SIMETRÍAS ROTAS

Por Carmen Moreno. Siempre que se habla de la ciencia ficción, no sé por qué, lo primero que nos viene a la cabeza son naves espaciales, marcianos, mundos fuera de este mundo, razas superiores que dominan a la humanidad, rayos láser, pistolas con la capacidad de someter voluntades, sólo y exclusivamente, al lanzar potentes ondas que traspasan nuestro cuerpo y se clavan directamente en nuestro cerebro. Bien, todo esto y más pueden encontrar ustedes en la magnífica recopilación de relatos que presenta Simetrías Rotas de Steve Redwood y que la editorial Sportula ha querido publicar en español.

La apuesta del editor, Rodolfo Martínez, era sobre una obra que había sido nominada a Mejor Recopilación en 2010 por la Sociedad Británica de Fantasía. En la versión española, Redwood, se hace acompañar de nombres ilustres para las traducciones como los de Elia Barceló, Cristina Macía o Eloy M. Cebrián entre otros.

La prosa del inglés es una prosa inteligente, viva, llena de giros y sorpresas que juegan con el lector a un tira y afloja intelectual que conmueve y arrastran al precipicio de la risa con la misma facilidad que plantea dilemas existenciales de, aparentemente, fácil solución. Entre el surrealismo racional y la comedia de los Hermanos Marx, las historias de Steve Redwood son una suma de trasuntos de la vida real, llevados al extremo más lejano. No hay que suponer, con esto que digo, que los relatos son absurdos porque estaríamos cayendo en una simplicidad estúpida. Los cuentos son complejos, pero están tan bien llevados que la sonrisa se torna circunspección con cierta lógica y asiduidad.

No carecen los textos de Redwood de cierto tono hiriente que da la crítica mordaz.

En definitiva, Simetrías Rotas, es un libro que hay que leerse para comenzar a salir de tanta erudición malsana, de tanto snob de verbo sobrio. Es por tanto, el libro de Steve Redwood una sonrisa contra la idiotez humana, una magnífica forma de acercarse a la literatura fantástica y de comenzar a interesarse por la mitología clásica. Veinte relatos que no les dejarán indiferentes.

Ah, se me olvidaba, no es apto para hombres con su hombría herida, ni mujeres de ceño fruncido.

 

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