Idea: Pintura Fuerza. En el gozne de los años 70 y 80
Por Lucía Berruga Sánchez.
Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía
Palacio de Velázquez. Parque del Retiro Madrid.
Hasta el 18 de mayo de 2014.
El Palacio de Velázquez, situado a escasos metros de El Palacio de Cristal en el Parque del Retiro, abrió sus puertas en el pasado noviembre y las tendrá abiertas hasta mayo del año que viene para todo aquel que quiera pasar una tarde tranquila paseando los jardines del retiro, viendo arte contemporáneo y, quien sabe si, dando de comer a los patos. La exposición titulada Idea: Pintura Fuerza. En el gozne de los años 70 y 80, viene definida por la mano de cinco artistas que fueron protagonistas del panorama artístico naciente en los setenta: Alfonso Albacete, Miguel Ángel Campano, Ferran García Sevilla, Juan Navarro Baldeweg y Manolo Quejido.
Lo primero que el transeúnte se encontrará en la exposición será una instalación de Juan Navarro titulada Interior V, Luz y metales, una obra que se salé de la pared y que sirve para conectar las demás obras que están expuestas mediante el no balanceo del columpio que se puede ver como una invitación a balancearse por ese amplio espacio abierto del Palacio de Velázquez, rodeado de cuadros de amplio formato llenos de color donde las figuras definidas conviven con las abstractas. Esta obra, que se puede ver incluso antes de entrar al edificio a través de la puerta, y que sorprenderá al espectador, da lugar a los deslizamientos hacia la práctica pictórica que conformarán la exposición.
A partir de aquí se presentan un conjunto de obras realizadas en nuestro país entre los años 1978 y 1984, un periodo histórico de grandes y profundas transformaciones sociales y culturales en el que la crisis de la Vanguardia y de la idea de modernidad se hace visible a través de la práctica pictórica entendida como territorio de pensamiento y de producción de estrategias creativas. Sus obras se sitúan, de ahí el nombre de la exposición, en el gozne de los años setenta y ochenta, en un momento de crisis del “proyecto moderno” donde los análisis y redefiniciones de sus modelos realizados por las prácticas conceptuales eran el síntoma, cuando no la causa, de un verdadero cambio de paradigma existente entre la realidad y la explicación ideológica de la misma, implicando por tanto un replanteamiento de los conceptos de Academias y Tradición.
De cada uno de estos autores yo destacaría una serie de obras, como Cabeza Riente de 1983 y Humo Amarillo de 1984, dos obras también del artista Juan Navarro, o las obras de Manolo Quejido como El Beso de 1980 y Figura en Rojo de 1981, obras donde se aprecia un momento crucial del arte donde la pintura es vista no como action painting, que es la expresión de un sujeto previo, sino como el proceso de construcción de un sujeto. Pintura en tensión, como sistema de percepción del pensamiento que se construye a partir de una relectura de los procesos originarios que permiten un uso crítico, desplazado de su procedimiento habitual donde la pintura se convierte en un ensayo de la propia pintura.
El trabajo de los cinco artistas tuvo lugar en unos años de estreno de libertades democráticas y en medio de una tierra de nadie artísticamente hablando, puesto que el arte se encontraba activo pero basado en unas estructuras muy débiles. En medio de estos cambios destaca Ferrán García Sevilla y sus obras, que si bien no son estéticamente bonitas o bien hechas, tienen un mensaje muy llamativo que captará la atención del visitante. Así destacan sus obras Muca 1 y Muca 19, donde se perciben frases revolucionarias como “Dame pan y dime tonto” en lienzos casi en blanco, con dibujos hechos de forma bastante vulgar, sin ningún tipo de la estética que destaca en otras de las obras de la exposición. Ferrán es un buen ejemplo de que lo que reúne a estos pintores en esta exposición está centrado en la filiación (post)conceptual de varios de ellos, cuyas investigaciones convergen con la práctica de la pintura y donde su comprensión de la Tradición está definida como una toma de energía para trabajar contemporáneamente haciendo de la pintura la materia capaz de superar la dicotomía abstracción/figuración, ya que lo figurativo es solo un ancla de la mirada sobre la naturaleza de las cosas.
Un nuevo tipo de arte que estos autores plasman en sus obras y en su forma de hacer, encontrando obras como El pintor en el estudio II, de Alfonso Albacete, donde la figura del pintor apenas son unas líneas sobre un fondo abstracto de colores vivos; de este autor también destaca la obra Días de Marzo, más definido y con una marcada técnica impresionista al plasmar la luz y el movimiento de un día o momento de lluvia, y la de Primer Ulises. Bodegón con limones, donde ya la abstracción hace que aquello que da título a la obra sea prácticamente irreconocible en ella.
Una de las obras más impresionantes de la exposición corresponde al pintor Miguel Ángel Campano y se titula Naufragio, pintado en 1983, donde los colores vivos del mar dejan entrever la débil barca internada en el mar; un conjunto de brochazos y pinceladas que, sin una definición clara, permiten apreciar un mar revuelto y el pequeño bote de personas en medio de él.
Sin duda esta exposición ofrece una buena oportunidad para ver un arte más cercano a nuestra época, moderno y diferente que surgió en una época de cambio y movimientos sociales y culturales. Situada en pleno centro del parque del Retiro, ideal para pasear después por sus jardines, esta exposición la podréis ver de forma gratuita todos los días de 10:00 a 18:00 hasta marzo, y de abril a mayo re 10:00 a 22:00. No os lo perdáis.