Entrevista a Pedro Trujillo sobre su obra y el metalenguaje
Por Rosario María Fabelo Cabrera.
Pedro Trujillo Arroche es uno de esos buenos artistas que innovan su arte en cada una de sus obras. Ahora mismo está organizando una exposición basada en el metalenguaje, que es un expresión que se utiliza para hablar de otro lenguaje.
Esta es la presentación de su obra: La propuesta expositiva que propongo, se separa de los modelos expositivos convencionales del arte contemporáneo. Acostumbrados a los modelos basados en el “White Box”, acerco la obra de arte al espectador, desde el metalenguaje. [metalenguaje ] es “Asomarse a esta proposición de instalación”: abrir la ventana del artista.
Artista licenciado en Bellas Artes por la Universidad de la Laguna, pero aparte de su dedicación académica no ha dudado en trabajar con profesionales en materias que favorecían su formación. Entre ellos Martín Chirino, Matías Díaz Padrón, y Antonio López , jefe de conservación del Museo del Prado.
Es un gran artista y también una persona muy amable que no dudó ni un momento en responder a mis preguntas.
– ¿Pintas por ocio u oficio?
Me dedico de forma profesional desde hace muchos años. Desde muy temprana edad, a los 4 años empezaba a hacer mis primeros dibujos y cuando tenía entre 12 y 13 realizaba los primeros retratos. En un principio eran compañeros del colegio y luego a amigos y familiares. Estudié pintura y dibujo hasta que en el año 1995 inicié los cursos oficiales en bellas artes. En conclusión, es mi profesión y me dedico exclusivamente a ello.
– ¿Qué quieres transmitir con tus cuadros?
Creo firmemente que la obra de arte debe transmitir una idea y / o sensaciones. Para ello un artista debe tener tres factores básicos: inteligencia, talento y sensibilidad.
Con respecto a la idea, llevo trabajando durante años el concepto del [METALENGUAJE PICTÓRICO ] . El mismo consiste en explicar la pintura a través de la pintura. Todo ello desde un punto de vista positivo y entusiasta.
Por otro lado, cuando me refiero a las sensaciones, debo decir que es una necesidad vital y absoluta. No me puedo imaginar abrir un libro y que no me transmita sensaciones el escritor o escuchar un piano y que el intérprete no muestre pasión sobre el contenido de la obra.
En el ámbito de la pintura creo que es algo muy parecido. Con independencia de la idea que se esté trabajando, el artista debería posicionar sus pulsiones en favor del mensaje a comunicar.
– ¿De dónde viene tu inspiración?
De ver otra realidad. Me considero una persona crítica e inconformista. El hecho de tener esas actitudes hace que mi mente intente buscar otras soluciones a soluciones ya dadas y creo que ahí es donde se empieza a generar el concepto de la inspiración. Es una especie de tensión asociada a la creatividad de manera racional o irracional, consciente o inconsciente. A ello se me une la pasión por darle forma a ese pensamiento que deseo abarcar a la hora de crear. En sentido práctico, me puedo inspirar en las cosas más inverosímiles. No sabría decir con exactitud, pero si en cosas que tengan algo interesante que decir.
– ¿Tienes algún pintor como referente?
A pesar que tenga predilección por autores o movimientos concretos, mis referentes son muchos. Incluso no practicando valores artísticos de artistas concretos si me han podido influir. El abanico de referentes es muy extenso. Desde los artistas de la prehistoria, la armonía de la escuela renacentista, las sensaciones oníricas de la pintura de los “Nazarenos”, la locuacidad del arte utópico de S.XVIII, Velázquez, Rembrandt, la impronta del impresionismo francés y español, la escuela inglesa del S.XX, el expresionismo abstracto alemán, el arte conceptual de principio del S.XX, la genialidad de Picasso, los textos de Gustavo Torner, los textos de Kandinsky… En fin, un largo etcétera. Podría concluir que me gusta ver y leer las cuestiones más elevadas en el ámbito del arte y el ser humano, con independencia de su estilo ó época.
Paradójicamente, este año 2013 he trabajado con una galería en Tenerife que rompe los esquemas que he dicho anteriormente y los responsables de la misma son auténticos profesionales y sobretodo, tienen una gestión objetivamente ejemplar.
– ¿Crees que el arte esta infravalorado en cuestión de ayudas?
En el caso de referirnos a ayudas públicas o institucionales he de responder que si. Especialmente si hablamos en las latitudes del sur de Europa. Si hablamos de ayudas privadas es otra cuestión. Existen y hay que buscarlas.
También me gustaría destacar que esas ayudas a las que podrías referirte, en ocasiones, se dedican a asuntos sin trascendencia. Las ayudas debieran para alguien que ve éstas desde una condición de compromiso con el arte.
Volviendo con las ayudas públicas he de decir que durante muchos años de formación he obtenido becas de estudio en varias universidades españolas e instituciones europeas. En mi caso se deben a un perfil curricular que las universidades han valorado de manera objetiva en convocatorias nacionales del Ministerio de Educación.
– ¿Es difícil encontrar galerías de arte dispuestas a exponer tu colección?
Creo que el hándicap no es encontrar galerías de arte que estén dispuestas a exhibir mi obra. Lo difícil es encontrar buenas galerías de arte –que trabajen de forma profesional y con las que se pueda firmar contratos de colaboración- que apuesten por artistas con proyección y que arriesguen en trabajar con ellos.
He tenido la suerte de trabajar con galerías nacionales e internacionales pero una gran mayoría, miran a metas no alcanzables a corto plazo. En definitiva, es algo intrínseco al ser humano en la era postmoderna; no sólo una cuestión de galeristas.
Otro factor que encuentro en las galerías es que intentan buscar algo nuevo y original pero la paradoja es que vas a Ferias de Arte Internacionales y se puede apreciar una repetición incesante piezas parecidas, con independencia al artista o a la nacionalidad de éste.
– A la hora de vender te encuentras ante una situación fácil o difícil ¿Crees que se puede vivir del arte?
Para ser franco, vender obras de arte no es fácil. Tengo la suerte de conocer coleccionistas que invierten en mi obra. Realmente sin ellos no podría vivir del arte. Además es curioso porque no sólo son coleccionistas de reconocido prestigio sino que también hay neófitos. No son únicamente los coleccionistas que históricamente estamos acostumbrados a tener en la cabeza.
Aún así, el próximo año se estrenará el Programa Arroche Art Studio “Collector”. Dicho programa es una iniciativa de vanguardia de mecenazgo y coleccionismo del arte que basado en la adquisición de obras de arte en las temáticas de Grabado Objetual y [METALENGUAJE PICTÓRICO ].
El mismo consiste en una [ simbiosis ] entre el coleccionista / mecenas y Arroche Art Studio. La relación se basa en una aportación cultural y la entrega de una obra de arte a las personas vinculadas a este concreto y exclusivo programa.