Entrevista a Carolina Punset por su libro "No importa de dónde vienes sino adónde vas"
Por Benito Garrido.
Todos navegamos por la vida buscándole un sentido. Yo también quise encontrar un sentido a mi vida. Un día me pregunté si los que nos dirigen no habían perdido de vista la premisa, tan evidente, de que se gobierna para hacer más felices a los ciudadanos.
No importa de donde vienes sino adónde vas. Carolina Punset. Editorial Espasa, 2013. 208 páginas. 18,90 €
Una tarde de otoño, en plena fiebre del ladrillo valenciana, Carolina Punset (Washington D.C., 1971) tiene la audacia de experimentar su propia revolución y decide llevar a la práctica su pensamiento ecologista. Pasa de ser mero testigo a parte actora. De un idealismo tenaz carente de prejuicios, surge una experiencia personal y colectiva tan inesperada como única. Carolina es abogada especialista en organizaciones no gubernamentales. A partir del año 2006 lidera en Altea (Alicante) una plataforma ciudadana ecologista, independiente y de ámbito local. No importa de donde vienes sino adónde vas es un texto inspirador y sincero que desgrana propuestas claras, expone reflexiones y plantea preguntas acerca de la política y la vida. Preguntas que todo el mundo debería hacerse.
P.- Carolina Punset es una muestra del pensamiento ecologista llevado a la política. Tu libro es una prolongación de esa convicción. Pero ¿está más cercano al idealismo práctico, o quizá a la reflexión optimista?
Sin duda alguna del idealismo práctico y realizable. No es un ensayo teórico, detrás de este libro palpita una persona que habla sin corazas, sin prejuicios y después de haber vivido una experiencia personal y colectiva única.
P.- ¿Qué conciencia indecisa o retraída buscas despertar con este libro?
La conciencia de que no hay que abandonar la ambición de transformar el mundo. Que solo es cuestión de organizarse para exigirlo, de voluntad política y de ponerse manos a la obra.
P.- En la situación de crisis que vivimos, ¿crees que el ciudadano de a pie tiene preocupaciones ecologistas? ¿O quizá precisamente, ahora más que nunca?
El ciudadano medio no tiene muchas preocupaciones ecologistas porque ningún político en activo le ha explicado que precisamente, ahora más que nunca, filiales ligadas a la ecología – como la agricultura ecológica, las renovables y la eficiencia energética- , constituyen una oportunidad de negocio y una fuente de generación de miles de empleos verdes.
P.- Ecología y política deben ir de la mano. Es algo fundamental. ¿Solo un partido verde puede priorizar el bienestar del ciudadano por encima del crecimiento económico?
No va a ser un partido verde el que consiga algo así, eso solo lo podremos conseguir el día que todos y cada uno de nosotros estemos convencidos que una transición hacia otro modelo económico es beneficiosa, necesaria y posible. Por eso yo he abandonado en parte la idea de transformar los partidos y me concentro en este libro en hablar únicamente a las personas, a la gente.
P.- Nuestro espacio vital y nuestra civilización están amenazadas por las políticas mundiales que imperan hoy día. Para frenar problemas de alcance tan global, ¿un partido ecologista debería plantearse ideas igualmente globales o empezar por el ámbito más local?
No hay que renunciar a nada. Hay que tomar medidas a nivel individual en el ámbito local (muchas las apunto en el anexo del libro) y al mismo tiempo aunar voluntades, convencer a cuanta más gente mejor para exigir a los que nos gobiernan otra manera de hacer política y medidas concretas que favorezcan el cambio.
P.- ¿Crees que la juventud actual está concienciada de los ideales verdes? ¿O es más bien clara heredera de la alienante sociedad de consumo falta de iniciativas sociales?
Hacen lo que pueden, bastante tienen con ser una de las generaciones más formadas de nuestro país y encima no encontrar trabajo. Es tremendamente injusto.
P.- Esta pregunta puede resultar muy manida, pero ¿salvar el estado del bienestar pasa por salvar al planeta?
