FlashbackMúsica

Television y Tom Verlaine, la inspiración simbolista del rock

 

 

Por Jon C. Alonso.

Television fue una de esas cosas tan maravillosas que suelen pasar una vez en la vida. El joven Tom Miller—cuanto talento, por metro cuadrado alberga New Jersey— se dejó la adolescencia en Delaware, hasta que dijo; me voy a New York junto al bajista Richard Meyers. Posteriormente, el mismo Meyers cambio su apellido original por Hell. Y es que en la capital del nuevo mundo viven duendes, musas,  euterpes y demás fauna nocturna inspiradora de eso que adoramos: la música. Tanta como el paso de la noche a la mañana, cuando el apellido Miller de Tom se convirtió en el hermoso Verlaine. Un homenaje de TM, a su poeta favorito de la generación francesa simbolista del S.XIX. Aquel afecto, en pleno 1972 era cosa de revolucionarios y visionarios.

El rock estaba en plena catarsis y Verlaine junto Richard Hell (bajo) y Billy Ficca (batería) comenzaron a chasquear cuerdas y  golpear timbales en la bisoña y algo atolondrada, The Neon Boys. Unos pocos sencillos dieron credenciales a un grupo con trazas adictivas, para convertirse tras un par de años en la genial y extraordinaria; Television. Un proyecto perfilado, diseñado y estructurado por la genialidad y el ímpetu de Tom Verlaine. La llegada del portentoso guitarrista, Richard Lloyd fue el último resorte para poner en marcha a la banda. El sueño de Verlaine se hacía real y Television empezaba a sonar como si hubiera sido acicalada por un magnético barnizado fluorescente de un bar en la madrugada de la gran manzana.

El gran Verlaine se atrevía con todo.  Hoy en día a Televisión se le considera  una de las mejores bandas de rock de la década de los 70. Aglutinadora de un montón de géneros y estilos, que abarcaron desde el Art rock, New wave, Post-punk y un largo etcétera. Siguiendo con la terminología del vademécum crítico; a mí me gusta más el término Proto-punk. Sigo pensando que Television son los padres—auténticos— por ende,  el ADN  a modo CSI, de lo que más tarde desfilaría en el backstage del mítico GBGB. Lugar, de culto para todo aquel que se satisficiera  estar al loro de lo más “in”, musicalmente hablado en la city del mundo. En aquella sala dejaron su impronta: Ramones, Blondie, Talking Heads, Suicide, Sex Pistols o la mismísima Patti Smith. Los protopunks y new waves más salvajes del vetusto planeta Rock&Roll.

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Televisión intentó salir del encasillamiento de la crítica oficialista, pero eso es muy difícil. Television lo llevó mal por ese itinerario. Y de algún modo, el inicio de una eclosión de esquirlas mentales, comenzó a hacer mella en el deterioro de esta banda.  El primer escollo aparece tras ser vistos por el ínclito, Brian Eno. Seducido desde el primer momento con la personalidad de Verlaine. BE, les prometió el oro y diamantes rosa para ir a Island Records. Verlaine, siempre pensó lo mismo de él; “es mejor artista que productor”. No hay álbum, a pesar del buen sabor de boca que dejó la maqueta que entregaron. Una muestra de sonidos envueltos en tonos gélidos y frágiles. Richard Hell abandona la banda y se marcha con los Heartbreaks de Johnny Thunders. Lo reemplazó Fredie Smith, que venía de Blondie. Y se graba el primer sencillo, «Little Johnny Jewel” 1975. Deliciosa pieza de culto, que tuvo un éxito enorme en USA y Europa.

Llegamos a 1977 y se edita uno los álbumes históricos del Rock, “Marquee Moon”. El acierto de esta joya, posiblemente, hubiera que dárselo al productor Andy Johns, que junto a su hermano Glyn ya habían hecho maravillas con los Led Zeppelin y los Stones. Si al buen hacer en la tramoya de AJ, le sumamos el atrevimiento de Verlaine y Lloyd, donde el punk caracterizaba el grueso del trabajo; el majar que llegaría a nuestras manos es delicioso. Sin obviar los bellos esfumatos a jazz y caídas de Art-Rock. El remate  a todos estos ingredientes, fue aquella portada obra de maravillosa genialidad del desaparecido R. Mapplethorpe ¿Quién no tiene o tuvo una camiseta del mítico álbum? La banda estaba en la lanzadera de los elegidos.

