De coleccionista a coleccionista: El Museo Lázaro Galdiano descubre la Colección Jozami al continente
Por Lara Marchante.
Calle Serrano, n. 122.
Hasta el 12 de mayo.
La Fundación Lázaro Galdiano nos permite acercarnos a parte de la Colección Jozami en su última exposición temporal “Entre tiempos…”. Una muestra inédita hasta ahora en Europa, que nos brinda la oportunidad de acercarnos al arte suramericano en sus distintas variantes, desde el siglo XIX a la actualidad, y revisar la fantástica exhibición perenne de este museo madrileño, la cual cuenta estos días con pequeñas intervenciones.
Esta iniciativa nace con el objetivo de homenajear la labor de ambos coleccionistas, José Lázaro Galdiano y Aníbal Yazbeck Jozami, y su pasión compartida por el atesoramiento de arte, ya que a través de la fusión de las obras poseídas por uno y otro se pretende crear un curioso y pintoresco diálogo. Para ello, el polifacético empresario argentino y su esposa, la periodista Marlise Ilhesca, han prestado a la fundación 90 de las 1000 piezas que componen su repertorio.
A la variedad y riqueza de esta compilación se suma la inclusión de distintos formatos, pues se divide a su vez en dos secciones dentro del museo: ‘La figuración y sus límites en el arte rioplatense’ (en el edificio de La España moderna) y ‘Presencias’ (en el palacio de Parque Florido), diferenciadas no solo por los lugares que ocupan, sino por contenido y la intencionalidad de las mismas.
Así, en la primera de las muestras todo el protagonismo recae en la propia colección visitante, conformada esta por obras de distinta naturaleza como dibujos, pinturas, esculturas o collage. Un repertorio significativo de arte moderno y contemporáneo de artistas procedentes de Uruguay, Brasil y Argentina, situado pabellón separado del palacete.
En este, podemos disfrutar de creaciones de distintos periodos: desde oleos y témperas de la primera mitad del siglo pasado, como los de Joaquín Torres García (1874-1949) o Batlle Planas (1911-1966), hasta las famosas heliografías sobre tablones de madera de la artista en activo Graciela Sacco (1956), pertenecientes a su serie ‘Cuerpo a cuerpo’.
‘Presencias´, por su parte, propone una atractiva e ingeniosa forma de dar a conocer al público diversos trabajos de videoarte y fotografía de distintos continentes. Estos se insertan, junto con otras instalaciones, dentro de las antologías permanentes, inspiradas por la temática o pequeños detalles de las mismas. De esta manera se crean relaciones e interferencias que fomentan la reflexión sobre lo ya conocido o que divierten por su fuerte contraste, al ser una especie de “gazapo artístico” que guarda una tímida similitud con alguno de los elementos pertenecientes al museo.
Estas irrupciones de arte contemporáneo están presentes en casi todas las salas del palacete. Buenos ejemplos de ello son los dos video-retratos del matrimonio latinoamericano (creados por Mariano Sardón, 1966), que comparten espacio con la fotografía de José Lázaro en planta baja o un asiento de peluches, polizón en el antiguo salón de baile, que intenta pasar poco inadvertido entre las elegantes sillas que habitualmente están dispuestas en la pieza.
Con motivo de la exposición, que estará abierta hasta el 12 de mayo, la Colección Jozami ha editado un catálogo y se han programado diversas actividades destinadas a niños y a familias, así como numerosas visitas temáticas.