Elías Peña Salvador, “Sin título”
Por Marcos Ortiz Andrino.
Calle Juan de la Hoz, 22, 28028 Madrid
16 diciembre 2013 – 8 de enero de 2014
Desde el dieciséis de diciembre hasta el ocho de enero el madrileño y alternativo Espacio Bop (Lorenzo Alonso Arquitectos) acoge la primera exposición de la obra de Elías Peña Salvador. Estudiante de Bellas Artes en el Centro de Estudios Superiores Felipe II de la Universidad Complutense de Madrid, actualmente cursa cuarto año en la Facultad de Bellas Artes de Tesalónica, Grecia. Se trata de un joven artista emergente cuyo trabajo promete destacar en el actual panorama artístico de la capital.
La muestra, que recoge quince pinturas al óleo sobre lienzo, expone una técnica personalista donde el difuminado sugiere una realidad aparentemente accesible para el espectador, redefiniendo actos cotidianos como fumar, afeitarse o dormir, que adquieren nuevos significados cargados de un misterio casi poético. Los elementos compositivos de las diferentes escenas se caracterizan por el empleo de un cuidado trazo que estiliza las formas y de unos colores singularmente majestuosos.
Todo esto es capaz de crear una naturaleza propia y especial que insinúa aquello que no muestra pero sí evoca, la imaginería del artista, valor representativo de su trabajo. Entre las obras destacan especialmente ‘Sin título’, que preside la sala, así como ‘Estudio Bacon 1’, ‘Estudio Bacon 2’ y ‘Estudio Bacon 3’, tres miradas diferentes de un mismo espacio que, como afirma el propio Peña Salvador, “es el entorno donde se hace la pintura”, un entorno que acompaña y evoluciona con el artista a lo largo de su trayectoria. Mencionar, además los retratos ‘Álvaro’ y ‘Muchacha’.
Durante la inauguración Lorenzo Alonso, dueño y fundador de Lorenzo Alonso Arquitectos, afirmaba que la obra del joven artista madrileño se caracteriza por una “modernidad aplastante”, ya que “se trata de entender el tiempo y el espacio cuántico, el flujo de las cosas”. Así, Lorenzo Alonso, involucrado en el mundo del arte desde hace más de treinta años, se reafirma en su apuesta por el arte emergente y, en definitiva, por el encanto y personalidad de la obra de Peña Salvador.