Carl Perkins, La maldición de un Rey
Por Jon C. Alonso.
Dicen que sólo vivimos una vida y en ella, sólo tenemos dos oportunidades: una la de elegir lo bueno y maravilloso de la propia vida. La segunda, que todo salga mal y poderse redimir; mientras uno respira. Algo de esta introducción tan consustancial podríamos aplicar a alguien nacido para reinar. Sin embargo, el azar y la fatalidad se lo quitaron. No obstante, la vida tiene un sabor a gozo y endorfina que sabe tan bien como el Rock&Roll. Y es que el Rock es otra historia. La vida de este rey del rock —que nunca reinó por la desgracia divina del albur— nos lleva hasta Tiptonville (Tennessee) 1932, en pleno New Deal y con más mugre que en una mina de Montana. Carl Perkins, nació en el seno de una familia muy pobre. Su infancia es propia del cinismo de Twain y la desgarradora descriptiva de Dickens. Descalzo y auxiliado por sus propios compañeros del colegio, le conferíanatuendo para que no se quedará como un tempano en los fríos inviernos del viejo Tiptonville. Una vida de las que marcan al individuo: áspera y dura. Pero siempre con el góspel de fondo haciéndola más llevadera.
Carl era un niño que prometía, su padre le regaló un guitarra—por llamarle de algún modo— que construyó con una caja de cigarros. Con apenas, siete años aquel pequeñajo tocaba su nuevo artilugio de una manera hechizante. El fin de la guerra II GM trajo un nuevo hogar para la familia Perkins en Jackson. El joven Carl se compró su primera guitarra. Fue el primer contacto con las tabernas de cuatro reales, junto a sus hermanos tocando temas inspirados en los clásicos de Elvis Presley. Ganó un concurso de jóvenes talentos con la canción, “Movie Magg”, tema que más tarde llevaría a Sun Records. Antes de aquel éxito tejió un clásico de la historia del rock encima de un saco de patatas; “Blue suede shoes”. Aquella canción fue un himno, que a día de hoy continua siendo tema de culto.
Perkins grabó su disco en la famosa Sun Records de Memphis y el álbum se vendió como rosquillas. Fue número uno en todo el mundo y el primer disco de la famosa discográfica que alcanzaba el millón de copias vendidas, desbancando al mítico «Heartbreak Hotel» de su colega Elvis Presley. El mismísimo, Elvis se alegraba que su amigo Carl le fuera bien, porque Carl se hacía de querer. Pocos enemigos se le conocían, excepto las tinieblas más oscuras del destino.
El 21 de marzo de1954, la carretera de Wilmigton (Delaware), aguardaba su peor venganza cuando los Perkins acudían entusiasmados al programa de Ed Sullivan. De repente, el coche se comenzó a dar vueltas de campana con un resultado desgarrador; su hermano y manager, Jay fallecía ipso facto y Carl sufría un fuerte traumatismo craneal que le dejó fuera del devenir de la música durante un año entero. Como la vida, no se para y cada día ocurre algo nuevo. Mientras contaba las facturas del hospital, Carl cayó en el alcohol. El apasionado Carl Perkins se hallaba en la cima y se había consagrado como la nueva promesa del rock. Junto a Jerry Lee Lewis, Elvis Presley, Buddy Holly, Roy Orbirson, Johnny Cash — o, el mismísimo Bo Diddley— herederos de un trono único, creado por Bill Haley. Él sabía que aquellos viejos zapatos de gamuza azul le darían el soñado cetro con el que soñaba de pequeño.
Su estrella de la fortuna se había marchado. La depresión se acrecentó y solo encontraba consuelo en la botella de Bourbon. Las secuelas del accidente, lo habían hundido. Mientras asistía como un espectador más al fulgurante asalto del trono de Elvis. El nuevo rey blanco versionó su «Blue SuedeShoes» consiguiendo la cúspide del Rock. La carrera de Elvis Presley era imparable y se había hecho con el dominio del mítico Blue Suede Shoes. EP grabó en dos ocasiones esta canción: la primera en 1956 y la segunda en 1960. Después de Elvis, fueron muchas las canciones creadas por el gran Perkins que han sido versionadas por otros, comoJohnny Cash que fue número uno con «Daddy Sang Bass», y Dolly Parton alcanzó notable éxito con «Silver and Gold». The Beatles también interpretó con gran éxito «Matchbox», «Honey Don’t» y «Everybody’s Trying To Be My Baby», casi todos temas fueron recorveados por la banda de Liverpool.
La década de los 70, gracias a los Beatles y su constante reivindicación de la figura del fenómeno de Tiptonville, hicieron que Perkins fuera abandonado su estado depresivoy apareciera de nuevo en la escena musical. Una nueva gira ayudo a expiar sus tormentos y junto a otro grande—viejo amigo—Johnny Cash,participó en el show country. Lo que le dio nuevas energías para afrontar la década de los 80. Volver a sonreír y resurgir de su sempiterno destierro. Un nuevo revival del género del que fue pionero; el rockabilly pondría a Perkins de nuevo en la ola de la notoriedad.
Volvió a grabar su mítico «Blue Suede Shoes», realizó varios especiales para televisiones y retornó a los legendarios Sun Records para grabar un disco con sus viejos amigos; Johnny Cash o Jerry Lee Lewis. Carl recorre el mundo recreando el Rock & RolI que él ayudó a instaurar. Su guitarra volvió a erguirse punzante. Su ritmo frenético entusiasmaba a un público entregado, que reconocía lo que había sido este genio del Rock. Los famosos Zapatos rugían de nuevo. En 1987 Perkins fue incluido en el prestigioso Rock and Roll Hall of Fame. Su último disco fue un álbum de colaboraciones que lanzó en 1996. Año, el cual, llevo a cabo una gira y visitó nuestro país. Tocó en Barcelona donde obtuvo maravillosas críticas. En 1997 dio su último gran concierto en Londres. Al año siguiente, en Enero de 1998 Carl Perkins fallecía a los 65 años. El cáncer de garganta, acechaba. Pero lo que le estaba matando eran los ataques de embolia. Al final, su salud se deterioraba a una velocidad de vértigo. En su funeral, el eterno George Harrison interpretó «Your True Love» in memoriam. El rey de la larga sonrisa, yace en Jackson con zapatos de gamuza azul.
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Desde luego, Jon que sabes sacarle la punta a los lápices. No conocía a este gran músico. Me ha maravillado descubrir el azar de la vida…
¡Nunca te acostarás sin saber una cosa más. Es buenísimo!!!
Saludos, Anna
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