Lo íntimo y lo social: el Lázaro Galdiano saca a la luz retazos de la correspondencia postal del siglo XIX y XX
Por Lara Marchante.
Calle Serrano, n. 122. Madrid.
Hasta el 27 de enero
En la era del correo electrónico, los continuos ‘whatsapp’ y ‘emojis’ de Line, el Museo Lázaro Galdiano nos propone retrotraernos al que fuera el medio de mensajería por excelencia de finales del siglo XIX y principios del XX: la correspondencia postal. Una colección, de las muchas conformadas por José Lázaro Galdiano, que ve ahora la luz como una exposición temporal, bajo el nombre Correspondencia sin privacidad: billetes, tarjetas postales y epístolas literarias.
Aquellos que nunca hayan recibido un ‘christmas’ de papel en estas fiestas o cuyo buzón sólo sea poblado por la publicidad invasiva, los extractos del banco y las facturas tienen la oportunidad de reencontrarse con el lado más humano y artístico de este soporte y servicio hasta el 27 de enero.
Para ello, una de las salas de la planta baja de este palacete se convierte en una curiosa oficina de correos, pues alberga hasta un centenar de piezas cuyo punto común -por extraño que ahora nos resulte- es la ausencia de confidencialidad de sus textos, consabida desde el momento de su confección. Una peculiar forma de comunicación que atendía a distintas circunstancias.
Entre los fondos expuestos destacan las epístolas de puño y letra de dos grandes figuras de la cultura española de los siglos XVII y XVIII, Lope de Vega y de Francisco de Goya. A ella se suman otras cartas abiertas, en su mayoría de carácter literario, en las que el receptor era el público en general, ya que su autor adoptaba este formato como género.
Además, en esta antología, hallamos otros escritos que tuvieron como protagonista, directo o indirecto, al empresario navarro que da nombre al museo: ya fuese como remitente, como promotor de dichos textos (en calidad de editor y publicista) o como destinatario final de los mismos.
Así, los visitantes se convierten en cómplices de la vida personal de Lázaro a través de su correspondencia: con postales y cartas dirigidas a su esposa e hijos y de otras en las que él era el receptor, firmadas por grandes plumas de literatos coetáneos; ejemplos de esto son el recado de la escritora Emilia Pardo Bazán o una misiva del dramaturgo y poeta, José Zorrilla.
Pero con esta muestra no solo accedemos a la intimidad de los abajo firmantes, sino a la historia de estos medios. Gracias en parte a los avances tecnológicos y al incipiente turismo, asistimos a la popularización de las tarjetas y billetes postales, que incluían desde retratos de personalidades de la época a estampas de ciudades y paisajes. Muchas de estas ilustraciones venían, además, aureoladas por el sello de artistas de renombre, como el austriaco Raphael Kirchner.
Esta exhibición es el resultado de tres años de trabajos de la Biblioteca de la Fundación Lázaro, y se encuadra en el proyecto de investigación “La literatura y las artes de los epistolarios del siglo XIX”
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