Il picolo barbiere… de la mismita Sevilla
Por Mariano Velasco
Por divertida, sencilla y casi simplona, la elección de la trama de la ópera bufa El Barbero de Sevilla resulta una opción de lo más acertada para acercar al mundo de la ópera a los espectadores más pequeños, a los que no es ningún secreto que este género musical se les resiste y al que tienen, por lo general, por un espectáculo arduo e inaccesible. Y ese aspecto de divertimento y casi infantilidad es precisamente lo que trata acertadamente de aprovechar y acentuar esta versión de la obra de Rossini, que con el título de El pequeño Barbero de Sevilla se puede ver los fines de semana en el Teatro Bellas Artes de Madrid.
El mayor riesgo que corre esta adaptación de Miguel Ribagorda y Alexis Heath reside en el empeño de mantener las piezas musicales en su versión original, ya saben, que si la ragazza, que si l’amore, que si la pizza quattro stagioni… Pero se trata de un riesgo que merecía la pena correr y que se salva con habilidad e imaginación por parte de la compañía, echando mano de toda una serie de ingeniosos recursos que hacen que al final la cosa resulte molto facile.
No hay entonces de qué preocuparse, que los peques no se asusten, que aquí todo se entiende alla perfezione, que si hace falta los actores recurren hasta a los típicos bocadillos de los tebeos sobre la testa de los actores, a los cartelitos explicativos o incluso a que un personaje repita en spagnolo lo que el otro acaba de cantar en italiano. ¡Ma che santa pazienza!
Típicas situaciones de comedias de enredo, personajes que entran y salen de escena, que se disfrazan, que cambian de identidad, que cantan y bailan… El espectáculo crea con todo ello un entramado divertido y cómico que mantiene atentos y entretenidos a los bambini incluso en los momentos más operísticos, que es que además los actores cantan molto bene.
Una de las aportaciones más originales de esta ópera infantil es la de atreverse a “marionetizar” a los personajes principales del enredo, creando así un divertido y doble juego de realidad e irrealidad en el que los criados caen del lado de lo veraz y los señores del de lo fantasioso, hasta el punto de convertir a estos últimos en bonitos juguetes de cuerda… ¿giochi preziosi?
El papel de los dos criados, y muy en especial el de la salerosa Berta, deja sobre el escenario los momentos más divertidos de la obra, pues tienen incluso el atrevimiento de sacar a los más traviesos del público al escenario para participar en algunas de las escenas. Y eso es porque no son conscientes estos dos insensati, me parece a mí, de lo que son capaces de hacer algunos bambini sobre un escenario si les das manga ancha, o lo que se viene llamando… margine di manovra.
El Pequeño Barbero de Sevilla
Lugar: Teatro Bellas Artes, Madrid.
Fechas: Del 28 de septiembre al 17 de noviembre de 2013.
Dirección musical: Alexis Heath.
Dirección escénica y adaptación del libreto: Miguel Ribagorda.
Reparto: Alexis Heath (Fígaro, barítono), César Arrieta (Conde, tenor), Cristina García Corrales (Rosina, soprano), Cristian Díaz (Don Bartolo, barítono), Francisco García (Fiorello, actor), Virginia Hernández (Berta, actriz).