‘Julia’: lucha de clases y de sexos en el Brasil de hoy

Por Horacio Otheguy Riveira

La señorita Julia, de Strindberg, en una versión muy libre e innovadora con actores formidables.

Existen unas diez versiones cinematográficas de esta obra, e innumerables representaciones teatrales en todo el mundo desde su estreno en 1888, cuando el autor consagró en escena un drama familiar que le generaría atormentadas relaciones con las mujeres.

El sueco August Strindberg (1849-1912) y el noruego Henrik Ibsen (1828-1906) impulsaron el teatro del siglo XX: rompedores en la técnica y en el contenido del teatro burgués imperante; mientras Ibsen daba vuelo a la independencia de la mujer en un contexto social represivo bajo la aún más tiránica presión del capitalismo (Casa de Muñecas, por ejemplo), Strindberg sostenía sus obras con una dinámica basada en las neurosis, la lucha entre la realidad y la capacidad de soñar de hombres y mujeres, convertida casi siempre en una lucha de sexos feroz, con muchos puntos en común con aquél respecto a la influencia destructiva de las clases adineradas (Acreedores, El pelícano).

Se ha representado muchas veces en España. Miguel Narros la montó en dos ocasiones, la última en 2008, con María Adánez y Raúl Prieto formando una pareja electrizante con situaciones de finales del siglo XIX que entroncaban con la realidad actual, sin necesidad de salir de aquella claustrofobia de una cocina en la que una señorita y su lacayo intentan liberarse de las ataduras de su condición en una noche de San Juan muy sexual, muy revolucionaria, y muy frustrante, pues todo sucede mientras afuera el pueblo canta, baila y ama, pero ellos nunca dejan de estar a merced del interfono por donde el conde reaparecerá dando órdenes indiscutibles.

Christiane Jatahy ha traído por pocos días a Madrid una libre versión en la que se pierde la riqueza del original al reelaborar el eje de la historia en un ambiente de hoy en Brasil. Queda muy poco de Strindberg, pero el ingenio y el talento de la autora y directora logra erigir una nueva creación emocional y estética, bien reconocida en numerosos festivales de teatro desde 2010 en que se estrenó en Río de Janeiro.

Con amplia trayectoria en el mundo audiovisual, a Jatahy le interesa mucho experimentar con el cine en el teatro, y resulta fascinante descubrir que la originalidad de su trabajo permite al espectador disfrutar de un nuevo lenguaje y aceptar esta otra Julia, en la que el amor, la locura y la muerte continúan prisioneros de sus estigmas sociales.

'Julia', Teatro Valle Inclán, Una mirada al mundo.

Feliz innovación y arte mayor en actores superdotados

Comienza la función con la proyección de una película en la que una niña es grabada en vídeo por alguien a quien no vemos, pero suponemos que es su padre. Una y otra vez la sigue con la cámara: una adoración que acaba cuando ella le pide insistentemente que deje de filmarla. Continúa con otra película en la que vemos una fiesta en los jardines de una gran estancia…

Allí también se divierten la niña ya crecida y su criado. De pronto entran en la casa, donde estarán solos: Julia, tan blanca, tan sensual y dicharachera, aparentemente tan mujer como cualquier chica de su edad, y el apuesto chófer negro de la casa.

A partir de ese momento, en escena, la pareja de actores entrará y saldrá de sus personajes con una asombrosa facilidad, mientras un compañero les sigue cámara en mano, lo que permite que muchas secuencias se vean en pantalla grande y no en el escenario, aunque la acción se produce allí, a la vista, o en una habitación, tras una pared, como, por ejemplo, una larga y gozosa relación sexual. Este concepto de constante juego teatral y cinematográfico simultáneo persiste en toda la representación, generando emociones muy variadas con insólitas ráfagas de humor.

Un hombre y una mujer en el sube y baja de una vida atormentada por su condición social. A lo largo de la noche a veces irrumpe la posibilidad de algún encuentro con ilusión de improvisado, pues se van del teatro por la salida de artistas hasta las terrazas de Lavapiés, porque ella está furiosa y él aún sueña con tenerla para siempre. Una caja de sorpresas que se sigue con mucho interés.

Ficción y realidad, teatro y cine que, sin embargo, en ningún momento deja de ser una atractiva aventura teatral de la que los actores-personajes intentan huir por un momento, cuando se sientan frente al público y dicen algunas frases en castellano que provocan sonrojo, sonrisas y ternura, hasta cerrar todo con una última imagen que aborda una definitiva tragedia con la omnipresente humedad, el colorido y la vitalidad de toda la puesta en escena.

'Julia', Teatro Valle Inclán, Una mirada al mundo.

 Julia

Adaptación de La señorita Julia, de August Strindberg

Texto y dirección: Christiane Jatahy.

Intérpretes: Julia Bernat, Rodrigo dos Santos.

Cámara en vivo: David Pacheco.

Lugar: Teatro Valle Inclán, Madrid.

Idioma: Portugués con sobretítulos en castellano

Fechas: Del 17 al 20 de octubre, a las 19.30h.

Encuentro con el público el 19 de octubre después de la función.

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