BROTO ‘SECOS ARABESCOS’

Por Paloma Rodera.

 

Galería de arte Fernández-Braso

C/ Villanueva, 30

Del 14 de noviembre al 4 de enero de 2014

  

prensa3Acrílicos diluidos, colores velados en rojos, azules, amarillos,… estás son las primeras impresiones sensibles que llegan a nuestras retinas al observar la obra de Jose Manuel Broto, pintor español nacido en Zaragoza en 1949 y que vive y desarrolla su pintura en Mallorca.  Ha realizado mas de ciento cincuenta exposiciones individuales y cerca de cuatrocientas colectivas a lo largo de su carrera. Ha recibido premios como el Grand Prix du Salon de Montrouge de 1988, el Premio Nacional de Bellas Artes de 1995, Premio de la asociación de Críticos de ARCO en 1997, en 2003 la Medalla de Oro de la Ciudad de Zaragoza y el premio Aragón Goya de Grabado, entre otros.

 

La exposición que propone la Galería de arte Fernández-Braso, Secos Arabescos quiere ser, según propone el autor al visitante, un remanso fuera de el actual ajetreo. Supone la creación de un espacio que sea un refugio, sin temas, sin argumentos, sin otra pretensión que la del deleite visual.

 

Realmente cuando uno se deja embaucar por el color de estos lienzos, de 100×80, pero que de alguna forma envuelven. Son unprensa1 verdadero universo plástico, ajeno, ausente de todo lo que hay fuera, que no remite a referencias de ninguna clase, que no precisan de necesitar dichas diferencias. ¿no es esta o debe ser la finalidad del arte? Quiero decir, cuando uno vive en la pintura de Broto, éste es precisamente el verbo, ‘vivir’; uno se encuentra en cierta armonía con lo que le rodea. Tal como la galería declara ‘no hay espacios vacíos ni zonas en blanco. No hay áreas de descanso ni motivos que puedan distraer. Tampoco hay estructuras sobre las que asentarse ni líneas rectas a las que enfrentarse. No hay un principio y un fin reconocible’.

 

No pierdan de vista esta muestra, que sin duda, en el ritmo de la ciudad, los medios de información y el bombardeo diarios de estímulos, supone una parada y deceleración que permite salir a la calle con una actitud distinta tras la experiencia estética. Ojalá disfrutáramos de estos universos más a menudo. 

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