Pet Shop Boys: 30 años de Pop Mágico

Por Juan Israel Aldana Núñez @juanisraldana.

Ironistas postmodernos, se han encubierto siempre detrás de un velo melódico y romántico, con confecciones de pop.

La música atrevida, inteligente y completamente bailable de Pet Shop Boys, los ha establecido comercialmente y críticamente a lo largo de 30 años, como uno de los grupos más exitosos de la historia de la música.

Desde su formación, han roto varios tópicos. Primero: que una banda formada por un crítico de rock no funciona. Segundo: que la música destinada a las pistas de baile y el consumo masivo, no puede contar con una carrera larga y brillante. Tercero: que la carrera comercial de un grupo debe apoyarse tanto en sus grabaciones como en sus actuaciones en directo… ¿Para qué seguir?

Siempre estando a un paso adelante de sus contemporáneos, el dúo británico navegó por el constante cambio de paisaje de la danza pop moderna con una gracia rara e inteligente; moviéndose fácilmente de la discoteca a la casa con su imagen propia, distintiva y completamente intacta.

Con una imagen satírica, extraña e irreverente (aun afectando de alguna manera extraña), los Pet Shop Boys trascendieron la disponibilidad de su oficio, ofreciendo comentarios culturales reflexivos; comunicados, gracias al sintetizador y los ritmos de la batería.

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Una de las características más elocuentes con la que se puede identificar a Pet Shop Boys es la imagen que han sabido mantener por años y que se ha ido renovando a través del tiempo.

Si bien en un comienzo, en las primeras presentaciones no poseían un look muy definido, cuando empezaron a adquirir mayor fama internacional y mayor protagonismo en la televisión; el dúo adoptó una imagen más bien marcada a como son sus personalidades individuales.

Neil Tennant siempre vestido de manera elegante y sobria, mientras que su compañero Chris Lowe usaba atuendos que iban más acorde a la moda callejera, con su eterna gorra de béisbol y gafas oscuras.

Ya con la decisión tomada de los roles que cada uno de los integrantes iba a cumplir en Pet Shop Boys, Neil Tennant tomó las riendas del grupo y sería la cabeza visible de este, mientras Lowe pasaba a un segundo plano, más silencioso y casi desapercibido.

Tras muchos años de lucha, consiguieron imponer su original fórmula musical, mezcla de tecno, dance y melodías con gancho. Desde luego no hay dudas, de que su caso es poco convencional.

Y eso que al principio, tras el lanzamiento de sus dos primeros singles, West End Girls y Opportunities (Let’s make lots of Money), parecían destinados a un rápido oscurecimiento.

Nada de eso, su primer disco, “Please”, demostró que tenían entidad para sobrevivir a la acusación de ser tan sólo una “banda de singles”.

Con el tiempo y dependiendo del disco que promocionaban, iban a tomar un look acorde a este. Por ejemplo, en el lanzamiento de su disco “Very”, su imagen iba a cambiar radicalmente, adoptando una imagen más infantil y caricaturesca, para muchos ridícula.

Se utilizaban trajes, conos, gafas y pelucas coloridas, dependiendo de la canción, siendo los más recordados, los extraterrestres que aparecían en el video de la canción “Can you forgive her?”.

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Mucho más tarde, en 1999 y promocionando su álbum “Nightlife”, la agrupación adquiere una imagen mucho más fresca y jovial, acorde a los estándares nocturnos que ellos conciben, eso si, incorporando elementos orientales, del punk y el new wave.

Para el 2006 y celebrando el lanzamiento de “Fundamental”, Pet Shop Boys, volvió a lucir una nueva imagen. Eso sí, esta vez incorporaron trajes oscuros que recuerdan a la Inglaterra del siglo XVIII, contrastando enormemente con el neón y la luminosidad con que presentaron la gira correspondiente.

Tras el álbum “Yes” de 2009, disco desenfadado y alegre en todos los sentidos, y el melancólico y reflexivo “Elysium” de 2012; el dúo ha vuelto a la carga con “Electric” en este 2013.

Me atrevería a decir que éste disco ha supuesto una revelación, tanto de cara a los fans de toda la vida del grupo, como a las nuevas generaciones.

Lleno de hits de baile, el álbum no da tregua, desde el primer corte al último, recuperando el estilo ochenteno y noventero del grupo, como si quisieran anunciar al mundo: “Todavía seguimos aquí, y no pensamos irnos”

Todo en Pet Shop Boys, resulta llamativo y curioso. Visualmente hablando, han sido a veces una respuesta vanguardista, distinta y personal al aburrido y típico-tópico mundo del vídeo musical en el mundo del pop.

Igual se puede afirmar sobre sus presentaciones en directo; son algo puramente teatral, al igual que si habláramos de una función de teatro, como si de un musical de Broadway se tratase.

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Y no sólo la imagen resulta llamativa; ya que las letras de sus canciones han sido consideradas en muchas ocasiones, andrógenas. Las historias que contienen, siguen siendo igualmente aplicables a relaciones homosexuales y heterosexuales.

Neil Tennant, en particular, disfrutó de esta ambigüedad y rehusó comentar de su propia sexualidad, hasta que él salió del armario antes de que el álbum de 1993 “Very”, llegara a las listas de éxitos.

El popular libro Record de Guinness del año 2008, nombró a los Pet Shop Boys como el dúo más exitoso de todos los tiempos, estableciendo 42 hits en la cima de las listas de más renombre. Esta no es primera vez que la agrupación aparecerá en sus registros.

Tras 30 años de carrera, continúan igualmente en la cresta de la ola. Y aunque por su aspecto, nadie diría que sus integrantes casi rozan los 60 años, reconocen que “es difícil hacer música pop cuando te haces mayor, porque la gente quiere música pop hecha por jóvenes, lo que resulta embarazoso”.

Da gusto ver como las viejas glorias más queridas siguen dando latigazos de buena factura, aunque haya quien no sea muy aficionado al estilo de este dúo británico. Y ya quisieran muchos músicos, crear las melodías mágicas, tan llenas de sentimientos, como de ganas de bailar, que crean Neil Tennant y Chris Lowe.

Pocos casos hay en la historia de la música de talentos tan especiales, que consigan llegar a tanto gente y que puedan llegar a ser eternos.

Gracias chicos, y por muchos años más.