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Entrevista a Rita Castellote en CASA//ARTE 2013

Por Marcos Ortiz Andrino.

 

Rita Castellote: “Al final, el público, el cliente, acaba siendo tu amigo, terminas rodeada de gente que son amistades porque confían en ti y están muy satisfechos”

 El Palacio de Comunicaciones de Madrid, también conocido como el Palacio de Cibeles, celebra bajo el techo acristalado de su galería la segunda edición de la feria de arte contemporáneo CASA//ARTE 2013. Esta edición vuelve contar con la presencia de Rita Castellote y su galería, aunque actualmente permanece ciertamente alejada de ella. La Galería Rita Castellote trasladó su ubicación física en el año 2010 y, desde entonces, enfoca su programación exclusivamente a la fotografía actual, representando tanto a artistas nacionales como internacionales, destacando la expresividad de la obra y la implicación en la misma. En el stand veintiuno, un espacio perfectamente iluminado dedicado a la galería, se encuentra Rita Castellote, así como una amplia muestra de la reciente obra de José Luis López Moral; su trabajo, centrado en el paisaje y en la quietud de la naturaleza, invita al sosiego, a introducirse en la imaginería del artista.

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Este año se celebra la segunda edición de CASA//ARTE y la Galería Rita Castellote vuelve a estar presente. ¿Es esta una cita clave en el calendario artístico de la capital?

 Creo que se va a convertir en ello. Puede ser una alternativa a ferias que ya han perdido mucho prestigio, como ESTAMPA, que está de capa caída, o Madrid Foto, que ha desaparecido; Madrid está un poco anticuada…son modelos de feria para el siglo XX, más bien. Así que creo que sí, se está empezando a convertir en una alternativa, la veo muy ágil, muy fresca, con mucha variedad y muy bien organizada. Creo que va por buen camino y Blanca Berlín, además, sabe lo que hace.

 

¿Crees que este tipo de eventos acerca al público general al mundo del arte contemporáneo y, especialmente, a las galerías?

 Sí, es una manera muy buena de acercarlo. Realmente es la mejor manera, porque la gente, al final, no va de galerías, le cuesta mucho y, además, ve una galería, ve dos… pero aquí, de golpe, ves cuarenta. Las ferias son muy prácticas y yo creo en ellas. Esto es hacerlo todo del tirón y, la verdad, merece la pena.

 

En esta edición, la muestra de la galería recoge la obra fotográfica de José Luis López Moral. ¿Cómo definirías su trabajo?

 Para mí López Moral no es una casualidad. Llevo muchos años dándole vueltas al concepto paisaje. Para mí, el concepto paisaje es el que ha marcado la evolución desde el siglo XIX hasta la actualidad de la pintura y su desarrollo; el paisaje tuvo su evolución acorde con los tiempos y se convirtió en lo abstracto en los años 50 en Estados Unidos. Es un concepto poético, Petrarca hablaba de él como la parte de la naturaleza que es capaz de ver el ser humano con su visión personal e íntima. Es por todo esto por lo que me interesó su trabajo, porque López Moral hace paisaje puro y duro, no es el complemento de un grupo o de una escena, es paisaje puro y duro, y es volver a la naturaleza, a recuperar la verdadera idea de paisaje. Es un ciclo más de la historia del arte. El paisaje siempre vuelve como reducto espiritual para gente que se ha decepcionado con otro tipo de arte, con la economía o con cualquier cosa. Cíclicamente siempre ha vuelto y es, podríamos decir, posrevolucionario, pues igual que sucedió tras las Guerras Napoleónicas y tras la Segunda Guerra Mundial, volvemos al paisaje. Queremos recuperar la esencia humana y acercarnos de una manera más espiritual al mundo. Y esto sucede actualmente, es otro ciclo que estamos viviendo. En un momento dado a José Luis, que es pintor y grabador, el grabado se le queda técnicamente corto, y entonces se centra en la fotografía. Luego, ya para colmo, está haciendo fotos con iPhone, pero no solo la toma, también el tratamiento y la postproducción se hace con el propio teléfono, no pasan por el ordenador. Es responsable, investiga y se compromete con su trabajo, por eso me gusta tanto. Su obra tiene un fondo intelectual y de pensamiento muy serio.

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Centrándonos en la propia galería, desde 2010 su programación se enfoca en la fotografía. ¿Por qué apostar exclusivamente por esta disciplina?

 En Europa lleva ya años siendo la principal forma de comunicación artística y de desarrollo del arte y, además, me encanta y me llega muy bien. La pintura no la acabo de entender porque, en este momento, hay demasiada confusión. He profundizado mucho en la fotografía, la he estudiado, he visitado muchísimas exposiciones y, en resumidas cuentas, me encanta.

