Los últimos años de Miró, en la Catedral de Burgos
Por Paloma Rodera.
Sala Valentín Palencia de la Catedral de Burgos
Hasta el 8 de enero de 2014
Desde el pasado 4 de octubre de 2013 hasta el 8 de enero de 2014 se podrá ver en la Sala Valentín Palencia de la Catedral de Burgos, donde el ejército suele exponer un belén durante las fechas navideñas, pero que este año se ha cedido para acoger las obras de Miró.
La muestra tras su paso por la capital burgalesa recorrerá Estados Unidos, desde el Seattle Art Museum, Nasher Museum of Art Duke University o Denver Art Museum. Este hecho de itinerancia internacional, hace, tal y como se remarcó en la rueda de prensa, que esta exposición tenga una triple proyección: por un lado, el propio proyecto artístico como acercamiento de la cultura y el arte, y más de un artista tan internacional, y que contribuyó a cambiar el rumbo del arte durante el siglo XX, este año se celebra el 30º aniversario de su muerte; también supone un proyecto de colaboración entre entidades de diversa índole como el Museo Reina Sofía, la Fundación Silos, Obra Social “La Caixa”, que se encuentra unida en su propio logotipo, imagen que fuera dibujo del artista, Fundación Caja de Burgos, y patrocinio de la Junta de Castilla y León y el Ayuntamiento de Burgos; por último, la tercera faceta es sin duda la proyección internacional de la muestra.
Tal y como dijo el subdirector del Museo Reina Sofía “muchos artistas en el otoño de sus vidas crean nuevas primaveras para su obra”; ésta es la mejor definición de lo que podemos ver en la Catedral de Burgos. Una selección de treinta obras entre pintura y escultura. Antonio Miguel Méndez Pozo, presidente de la Fundación Silos cuenta que en la exposición se plasma la preocupación de Miró por entender “el acto creador como la expresión de la necesidad de comunicar. Se profundiza en las influencias de las nuevas vanguardias americanas y en las íntimas y sutiles conexiones y diálogos que siempre existieron entre su pintura y escultura”.
También se incluye una pieza audiovisual, se trata del cortometraje Miró l’altre de 1969, dirigido por el realizador catalán Pere Portabella.
La exposición es una simbiosis de la tradición y la vanguardia. Desde el propio espacio expositivo en relación con las obras que se muestran; a la búsqueda que se hace entre el diálogo de escultura y pintura que supone de por sí, y en particular, la comunicación que supone en la obra de Miró.
Ésta es una ocasión que nadie debe perder. La cultura supone una oportunidad para la ciudad, para el visitante que se acerca a Miró y para las relaciones entre empresas, instituciones y en última instancia, la comunicación entre personas a nivel local, nacional e internacional.
¿No es el arte una herramienta de comunicación capaz de traspasar el tiempo y el espacio?