MadridGamesWeek 2013 – Un paseo entre generaciones
Nuestra capital ha acogido, con rotundo éxito, la primera edición de la gran feria del videojuego. Estamos hablando de MadridGamesWeek. 3 días. Más de 550 puestos de juego. Más de 150 títulos. Más de 52.200 visitantes que han hecho de este fin de semana y de los 16.000m2 del pabellón 8 de IFEMA la mayor concentración de profesionales y aficionados del videojuego que ha tenido lugar en España hasta la fecha. Y, todo hay que decirlo, la más friki. Cosplays, interminables colas para probar los nuevos lanzamientos, aglomeraciones de nostálgicos en torno a verdaderas reliquias del entretenimiento virtual, venta e intercambios de productos de segunda mano, merchandising de lo más variado (desde sudaderas de Minecraft hasta mochilas con forma de NES), y, en definitiva, todo lo que un gamer podría desear. O incluso más.
Han sido tres días cargados de actividades: conferencias, charlas, concursos, sorteos, muestras y exposiciones. Los asistentes también vieron saciadas sus ansias de experimentar: simuladores de conducción, última tecnología en gafas de realidad virtual, juegos japoneses inéditos en España y, en la zona retro, máquinas que hicieron las delicias de los veteranos y sorprendieron a los más jóvenes por partes iguales. Además, y barriendo para casa, no puedo no mencionar el espacio dedicado exclusivamente a los juegos desarrollados en nuestro país, y que nos mostraba propuestas realmente interesantes, como el Gods will be watching, una aventura gráfica de aspecto vintage basada en la supervivencia y los dilemas morales. En internet podéis encontrar una demo gratuita, y en varios idiomas.
Como nostálgica que soy, la mayoría del tiempo lo pasé sumergida en la zona retro, aspecto al que le dedicaré las líneas que se merece más adelante. Por ahora, no puedo obviar a las que fueron las dos estrellas de MadridGamesWeek: la PlayStation4 y la XBOX one. Tampoco se pueden olvidar a los dos actuales estandartes de Nintendo, WiiU y Nintendo DS, aunque hay que reconocer que la multinacional japonesa ha ido perdiendo terreno a marchas forzadas en los últimos años.
La nueva bestia negra de Sony y el nuevo buque insignia de Microsoft trajeron a la MGW títulos como: Battlefield 4, Call of Duty: Ghosts, Need for speed: Rivals, Forza 5, Dead Rising 3, Killer Instinct o Ryse: Son of Rome. Todos ellos podían ser probados allí mismo en una novísima PS4 o XBOX one. Eso sí, no era una tarea fácil: en ocasiones las colas llegaban a rodear los stands, pero valía la pena adelantarse al lanzamiento de estas dos consolas que muchos consideran las inauguradoras de la famosa última generación.
Nintendo trajo, como ya he mencionado, lo último para sus dos consolas actuales. Los visitantes podían demostrar sus dotes musicales (o la ausencia de las mismas) en el karaoke de la WiiU, o rememorar viejos tiempos sobre ruedas en la última edición de Mario Kart (que poco tiene ya que ver con el que se jugara por primera vez en la SNES en el año 92) para la nueva Nintendo 3DS. Para esta consola portátil también se han rescatado títulos tan míticos como Donkey Kong, además de continuar con la más que longeva saga de Pokemon, que actualmente se encuentra en las ediciones X e Y.
Otras curiosidades a destacar, y que no pasaron inadvertidas, fueron la posibilidad de montar en un avión real en el stand del Battlefield 4, hacerse una foto con una sexy agente policial del NFS Rivals o con Gokuh, así como cruzarse tanto con zombies del Dead Rising 3 como con soldados recién salidos del último Call of Duty. No puedo dejar de mencionar algo que me llamó especialmente la atención: un juego simulador de granja, en el que, entre otras actividades agrarias, tienes la posibilidad de conducir tu propio y flamante tractor. Quizá, gracias a lanzamientos como este, tengamos algún tiempo de paz en Facebook. Y sí, hablo de las notificaciones de Farmville.
Desviándome a temas que sin duda tienen más interés que un simulador de cosechas, me gustaría hacer referencia a los cosplays que uno podía encontrarse entre la multitud. Si bien no eran mayoría los que optaron por acudir a la cita disfrazados de algún personaje de videojuego, algunos de los cosplayeados resultaban simplemente admirables. Abundaban los cosplays de Star Wars (no pude dejar pasar la oportunidad de inmortalizarme junto a un soldado y un piloto imperial, Darth Maul y Obi-Wan Kenobi), Final Fantasy, Tomb Raider, Assassin’s Creed y de algún que otro anime.
Como siempre, lo mejor queda para el final. La zona retro estaba compuesta por una serie de puestos y stands en los que uno podía admirar Commodores, Amigas, Spectrums, máquinas recreativas, varias NES y SNES, Master Systems II, Megadrives, una Dreamcast, una Nintendo 64, e incluso una XBOX adaptada para jugar a títulos de recreativas tan míticos como el Outrun 2. Todos ellos en perfecto estado y listos para jugar. Además de estar dispuestos para el disfrute efímero que permitía la feria, estas tiendas también disponían de venta al público, tanto de equipos como de juegos. Asimismo, algunos de los puestos ofrecían la posibilidad de intercambiar títulos antiguos de segunda mano por otros del mismo valor. Yo misma aproveché la oportunidad para realizar un par de trueques con juegos de mi querida Nintendo 64. Los encargados eran, en general, muy amables y cercanos.
En estas antiguas máquinas, pudimos jugar al Xenon 2, al Ghost and Goblins, al Sonic, al Alex Kidd, al Prince of Persia, al Snow Bros y, cómo no, al más que mítico Mario Bros de NES. En los mostradores de los puestos se arremolinaban cartuchos, casetes y CDs de títulos que nacieron incluso hace más de 20 años, pero que aún a día de hoy pueden lograr absorbernos durante horas. Resultaba más que curioso ver a las nuevas generaciones picarse en torno al Super Smash Bros de la N64 o hacer cola para echar una partida en el Street Fighter II de las máquinas recreativas. Ay, qué tiempos.
En definitiva, un fin de semana de lo más completo y repleto de experiencias. A pesar de que, personalmente, tras tres días en la MGW, un solo pabellón del IFEMA acaba sabiendo a poco, los aficionados pudimos perdernos una y otra vez por sus rincones. Esperemos que tras el aplastante éxito de esta primera edición, el año que viene los gamers, jugones y frikis de los mandos y los bits volvamos a reunirnos en un evento de este calibre que, al menos este año, nos ha dejado con tan buen sabor de boca.
Nuestra próxima cita será en ParlaBytes, una Convención de Videojuegos Retro que tendrá lugar en esta localidad madrileña los días 23 y 24 de este mes.
Que la fuerza os acompañe,
María Molina