CANAL NOSTALGIA: Dallas
Por JON C. ALONSO
La vieja España se barnizaba entre megáfonos, papeletas, chaquetas de pana e imperdibles cogidos a las chupas de cuero. Los ochenta estaban asentando una mirada cómplice con la caja catódica, donde los culebrones más adictivos de la historia eran venezolanos. Empero, el numberone fue norteamericano. Las correrías de la familia Ewing pusieron orden en una piel de toro, que reivindicaba su taza de café y codificación lingüística. El personal alucinaba como se las gastaban los magnates del petróleo en su rancho sin vacas y rodeados de Mercedes. Envidias, trifulcas, herencias, hijos ilegítimos y teenagers rubias en versión rodeo. Dallas fue un pelotazo de audiencia y dio a conocer a uno de los mayores malvados televisivos, capaz de emocionar a Larramendi y Pla. Una generación de pequeños se convertía en bilingüe por la gracia del villano más perverso de la ciudad donde el petróleo fluye como el Rioja en la provincia de Logroño. Las noches ochenteras olían a barbacoa tejana. En el fondo, todo el mundo se hizo colega de aquel ruin, J.R. Ewing. Los nuevos monitores germanos con mando a distancia y sintonización automática, nos mostraban que las camperas del inicuo llevaban punteras metálicas.
Dicen algunos entendidos, que J.R. era una especie de agente secreto tejano que luchaba contra las fuerzas comunistas de la extinta URSS, creado por la gracia divina del ex presidente Reagan. Bien, chascarrillos a un lado: Dallas era un producto excelente. Bien escrito y dirigido por David Jacobs, que el viejo lince de la television, Leonard Katzman produjo para la CBS. Jacobs, tuvo la brillante idea de diseñar una serie sobre una rica familia, cuyo patrimonio era su compañía de petróleo. Inspirada en el viejo dramón de ganaderos en una tierra rebosante de oro negro., sus creadores transmitieron—encubiertamente— el viejo halo de la mítica Gigante, dirigida por el gran George Stevens. Tras los tiras y aflojas, de algunos detalles finales en los guiones, la noche del 2 de abril en 1978, Dallas se convirtió en parte de la historia de la televisión. Del formato original, una miniserie a modo de melodrama fue transformándose en serial por capítulos de 60 minutos, en el más puro culebrón chic. Lo que los puristas denominaron soap opera. El show de Dallas pasó a convertirse en el programa más exitoso de la historia televisiva. Filmada, íntegramente, en la ciudad de Dallas(Texas). Fue una de las auténticas novedades de aquella década. Los interiores de la serie se rodaban en los estudios de la vieja MGM, en Hollywood. Y los exteriores se instalaron en el mítico Southfork Ranch en Parker, (Texas), convertido a día de hoy en lugar de peregrinaje turístico de culto. La serie Dallas, fue un producto—esencialmente- made in Usa que trajinaba por el devenir de los conflictos diarios de la acaudalada familia Ewing y las constantes amenazas en su negocio. El patriarca, Jock Ewing (Jim Davis) que había construido la empresa, Ewing Oil, después de hacerse rico tras encontrar petróleo en las tierras que compraron como ganaderos. Comienza una vieja trifulca con la familia Barnes y un adulterio de por medio. 40 años después, los espectadores seguíamos atónitos a la respuesta de su esposa Ellie (Barbara Bel Geddes) y sus tres hijos, J.R. (Larry Hagman), Bobby (Patrick Duffy) y RayKrebbs (Steve Kanaly) —el bastardo concebido por el viejo Jock Ewing—que trabajaba de machaca en el racho. Y la guinda, de Bobby Ewing casado con Pamela Barnes, la hermosa (Victoria Principal). A la cabo de unos años, el patriarca Jock murió en accidente de helicóptero.
El hijo mayor, J.R. emergió como un líder despiadado de Ewing Oil, en contraste con su hermano Bobby, el hijo de carácter afable. J.R. pasó una década robando, dando puñaladas por la espalda, y disfrutando de la cultura del engaño. Una de sus víctimas favoritas era su esposa Sue Ellen (Linda Gray), que derivó sus frustraciones en el alcohol. Ante este maremágnum, evidentemente, el malísimo J.R. tenía todas las papeletas para recibir el célebre disparo. Aquel balazo se convirtió en fenómeno mediático del año 1981. Teniendo en propiedad el récord más alto de rating, con cerca de 360 millones de televidentes, observando el famoso disparo sobre el abyecto J.R. Ewing. La serie de televisión Dallas fue uno de las primeras en ser distribuida a nivel mundial.
Dallas fue traducida y doblada a 67 idiomas en más de 90 países, un récord que hasta hoy sigue en pie para una serie de televisión estadounidense. Larry Hagman dijo sobre la mítica serie: “No todo el mundo sirve para esto de las telenovelas… Sacar los trapos sucios en las familias y tirárselos a la cara tiene su toque cool. Eso es Dallas, un producto sexy y bien hecho”. No podemos pasar por alto el trabajo de una de las mejores actrices, de todo este reparto; Bel Geedes (actriz que todo mundo recordará en aquel magnífico papel de la legendaria Vértigo, donde era Midge Wood, la amiga del atormentado Scottie/James Stewart) la matriarca de esta familia, Ellie Ewing que ganó en dos ocasiones el globo de oro. A día de hoy se han hecho dos reposiciones una, aprovechando el 30 aniversario de la serie. La cadena CBS reunió a todos sus actores en vida para hacer una fiesta en el rancho SouthFork. Y la siguiente, una nueva continuación de la original, producida por el canal TNT (2012). Un producto lleno de Smartphones, cuerpos danone y nuevas perforaciones petrolíferas. El viejo rancho de toda la vida ha sido pulimentado en alta definición. Desgraciadamente, su estrella, el auténtico JR Ewing(Larry Hagman) fallecía el pasado mes de noviembre de 2012 a la edad de 81 años. Hay 10 episodios grabados, la crítica la ha recibido con opiniones muy diversas. La serie original se puede adquirir en formato DVD sus primeras 7 temporadas, desde 1978 en Amazon, sólo para la región 1.●
¡Qué decir! Me trae buenos recuerdos… Veraneaba en Tarragona y me impacto ver al pérfido de JR hablando en catalán. Mi madre era forofa y yo seguí su estela. Jejejeee…
¡Pedazo de entrada! Saludos, Anna