Arte trasversal y con encanto: cinco museos de Madrid señalan la ruta de la creatividad
Por Lara Marchante.
Fundación Lázaro Galdiano. Calle de Serrano, 122. Madrid. (hasta el 21 de enero)
Biblioteca Nacional. Paseo de Recoletos, 20-22. Madrid.
Museo Nacional de Artes Decorativas. Calle de Montalbán, 12. Madrid.
Museo del Romanticismo. Calle San Mateo, 13. Madrid.
Museo Cerralbo. Calle de Ventura Rodríguez, 17. Madrid.
Hasta el 23 de Febrero
Poner el despertador a las ‘suroeste’ en punto, camuflar al enemigo un paisaje de Carlos Haes, materializar nuestra memoria a golpe de noticias, jurar mantelería a las croquetas de nuestras madres. Mateo Maté convierte cinco de los museos más coquetos de la capital en su nuevo campo de juego. Podemos disfrutar de él y con ellos hasta el 23 de febrero de 2014.
La Biblioteca Nacional, el Museo del Romanticismo, el Nacional de Artes Decorativas, el Lázaro Galdiano y el Cerralbo acogen, de forma conjunta, la exposición “El Eterno Retorno”. Una muestra que puede disfrutarse de forma individual (en cada espacio) o como un todo, y que revisa algunos de los trabajos más importantes de Maté, el artista madrileño de lo cotidiano, reconocido a nivel mundial por su capacidad de reinterpretar visualmente los objetos `banales´ a través de su descontextualización.
Así, la sala de armas del Museo Fundación Lázaro Galdiano encarna en escudos y banderas lo que Norbert Elías llamó “el proceso de civilización”. Para ello dota a los utensilios de cocina, y también de la limpieza, de unas dimensiones épicas, los cuales divierten al visitante por su calidad creativa. Paletas, cazos y bandejas son los materiales empleados para estas decoraciones heráldicas, que comparten su hábitat con armaduras reales y una mesa con la silueta de la península ibérica.
Por su parte, La Biblioteca Nacional exhibe seis piezas a modo una alegoría de los posos de recuerdos que quedan en nuestra memoria, fruto del día a día: montones de periódicos apilados en forma de estalagmitas conforman una metáfora del paso del tiempo y de nuestro saber (colectivo y personal), pero también encontramos reflejadas las lagunas, con socavones dentro de algunas de esas torres de noticias. Una reflexión social estratigráfica dada por la agenda informativa.
El Museo Nacional de Artes Decorativas se convierte en el inusual dormitorio de este creador: la España continental vuelve a ser el principal foco de atención al transformarse en una cama deshecha a simple vista, pero que es en realidad una orografía del paisaje más íntimo. Las arrugas de las sábanas se convierten en cordilleras, mientras que el despertador nos da los puntos cardinales en lugar de tasar el tiempo.
Un cuadro con el dibujo de un naufragio se resbala de una de las paredes del Museo del Romanticismo, imitando los relojes blandos de Dalí. No es la única obra con la que nos saca una sonrisa, además este autor nos permite interactuar con una pintura del realismo, dejándonos sustituir sus colores por algunos de los estampados de camuflaje empleados actualmente por distintos ejércitos.
En la Casa-Museo Cerralbo una original alfombra nos recibe al pie de las dos monumentales escaleras. Está lejos del barroco gusto de los marqueses y, cómo no, lleva el sello de esta atípica colección: marca el punto geográfico exacto en el que se ubica aquel que se encuentra sobre ella. Una simpática forma de invitar al hombre actual a tomar conciencia de su presente y de sí mismo, pues la anécdota de la concreta situación física ambiciona extrapolarse al plano personal.
Esta atractiva iniciativa nos ofrece la oportunidad de mirar con otros ojos nuestro entorno y también la de redescubrir algunos de los museos de Madrid más interesantes, pero más olvidados. La intervención de este y otros artistas contemporáneos en los lugares de exposición tradicionales no pretende ser una actuación aislada, sino que forma parte del programa “Nuevas Miradas”: un proyecto público con el que se quiere promocionar el arte contemporáneo a través del diálogo con su pasado cultural, porque la creatividad y el arte no tienen fecha de caducidad.
me encanta cuando hay varios museos que tienen algo en común y se pueden agrupar, como en este caso la creatividad. poder organizarme la ruta de la creatividad me motiva un montón a visitarlos. me encantaría una ruta de la ciencia donde entiendo que estaría el cosmo caixa pero conocen alguno más en madrid?