Hablamos con Fran Granada, director de "Omega"
Por Alicia Ibarra Gámez.
El Festival Internacional de Cine Fantástico de Cataluña, o más comúnmente conocido como el Festival de Sitges, está a la vuelta de la esquina. Desde 1968 se celebra cada mes de octubre ofreciéndonos una cartelera que se mueve entre la fantasía y el terror. Poco a poco ha ido consolidándose pasando a ser uno de los principales festivales de cine europeos, recibiendo las visitas de Quentin Tarantino o Guillermo del Toro.
Y qué mejor manera de apoyar al cine que conociendo más el making off de las películas y a sus directores. En esta ocasión hemos decidido entrevistar a uno de los protagonistas del Festival de Sitges este año: el director Fran Granada, creador y productor del cortometraje “Omega”; seleccionado para el festival.
“Omega” es un cortometraje que habla de la superación y la supervivencia a la que está sometida el ser humano en situaciones límite. Podríamos definirlo como un reflejo de la propia vida del director antes y después de la pérdida de un ser querido; pero lo que realmente nos ha gustado del corto es que lejos de refugiarse en el sentimentalismo, ha intentado enfocar la historia hacia el cine fantástico y apocalíptico. Esa manera de dirigir la historia, iluminarla de optimismo y producirla sin un solo euro, ha sido lo que ha nuestro juicio le ha llevado hasta el Festival de Sitges. El talento no entiende de dinero, sino de imaginación.
- 1. ¿Por qué el nombre de “Omega”?
Desde que escribí el guión tuve en mente muchos títulos, pero finalmente “Omega” fue el único que condensaba todo el simbolismo del cortometraje en una sola palabra. “Omega” es la última letra del alfabeto griego, un final cerrado, sin embargo en el corto vemos como ese “final” también representa un legado de madre a hija en la forma de un collar y por lo tanto un nuevo comienzo. Mi intención no era otra que la de plantear el final como un nuevo inicio lleno de esperanza.
2. Por lo que hemos leído en la biografía, ¿Hasta qué punto “Omega” está relacionado con tu vida personal?
Ciertamente este cortometraje es un trozo de mi alma, es un homenaje a mi madre, fallecida el pasado mes de diciembre. “Omega” es una historia sobre la supervivencia tras el dolor, lo importante que es el recuerdo, las enseñanzas de aquellos a los que amamos y la marca que dejan en nosotros una vez no están; y que, pese a su ausencia, guían nuestro camino.
3. ¿Cuáles son tus influencias cinematográficas?
Hay muchos directores en los que encuentro inspiración. Me encanta Spielberg, Cuarón, Cameron, Amenábar, Scorsese, Nolan… Podría hacer una lista interminable de detalles que me encantan de cada uno de ellos. Me gustan las historias crudas y que plantean temas emocionalmente duros y directos; me apasiona utilizar elementos fantásticos como mecanismo para explicar emociones y situaciones extremadamente reales.
4. La interpretación de la protagonista, de tan sólo 9 años, nos ha dejado sorprendidos, ¿En qué te has basado para elegir a los actores?
La protagonista no es más que el reflejo de mi sentimiento, ante los 2 años de dura enfermedad de mi madre y a su muerte. No importa la edad que tenga, yo soy un niño huérfano tratando de sobrevivir sin ella en un mundo que ahora me resulta mucho más gris y difícil. Por otra parte, la madre es la guía, la fuente de conocimientos y la protección. En este caso, tanto Carla (la pequeña) como Laura hacen un papel realmente fantástico.
5. Sin un solo euro de inversión ha llegado ni más ni menos que a Sitges y hace competencia a otras de alto presupuesto. ¿Por qué crees que ha sido elegida? ¿Qué crees que hace especial a “Omega”?
Me gustaría creer que “Omega” refleja de algún modo mi talento y que el talento en sí mismo no precisa de un gran presupuesto para mostrarse. Hay grandes ideas llevadas a cabo con muy poco dinero y se convierten en películas excepcionales. Escribí el guión sin reparar en imaginación, no quise cortarme las alas; me di libertad para crear todo lo que quise sobre el papel y me propuse hacerlo sin invertir ni un solo euro. La fe en mi proyecto ha sido finalmente la mejor baza para llevarlo a cabo.
6. ¿Qué implica para ti tanto a nivel personal como profesional estar en el Festival de Sitges de este año?
¿Sinceramente? Mi mayor deseo era ver el nombre de mi madre en una pantalla grande en uno de los mejores festivales de cine del mundo. Este corto es de ella, no mío. De momento no pienso en la repercusión que pueda tener a nivel profesional para mí.
7. ¿Qué proyectos de futuro tienes en mente?
¡Muchos! Tengo varios guiones escritos, desde un musical hasta un drama romántico en un contexto de ciencia ficción. Quiero investigar todos los géneros.
8. Si hubiera la posibilidad o una propuesta determinada, ¿Te lanzarías a trabajar con una gran productora o apuestas por el cine independiente?
Lo cierto es que me encantaría poder contar con una productora que creyera en mi proyecto y, por supuesto, me lanzaría a cualquier propuesta que me diera libertad creativa. Sea como sea, y con presupuesto o sin él, voy a hacer cine.
9. Si el Festival de Sitges te abriera puertas, ¿Estarías dispuesto a realizar un largometraje? ¿Alguna vez has pensado en ello? ¿Cómo te gustaría que fuese?
Pues la verdad es que me gustaría mucho y tengo varias ideas en mente […]. Mi mayor preocupación sería que el guión y la interpretación no fueran buenos, cosas en las que si te fijas, realmente no precisan de un derroche de producción. Y es que una vez más creo que lo más importante del buen cine no es lo que más dinero cuesta.
10. ¿Qué película, disco y libro nos recomendarías?
Uf, que difícil me lo has puesto ahora… ¡Me gustan demasiados! Veamos…voy a alejarme de los clichés. La película sería “Pleasantville” de Gary Ross, que es un film que comienza siendo una tv movie y termina convirtiéndose en una preciosa fábula artísticamente fantástica. Mi disco sería “Talk on corners” de The Corrs por muchos motivos, entre ellos, su cantante principal; pero sobre todo porque cada canción me recuerda a un momento de mi infancia. Y mi libro sería “A sangre fría” de Capote. Me apasiona, es directo, crudo y desgarrador.