 

Encontramos representados artistas nacionales, como por ejemplo Paco y Manolo, reconocidos fotógrafos de la escena barcelonesa.

 Sí, pero tengo que decir una cosa. A partir de junio de este año, es decir, esta temporada, dejo la galería en manos de mi hija y del que fue mi director artístico, Diego Alonso. Actualmente no la llevo yo de forma directa, me dedico a otro tipo de cosas que me tienen menos atrapada; en una galería la sensación es de estar muy atrapada, muy atada. Paco y Manolo, que son súper divertidos, lo ha llevado la segunda etapa de la Galería Rita Castellote, Mondo.

 

También hay espacio para artistas internacionales, como por ejemplo Jacob Aue Sobol, fotógrafo danés de la Agencia Magnum.

 Sí, ese es mío, de mi época en la galería. También Ernesto Bazan, Gueorgui Pinkhassov…

 

¿Ha de primar en la fotografía, por tanto, ese carácter internacional?

 A día de hoy, he cambiado de criterio. Presentar artistas internacionales en España, aunque sean muy conocidos mundialmente, encuentra un problema, y es que aquí no hay cultura en cuanto a la fotografía. Por eso, actualmente, apuesto por autores españoles.

 

Quizá más cercanos al público.

 Sí, exacto, y también porque necesitan ese apoyo, porque la gente que expone en galerías en Nueva York o en Sydney, por ejemplo, no necesitan el apoyo que necesita gente como la nuestra, que está tratando de salir adelante.

 

_DSC00322Además, la galería destaca por representar fotógrafos que realmente se vuelcan en la obra, que se implican en su trabajo y que este relata historias y expresa emociones. ¿Es esta una seña de identidad de la galería?

 El fotógrafo tiene que considerarse un artista y estar absolutamente implicado en lo que hace. Esto para mí es fundamental. Tiene que tener concepto de sí mismo de artista, porque el propio fotógrafo no se considera artista, ya que no está creando, sino reproduciendo. Debe haber un compromiso. La forma de destacar ha sido, primero, especializarme de forma absoluta en la fotografía, que solo hay dos o tres galerías en Madrid especializadas y, segundo, apostar por gente que tengan profundidad de pensamiento, implicación con la obra, que estén trabajando e investigando. Para mí esa es la diferencia.

 

Pasando a hablar del mundo del arte en general, ¿crees que, actualmente, goza de buena salud?

El mercado del arte no, pero la creación artística sí. Se está produciendo una importante ebullición. Lo que ocurre es que el mercado del arte está hecho un asco, en parte debido a la crisis y, en parte, debido a la falta de educación cultural; falta interés en el mercado del arte. Vemos gente que se gasta dos mil euros en un bolso pero no en una fotografía. Son criterios jerárquicos de los valores y el valor cultural no es prioritario en el público.

 

¿Y debería serlo?

 En otros países lo es. Todo se resume en prioridades, aquí la cultura no es una prioridad.

 

¿Cómo se valora, desde tu posición de galerista, la figura del artista emergente?

Es muy complicado. Yo empecé trabajando con emergentes, y la gente joven que empieza tiene un problema, y es la falta de continuidad y perseverancia. La gente se decepciona, se agota, se desespera y te dejan, e incluso dejan de hacer su obra. Hay que tener cuidado, porque sí, hay que apostar por emergentes, yo lo sigo haciendo, pero viendo muy bien que sea una persona estable, decidida y comprometida. Cómo va a confiar en ti tu cliente cuando te pregunta por un artista y le tienes que decir que ahora no hace nada.

 

¿Y cómo es actualmente la relación entre artista y público?

En mi opinión, perfecta. El público adora a los artistas, siempre tratando de presentárseles, de hacer coloquios y encuentros. Conocer a un artista es una especie de fetiche y, además,  tener la posibilidad de presentar  a ese  personaje es muy bonito.

 

¿Y entre galerista y público?

Es muy buena. Al final, el público, el cliente, acaba siendo tu amigo, terminas rodeada de gente que son amistades porque confían en ti y están muy satisfechos con lo que les presentas, explicas, buscas, enseñas… Se trata de una buena relación. Es una manera de vivir.

 

Para terminar, ¿seguirá estando presente la Galería Rita Castellote en futuras ediciones de CASA/ARTE?

Desde luego, lo que pasa es que actualmente no tengo espacio físico, pero sigo en movimiento. Es muy duro, pero el espíritu de galería sigue.

 

 

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