Umm Kalzum, el astro del oriente.
Por Thomas Mulvad.
Cuando los ciudadanos de la ciudad de Mansourase en Egipto se despertaron una mañana de febrero de 2012 dieron un grito angustiado que hizo eco en todo Egipto. Durante la noche, una estatua de la querida cantante Umm Kalzum se había puesto la prenda tracicional musulmana, el niqab, que cubre toda la cara de la mujer. La cantante campesina egipcia que durante gran parte del siglo veinte fue el símbolo de la Arabia moderna y la primera mujer de Egipto, había sido violada de una manera muy controversial. Quienes fueron los responsables de la acción y qué motivos tenían es difícil comprender, pero las reacciones que provocó tal acción muestran con gran claridad la importancia que sigue teniendo Umm Kalzum: Es astro del oriente en el mundo árabe.
La historia de Umm Kalzum y su creciente popularidad hasta el estatus de leyenda que alcanzó a su muerte en 1975, es la historia de una pobre chica del campo que vivía una vida tormentosa y seguió subiendo en la jerarquía egipcia hasta que llegó a una popularidad que aún superó a la del mismísimo presidente Nasser. No se sabe con certeza cuando nació Umm Kalzum, pero según las fuentes mas creíbles nació el 4 de mayo del 1904 en las afueras de la ciudad de Senbelawain. Su padre era el imán en la mezquita local. Ya desde su infancia mostró un interés en la música y particpió en varias actividades musicales en su ciudad natal. A sus 16 años fue descubierta por el cantante Mohamed Aboul Ela que empezó a enseñarle las técnicas del canto árabe. A los 23 pasó lo inevitable para cualquiera que quiere ganarse el sustento cómo cantante: tuvo que mudarse al capital, a El Cairo, donde vivió el resto de su vida. Allí floreció su carrera musical y por su gran voz fue rápidamente reconocida y valorada como una cantante extraordinaria. Empezó a moverse en las altas esferas de la sociedad de El Cairo y también participó en los ámbitos bohemios de El Cairo. A pesar de todo, Kalzum logró mantener los valores conservadores que había heredado de su crianza campesina. Tan inmensa llegó a ser su fama durante los años 30 que fue contratado para dar conciertos en privado en la casa real y hasta llegó a tener amistad y a asociarse con el poder real de Egipto. Después de la revolución contramonárquica en 1953 Umm Kalzum fue rechazada por las nuevos comunidades musicales de El Cairo, a pesar de que su popularidad en el pueblo egipcio seguía creciendo.
Si era un movimiento táctico consciente por parte del nuevo presidente Nasser dar sus discursos públicos justamente después que las transmisiones de los conciertos semanales de Umm Kalzum, no se sabe con certeza. Pero es cierto que los conciertos más memorables de su legado musical fueron transmitidos en directo a toda la peninsula arábica y que dejaron las calles vacias. Nasser y Umm Kalzum tenían una relación de admiracióm recíproca, desarrollaron una amistad cercana y se vieron a menudo juntos en actos oficiales. Por lo tanto Umm Kalzum también fue asociada con el nuevo orden de poder en Egipto ya que era un tipo de primera mujer de la sociedad egipcia. En los años 40 existió otra cantante de la música árabe con quién Umm Kalzum luchó por el trono como reina del canto árabe: la siria Asmahan. Asmahan era muy diferente a Umm Kalzum. Venía de la aristocracía, profesaba la religion Druze y no tenía la misma vituosidad de su voz que Kalzum. Asmahan murió después de la Segunda Guerra Mundial bajo circunstancias extrañas y Umm Kalzum se manifestó cómo la cantante árabe por excelencia
Durante los años siguientes desarrolló otras aristas de su potencial artístico y se reveló también como actriz en el nuevo cine egipcio.
Pero sobre todo, son sus conciertos públicos y televisados a millones de árabes en todo el mundo, que confirmaron su importancia y popularidad. Interpretó música escrita por varios compositores, pero particalurmente por: Zarariya Ahmed, Mohammed Wahab y los poemas de Ahmed Rahmis. Sus conciertos eran breves, con pocas canciones, a veces solo consistía de una sola canción. No tenían una duración definida y variaban según la energía presente entre Kalzum y su público. Repitó frases musicales y textuales con la dinámica de la voz variando en un intento de llegar al tarab: la condición en la música árabe en la cual los músicos y el público entran en éxtasis y se conectan. La forma libre de sus conciertos también ofrecía una música que contenía una inmediatez, que influía en el público. En este respecto, la música de Umm Kalzum difiere mucho de la música clásica europea que se caracteriza por un rigor y reglas conformadas en la sala de concierto. Los conciertos de Umm Kalzum a veces duraban varias horas, lo que también es una evidencia de que poseía una voz impresionante. Los textos que cantaba eran seculares, se trataban de la vida emocional y estaban en general caracterizados por un fuerte pathos que tenía cómo objetivo inducir al público en el tarab.
Aunque Umm Kalzum, en un nivel personal, profesaba la fe musulmana, su aparencia era secular y siempre se vistió con vestidos largos, a menudo gafas de sol y siempre un peinado impresionante. Umm Kalzum era la imagen de la mujer árabe de una manera no-sexual. Murió en 1975 y la procesión de su entierro se convirtió en uno de los eventos más grandes de la historia de Egipto. Se estima que la siguieron más que 4 millones de ciudadanos por las calles de El Cairo. Más de los que sigueron el mismísimo presidente Nasser. Se reportaron escenas caóticas en su ciudad natal al saber la noticia y mucha gente se suicidó.
Hoy en día Umm Kalzum es recordada, más que nada, cómo una de las mejores intérpretes y renovadoras de la música árabe. Tiene una estatua mítica en los ámbitos jóvenes de Egipto y es el símbolo de la historia de Egipto en el siglo XX y del panarabismo surgido despúes de la Segunda Guerra Mundial. Es el símbolo del sueño de un Arabia unida y tiene un valor nostálgico para árabes en todo el mundo. Aunque ya han transcurrido 40 años de la muerte de Umm Kalzumm, de ninguna manera es una figura olvidada. Tiene una estatus inviolable como la primera mujer en la música árabe, lo que demuestra las reacciones en Mansoura esta mañana de febrero de 2012