Casi un millón de cuentos
Casi un millón de cuentos. Daniel Nesquens y Pepe Serrano. Ilustraciones de Sonja Wimmer. Edelvives, 2013. 104 págs. 8,25 €
En el jardín de la familia de Edelmira hay dos árboles: una morera blanca y una acacia del Japón. Cuando Edelmira se enfada se sube a la rama de la morera y ya no hay quien la baje. Margarita, por su parte, la protagonista de “Un estuche diferente”, no conoce las posibilidades que esconde su precioso estuche escolar porque en él cabe de todo… Tampoco sospecha Martina lo que esconde la caja que contiene su regalo de cumpleaños…
La capacidad de sorpresa no conoce límites en Casi un millón de cuentos (Edelvives, 2013), de Daniel Nesquens (Premio Anaya de Literatura Infantil y Juvenil y Premio Barco de Vapor) y Pepe Serrano. Se trata de un volumen que compila las historias más disparatadas, divertidas, alegres o melancólicas, protagonizadas por excéntricos y divertidos personajes, como “Los hermanos Guisanti” que trabajan en una exitosa compañía circense. En “Cosas que ocurren” el protagonista se convierte en una fruta, mientras que el personaje de “Caprichos acuáticos” desea comprar un río. Otro es un hombre tan despistado que pierde y olvida todo. Un muñeco de nieve que se cansa de pasar frío y entra en una casa. Un salmón que habla. Una señora que está dispuesta a comprar una mascota “que impresione cuando la saque a pasear por el parque”, un dragón de cuento desterrado que se ve obligado a vivir en un edificio…
Con el objetivo de compilar los relatos con un nexo en común, los autores han optado por agruparlos por temáticas: “Niños, niñas y un regalo de cumpleaños”, “Padres, madres y un muñeco de nieve” y “Animales, mascotas, estrellas y planetas”.
Casi un millón de cuentos es un libro que recoge quince historias divertidas con un estilo fresco, ágil, con simpáticas rimas y plagado de ricas descripciones adjetivadas que siempre recurren a la continua negación (“Frente a él se encontró a un señor ni muy alto ni muy bajo, ni muy gordo ni muy flaco, ni muy guapo ni muy feo, ni muy señor porque era señora”), siendo este el estilo más característico en todos los cuentos.
Sin duda el humor y el absurdo es la mejor combinación, una apuesta que nunca falla. Casi un millón de cuentos es una verdadera invitación para fomentar la lectura en los más pequeños.