La crisis ecológica afecta más rápida y directamente a los sectores más vulnerables y desamparados de la sociedad. Y en ese sentido sí, ecología y bienestar social están directamente ligados.
P.- En tu libro propones transformar el mundo a través del empuje colectivo. En la sociedad egoísta que hoy nos gobierna, ¿no resulta una aspiración un poco utópica?
Yo no creo que la gente sea insolidaria, particularmente en nuestro país, que tiene por ejemplo, la mayor tasa de donación de órganos del mundo. Creo solamente que están desconcertados por las circunstancias tan adversas que nos azotan y muchos no saben cómo organizarse. Lo he vivido en primera persona en mi municipio. Hay muchísima gente dispuesta a cooperar para conseguir ver con sus propios ojos utopías realizables y realizadas.
P.- ¿Cómo provocar al ciudadano, ya no solo para que colabore del ideal ecologista, sino para que salga de esa situación de apatía e indiferencia en que parece haberse hundido?
Hoy por hoy el gobierno solo ha recortado derechos laborales y se limita a esperar la vuelta de lo anterior. No se ha propuesto otro modelo productivo alternativo a la construcción. Por eso la gente no tiene esperanzas. Creo que dándole datos sobre alternativas plausibles podrían recobrar las ganas de pelear para salir adelante.
P.- Acabar con el urbanismo depredador es uno de los grandes objetivos del partido ecologista. ¿Es quizás también una vía más para acabar con la corrupción?
Urbanizar espacios que eran de todos es privatizar la naturaleza y produce daños irreversibles en el territorio. Ya no les queda litoral que saquear. De los 108 kilómetros de costa que tiene Valencia solo quedan 11 kilómetros de playa virgen. Y encima, el boom inmobiliario ha sido efectivamente la principal fuente de corrupción en nuestro país. En consecuencia acabar con el urbanismo depredador y sobre todo, proteger lo que nos queda es fundamental.
P.- ¿Cómo se hace alternativa política al actual bipartidismo español?
Solo cabe apostar por los partidos pequeños o transformar a los grandes. Yo apuesto por ambas vías a la vez. Es esencial que el PP y el PSOE entiendan que no volverán a recuperar la confianza de los ciudadanos hasta que dejen de actuar de forma sectaria y nos permitan elegir a los candidatos mediante listas abiertas. Tampoco es de recibo la disciplina de voto que convierte a los políticos en meros siervos de su formación política en lugar de estar al servicio del ciudadano que los eligió.
P.- ¿Hay que acabar de una vez por todas con las listas cerradas?
Debería ser la exigencia número uno de todos nosotros. No puede ser que los partidos políticos sigan siendo estructuras cerradas y antidemocráticas sobre las que no podemos decidir y encima subvencionadas con nuestros impuestos.
P.- ¿Cómo una abogada que quería ser juez termina metiéndose en política?
La política tiene algo mágico y poderoso. Remueve conciencias, permite influir y con ella se puede conseguir casi todo, incluso cambiar el mundo. Es cuestión de voluntad política.
P.- Altea, pueblo en el que eres concejal, se ha convertido en referente medioambiental y de la agricultura ecológica. ¿Muchos enfrentamientos hasta llegar ahí?
Más que enfrentamientos, muchas dificultades porque cada vez que uno intenta poner en marcha una iniciativa se desata una cascada de reacciones de resistencia al cambio.
P.- ¿Tienes ya nuevos proyectos políticos o editoriales?
Paso a paso, de momento estoy solo concentrada en mi trabajo como concejala de urbanismo en el ayuntamiento y en conseguir que este libro llegue al mayor número de lectores posible. La vida no da para más, ¡que tampoco podemos olvidarnos de la familia!
Hola yo admiro a las personas con iniciativa y que no se conforman, a mi padre le gusta mucho leer libros con temas interesantes. Aquí en México hay crisis de lectores, el otro dia mi pareja y yo comentábamos que es por tanto pensamiento mágico en nuestros compatriotas. Somos nobles pero estamos atrapados en muchas creencias erróneas. Yo haré lo que me corresponde, no puedo hacer mas. Saludos!