Television-Foto 2

Al año siguiente, se presentó el nuevo álbum “Adventure” 1978. Un éxito de ventas, pero de difícil deglución por parte de la crítica de entonces. Reflexivo, bizarro y excesivamente, personal. Los fans tampoco mostraron mucho entusiasmo. Empezaron los roces entre Verlaine y Lloyd. La tensión iba en aumento y el 29 de julio de 1979, la banda da su último concierto y se separa hasta la década de los 90. Durante ese periodo Smith, volvió con Blondie. Ficca se unió  a Waitstresses y esporádicamente, algún bolo con Verlaine. Lloyd estuvo colaborando con  John Doe y Matthew Sweet y como frelance  en  bandas  tan distintas, como  The Roches, Willie Nile, The Peregrines y The Fleshtones. En abril de 1982  editaron en casete, rareza de coleccionistas, “The Blow-Up”, álbum grabado en vivo durante las giras del grupo en 1978, que incluía covers de grandes glorias como Bob Dylan y el legendario «Knockin’ on Heaven’s Door», «Satisfaction» de los Stones y 13th Floor Elevators «Fire Engine», canción que aparece con el nombre del álbum. Aquí, se vuelve a ver las ironías o rarezas de Verlaine, ya que cuando Television versionaba cortes de la banda de Roky Erickson, afirmó, categóricamente, que no entendía nada de lo que decía su líder.

Llegados al olímpico, 1992 con apenas una palabra de explicación; Television es Television y punto. Aparece un álbum, diferente repleto de enjundia y talento. Un trabajo diverso e impresionante, que de algún modo revisaba muchas esquinas neutrales de un pasado no tan lejano. A pesar de las distancias, se nos muestra un Verlaine muy influido por sus colaboraciones de los últimos años junto a Smith. Ficca sigue con el mismo candor en los timbales y LLoyd el alma mater de las seis cuerdas. Aprovecharon el festival de Glastonbury y Rockslide para lanzar el álbum con mayor apoyo mediático. Sin embargo, todo aquel esfuerzo fue empresa en balde, pues el personal no respondió con la fuerza y el entusiasmo que tras 14 años de ausencia, pudiera auspiciar a cualquier incondicional de la banda. Al año siguiente, volvieron a separase y siguieron sus vidas laborales por su cuenta. No tan distanciados, como las malas lenguas solían decir.

Verlaine postproduction

En 2001 aparecieron, esporádicamente, de la mano de un Verlaine parlanchín e inquieto. Como le gustaba comentar a la gran Patti Smith, «Tom suena como mil azulejos chillando” (Sic). “Aquella banda, la verdad que no eran glamurosos, demonios eran humanos» (Sic). Marquee Moon, editado en 1977 redefinió lo que podía conseguir un cuarteto básico de dos guitarras, bajo y batería; desparpajo,  poesía y  de paso darle un revolcón al Rock. Todo el mundo quería ver a Verlaine y su banda. Un David Bowie, entusiasmado que pasó por los camerinos, John Lennon que tuvo palabras muy agradables en la prensa británica. Patti Smith, Lou Reed, John Cale…“Todo ellos, en el fondo les hacían sentirse como si fueras parte de algo, no como si fueras una cosa aislada de la pared” (sic). Lo suyo fue una especie de síntesis entre el rock progresivo de principios de los 70 y los sonidos de la magnífica The Velvet Underground  a finales de los 60. Es decir, lograron que lo íntegro y legendario sonara a frescura muy cercana.

Television, a día de hoy es un icono histórico de la música que sentó las bases del rock indie contemporáneo de  los 80,s y 90,s. Bandas como U2, R.E.M, The Church, Primal Scream, Sonic Youth y The Strokes siempre han confesado su amor por el grupo neoyorkino. Verlaine, a lo suyo, irónico e hiperactivo; “Estaba muy aburrido, y cuando estoy aburrido uno se hace rancio porque las ideas no fluyen. Detesto el aburrimiento” (Sic). Y por eso sigue tocando al lado del guitarrista Jimmy Rip—colaborador habitual de la banda—, con el que ha concebido por encargo múltiples scores para cortos del cine mudo, obras originales de genios de la talla artística de Dreyer o Man Ray. En abril de este año dio un concierto en la ciudad de Buenos Aires y es que Verlaine, no deja de ser un simbolista del rock. Aquel músico inquieto, poseído por la poesía y la sombra de Coltrane que siente pavor por el aburrimiento.

 

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2 thoughts on “Television y Tom Verlaine, la inspiración simbolista del rock

  • Es buenísimo. He tenido que tomármelo con calma para digerir todo el despliegue de información que encierran sus líneas. Saludos, Anna

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