MACCHIAIOLI. Realismo impresionista en Italia

Por Lucía Berruga.

 

Fundación Mapfre

Paseo de Recoletos, 23. Madrid.

Hasta el 5 de enero de 2014.

 

Silvestro Lega, El canto de un Stornello, 1867La sala de exposiciones de la Fundación Mapfre vuelve a abrir sus puertas a una nueva colección temporal centrada en los Macchiaioli, movimiento artístico que representó al realismo impresionista italiano. Esta exposición presenta un recorrido por las obras más simbólicas de estos jóvenes pintores que, a partir de 1855, emprenden la búsqueda de un nuevo tipo de arte, opuestos a la pintura académica y a su marco de formación, persiguiendo lo que ellos consideraban un arte más verdadero, asumiendo como práctica predilecta la pintura al aire libre.

 

Los artistas del movimiento realizaron obras en su mayoría de pequeño formato pero grandes en su concepción pues innovaron con el paisaje toscano, llevando a cabo fuertes contrastes lumínicos mediante la yuxtaposición de las manchas de color.

 

Los orígenes de los Macchiaioli provienen de los esquemas del romanticismo histórico de los cuales quieren escapar introduciéndose en un paisaje pintado al natural, lo que les brinda la posibilidad de una nueva mirada sobre la realidad mucho más acorde con su sensibilidad.

 

Destacan las obras de formato apaisado que se usa para darle mayor amplitud a la escena que se le muestra al espectador y reproducir la realidad sin ningún tipo de idealización que se imponía en los paisajes anteriores. En estas obras vemos una perspectiva que se construye con amplios planos sucesivos que marcan el paso a una nueva pintura en la que, poco a poco, se van a aplicar fuertes claroscuros con pinceladas contrastadas al mostrar paisajes toscanos bañados por el sol. Con estas técnicas de contraste los Macchiaioli pretenden expresar el sentimiento de un lugar preciso, de una estación determinada o de una hora concreta.

 

Por ello a lo largo de la exposición se pretende dar una visión completa de esta nueva concepción del arte que también entró en el campo de la investigación siguiendo muy cerca aquellos estudios que se hicieron en torno al color y la óptica para poder aplicarlos y desarrollar un sistema de visión que eliminaba las habituales perspectivas escenográficas.

 

Un punto clave de la exposición son las obras que reflejan el movimiento nacional político que surgió en Italia durante la primera mitad del siglo XIX debido a que, los Macchiaioli, a pesar de sus divisione,s estaban unidos por la convicción de que existía una nación italiana que era digna de poseer una expresión estatal. Así y ante la ola belicista del momento, proponen a través de sus obras una mirada valiente sobre sus propias experiencias, construyendo una nueva imagen del resurgimiento a partir del de valores puramente plásticos.

 Telemaco Signorini. La Sirga en Le Cascine de Florencia, 1864.

Predomina el retrato pero amplificado debido a una casi obsesiva necesidad de ampliar la naturalidad del modelo pintado dándole cotidianidad al ambiente en el que se integra. Asimismo se acercan a la intimidad con sus retratos, en especial aquellos artistas que, a partir de 1860, se trasladan a Piagentina donde podrán abordar la tranquila y elegante intelectualidad burguesa que para ellos representaban lo que debería ser la clase dominante de esa nueva nación unida que deseaban.

 

Toda la obra de este grupo tuvo grandes ecos en Europa, como en la ciudad París, aunque tuvo mucha más importancia en la pintura española, con la que compartía su sensibilidad respecto a la luz. En este espacio de interacción destaca la figura del artista español Mariano Fortuny, que elaboró una técnica depurada y perfeccionista.

 

Asimismo en la exposición hay un espacio para el cine y la fotografía; el primero viene de mano  Luciano Visconti, un gran cineasta italiano, que encontró en la pintura de este grupo una fuente mágica de inspiración para sus grande dramas para los cuales usó los trajes, conflictos, paisajes y ambientaciones que los artistas creaban en sus obras. La segunda tuvo gran influencia ya que las aportaciones de la fotografía arrojaron luz a este grupo sobre la captación directa de la realidad, lo que resultó fundamental para el juego visual de las marcadas yuxtaposiciones de luces y sombras en sus obras. 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *