Castro Prieto “Extraños” Sylvia Plachy “Dancing with ghosts”
Por Marcos Ortiz Andrino.
Calle Limón, 28
Plaza Guardias de Corps, Madrid
Castro Prieto y Sylvia Plachy tienen en común, además de profesión, un alto grado de personalidad en sus fotografías, unas fotografías cargadas de simbolismo, belleza y claroscuros que se acompañan de sutiles técnicas fotográficas que añaden una óptima subjetividad a las escenas captadas. Se trata de crear bellas composiciones que comunican soledad, muerte y nacimiento, metáforas poéticas plasmadas en retratos y paisajes mágicos que nos relatan una visión propia de la realidad.
Castro Prieto (Madrid, 1958) nos traslada en su serie Extraños a un mundo tan real como ficticio gracias, por un lado, a su más que reconocida trayectoria como positivador en blanco y negro y su maestría en el campo y, por otro lado, la experimentación y exploración de las técnicas fotográficas. Se trata de un diálogo entre la luz y la velocidad de obturación donde el relato se tiñe de diferentes tonalidades de blanco y negro, una narración que se traduce en paisajes, retratos, escenas cotidianas y desnudos de gran intensidad donde el sexo, la muerte y la vida son el lenguaje empleado.
Sylvia Plachy (Hungría-EEUU, 1943) crea discursos fotográficos con gran talento e identidad en su muestra Dancing With Ghost, así como una tormenta emocional en el espectador. Sus paisajes, elegantes y delicados, evocan una naturaleza que por fuera se muestra viva pero que en su interior ha fallecido, bosques por los que imaginamos pasearía una espectral Emily Dickinson con sus poemas a la muerte bajo el brazo. Esta cualidad se contrapone con la enérgica sinceridad de sus retratos y composiciones, situaciones cotidianas que van más allá de la alegría e inocencia. Su obra se caracteriza por un especial simbolismo creador de un mensaje dramático y fantasmal en su contenido pero pintoresco y asombroso en su forma.
Esta exposición, organizada por la galería Blanca Berlín, reúne a dos artistas enigmáticos y atractivos en su obra, poderosos en la forma de comunicación y gentiles en la presentación del instante capturado, gelatina de plata. En definitiva, dos virtuosos de la fotografía que parece se alimentan del fruto inspirador de una tierra materialmente superior.
Muy bueno.
Fantastico. Felicito con un fuerte abrazo al autor.
Fantastico. Marcos te felicito por tan elaborado, preciso y coordinado articulo.
Fantástico Marcos felicidades
Gran artículo.
Primera vez que leo a este redactor, grata sorpresa