'Conversaciones con mamá': Un must de nuestra época
Por Lourdes Redondo Bacaicoa
Hace unas semanas tuve el placer de asistir a ver esta obra protagonizada por Juan Echanove y María Galiana. Ante todo, decir que ya conocía sus carreras profesionales y que iba totalmente mentalizada a encontrarme a dos actorazos comiéndose el Teatro Bellas Artes. Pues bien, a pesar de ir totalmente concienciada de lo expuesto, me llevé una grata sorpresa.
El hecho de ver esta obra ha significado mucho para mí y me ha dejado muy tocada. Creo que de lo que podemos encontrar en la cartelera actual es un must total. En esta época navideña y de crisis, es una obra totalmente adaptada para que los ciudadanos de a pie nos sintamos identificados con la situación que se describe en ella y sepamos interiorizarla y valorarla.
Podríamos decir que tanto el sentimentalismo y la congoja se saben combinar perfectamente con un humor muy bien trasladado al público de mano de dos grandes profesionales.
Esta obra de teatro está basada en la película del argentino Santiago Carlos Oves, y fue adaptada por Jordi Galcerán. En ella, Juan Echanove (Jaime), a causa de haberse quedado en paro, trata de echar a su madre de casa. Bueno, ¡no seamos drásticos!: trata de llevársela a vivir con su familia, para así pagar la hipoteca de su ya casa con el dinero que saque de la venta de la de su madre. Aunque de algún modo está acomodando a su madre en un nuevo hogar, cuando decía echarla me refería a lo siguiente: las señoras que ya tienen totalmente su vida hecha, con sus días y sus noches, su forma de hacer las cosas y que han vivido siempre bajo un techo en el que ya están más que acostumbradas a desenvolverse, no les gusta que les cambien la rutina, ni que la alteren…
Este es un claro ejemplo con el que se sentirán identificadas muchísimas amas de casa, madres y no madres. Cuando nos sacan de lo que conocemos, no sabemos encajarlo muy bien; pero, ¡qué no se hace por un hijo y un hijo por una madre! Este es el caso de Jaime y su madre en Conversaciones con mama.
El mensaje fundamental es ese amor que sentimos por una madre, y una madre siente por sus hijos, lo que una mamá da por nosotros, que hasta la vida si hiciera falta, y lo que podemos llegar a sentir y ver con otros ojos cuando esa persona ya no está para nosotros. Pero bueno, no voy a apuntar demasiado al argumento, que ya he desvelado suficiente para el que no la haya visto.
María Galiana, después de su larga trayectoria, nos deja boquiabiertos una vez más con esta obra. Estos dos grandes artistas compaginan las grabaciones en las que ya han sido hijo y madre en otras ocasiones, con sus diferentes funciones de teatro. El papel que desempeña María podría definirse, por momentos, como un poco de típica madre cariñosa, y, por otros, como el gran tópico de burlona y meticona de la clase. Pero, en cualquier caso, nos traslada fenomenal esos sentimientos que todos hemos vivido con nuestros padres.
Por otro lado, Juan Echanove… ¡qué decir de un hombre al que admiro desde hace años! Una vez más me ha dejado boquiabierta con este trabajazo como director y protagonista. Como él dijo en alguna ocasión: “Una de las mejores cosas que hay después de la risa es el llanto”, y qué razón tenía, y tiene.
Esta obra de sabor agridulce es excepcional para experimentar toda clase de reconcomios, pero sobre todo es gloriosa para ver en una época como en la que nos encontramos: La Navidad, que viene de algún modo relacionada con los valores de familia, invierno, frío… que, en combinación con esta obra, crea durante 1 hora 25 minutos esa sensación de calidez familiar y de acogida que nos deja con el mensaje de que en la vida no todo tiene la importancia que puede parecer en un primer momento, a cada cosa debemos darle el valor que le corresponde y debemos ver las cosas con un poco de raciocinio. Ese es uno de los mensajes principales con los que yo me quedo después de ver esta magnífica representación.
Han sabido trasladarlo sin caer en ningún tipo de banalidad y ha sido un placer disfrutarla y ver cómo el público que estaba alrededor salía estremecido, empatizando de un modo impresionante; porque, por H o por B, como se dice en mi pueblo, todos sabemos lo que es tener una relación con una madre, sea de las características que sea. Así que, por todo ello: Muchas felicidades.
Conversaciones con mamá
Autor: Santiago Carlos Oves.
Versión: Jordi Galceran.
Dirección: Juan Echanove.
Reparto: María Galiana y Juan Echanove.
Escenografía y vestuario: Ana Garay.
Iluminación: Juan Gómez-Cornejo.
Coproducción: Pentación Espectáculos, La Llave Maestra y Focus.
Lugar: Teatro Bellas Artes.
Horarios: De miércoles a viernes, a las 20.30h; sábados, a las 19.00h y a las 22.00h; domingos, a las 19.00h.
Fecha: Del 30 de octubre al 19 de enero de 2014.
Después de saborear este encuentro entre Galiana-Echanove es muy recomendable la película original con una pareja de formidables actores de la comedia-dramática rioplatense, con un estilo muy distinto y ese punto de humor irónico tan característico de aquella zona: la uruguaya China Zorrilla, recientemente retirada interpretando una comedia teatral con más de 91 años, y el bonaerense Eduardo Blanco.