Predadores de silencio

Predadores de silencio de Daniel Bautista Machín. Edelvives, 2013. 184 pp. [+14 años], 9.90€

Por Sara Roma

 La araña es una adolescente problemática. La típica joven que no quiere cumplir órdenes y es rebelde. Por ello, ha sido expulsada de su instituto. Ahora estudia en un colegio privado. Lo que más le gusta es practicar parkour, una disciplina que ha aprendido en el parque de su barrio y que enseña gratuitamente Esteban. Una de las normas es que los trazadores jamás deben utilizar esta técnica para entrar en casas o saltar muros. Pero Sara la rebasa y se reta con su mejor amigo, Ming, a que es capaz de entrar el apartamento que hay bajo su casa. Lo que no sospecha la joven es que esa vivienda es un despacho de detectives que pertenece a Lucía; así que las cámaras de seguridad la captan in fraganti. Por suerte, Lucía no la denuncia pero la obliga a cumplir una condena: ordenarle su biblioteca. Lo que no sospecha la detective es que Sara puede serle de gran ayuda en la investigación que tiene entre manos…Se trata del caso de Desiré, una joven que estudia en su mismo centro escolar y que desde hace un tiempo está rara y triste. Sus padres la ven solitaria y callada, así que deciden contratar a Lucía. Pero será Sara quien logre desentrañar la causa de su estado: un asunto de acoso escolar, ciberbulling y mentiras.

Predadores de silencio (Ed. Edelvives, 2013), de Daniel Bautista, retrata a la perfección un juego cruel: el acoso y el chantaje al que se somete, a través de las redes, a los adolescentes más indefensos y vulnerables. Los culpables son animales que se aprovechan y se alimentan del silencio de sus víctimas y se alimentan de él; de ahí su título: “predadores de silencio”.

La lectura de esta novela es muy recomendable para los estudiantes de Secundaria, pues muy hábilmente aborda temas transversales que deben impregnar toda la práctica educativa y estar presentes en las distintas áreas. Temas como la educación para la paz, para la igualdad, la salud y la moral están presentes a lo largo de esta novela. Daniel Bautista no solo consigue entretener con este libro ameno y rápido de leer, sino que también contribuye a afianzar un pensamiento crítico y comprometido para luchar y denunciar los grandes conflictos actuales, como la violencia, las desigualdades y la escasez de valores éticos que no pueden pasar desapercibidos para el sistema educativo.

Al final, uno de los mensajes que nos transmiten las páginas de Daniel Bautista es el de “ser y durar”, el lema del parkour. Ser, porque es importante que cada uno elija su camino en la vida, sin miedos ni presiones; durar, porque cada trazador es importante y preciado y no debe poner su vida en peligro a la ligera.