¿Has leído alguno de los Cuentos de Leopoldo Alas «Clarín»?
En 1895 Clarín escribe: «Benditos sean el periódico y la escena, si por esos caminos podemos ir haciendo de España algo parecido a pueblos como el inglés, el alemán, el francés, etc., que ya leen libros y en vez de ir al teatro, muchas noches, velan aprendiendo otros géneros de literatura.»
Actualidad editorial:
Siempre hay un momento para recuperar al escritor, crítico y periodista, Leopoldo Alas «Clarín» (1852-1901), figura fundamental de la narrativa española del siglo XIX, y en concreto algunos de sus cuentos. ¡Adiós Cordera!, La trampa, Superchería, La reina Margarita, El señor, La mosca sabia, El número uno, El gallo de Sócrates, Pipá, De la comisión, El doctor Pértinax… y así hasta 115 relatos que supusieron una extraordinaria aportación a la literatura española, y que conformaron al autor como uno de los mejores escritores del momento. Clarín fue publicando cuentos de manera continuada, desde que empezó a manuscribir en 1868, a los dieciséis años, el diario Juan Ruiz. A lo largo de su vida, Clarín se debatió siempre entre el cuento y la novela: «No es más difícil un cuento que una novela, ni tampoco menos; de modo que hay notoria injusticia en considerar inferior el género de narraciones cortas, en el cual por cierto se han hecho célebres muchos escritores antiguos y modernos.»
Intelectual de profundos pensamientos sociales y postura anticlerical, se hizo temible por sus artículos de crítica literaria, que publicó en varios periódicos y revistas nacionales. En 1892, a propósito de unas reflexiones sobre las relaciones entre el periodismo y la cultura, comentaba en relación al relato: «El cuento no es más ni menos arte que la novela: no es más difícil como se ha dicho, pero tampoco menos; es otra cosa: es más difícil para el que no es cuentista. En general, sabe hacer cuentos el que es novelista, de cierto género, no el que no es artista. Muchos particulares que hasta ahora jamás se habían creído con aptitudes para inventar fábulas en prosa con el nombre de novelas, han roto a escribir cuentos, como si en la vida hubieran hecho otra cosa. Creen que es más modesto el papel de cuentista y se atreven con él sin miedo. Es una aberración. El que no sea artista, el que no sea poeta, en el lato sentido, no hará un cuento, como no hará una novela.» Clarín proyectó su ética y su estética, su voluntad creadora, por el camino de las novelas cortas y de los cuentos largos. Se inscribe así en las coordenadas del ámbito literario de la nouvelle europea de finales del siglo XIX. Las novelas cortas de Leopoldo Alas serías explicables en un contexto similar a las de Maupassant o Chéjov.
Desde su primera juventud Clarín mantuvo una estrecha relación con el periodismo, de hecho, la práctica totalidad de sus cuentos se publicaron en la prensa antes de que el autor los recogiera en libros. Por tanto, aparte de las novelas La Regenta (su gran obra) y Su único hijo, toda la obra literaria de Clarín entra originariamente en el campo de la producción periodística. Hace doce años se cumplió el centenario de la muerte del autor, reconocido hoy como una de las figuras claves de nuestra literatura. Releer sus cuentos se convierte en un sano ejercicio para la mente: valorar la inagotable variedad de registros de un escritor que supo barajar hábilmente la emoción, la sátira, la disección exhaustiva de la realidad, los juegos morales, la denuncia, los alegatos intelectuales y del pensamiento… «Eran tres: ¡siempre los tres! Rosa, Pinín y la Cordera.»
Cuentos completos. Leopoldo Alas «Clarín». Edición, introducción y notas de Francisco Caudet. Bibliotheca AVREA. Editorial Cátedra, 2013. 1136 páginas. 30,00 €