravesar Chicago y Omaha hasta llegar a San Francisco; entonces tomó un barco que atravesó el Pacífico para recalar en Japón; una vez allí, continuó por Hong Kong hasta llegar a Ceilán, desde donde puso rumbo a Brindisi, Italia. De esa forma atravesó el continente europeo hasta hacer puerto en Irlanda, penúltima parada antes de llegar de nuevo a la urbe neoyorquina.

 

«Nellie Bly y Elizabeth Bisland no solo se embarcaban en una carrera alrededor del mundo; también iban a viajar por el corazón mismo de la era victoriana

 

Ochenta días.  Matthew Goodman.  Editorial Aguilar, 2014.  584 páginas.  17,00 €

 

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