Crónicas ligerasEscena

Yllana + 3 violinistas + 1 violonchelista = PaGAGnini

Por Horacio Otheguy Riveira

El virtuosismo musical elevado a la máxima potencia de lo burlesco con cuatro artistas que se ríen de todo y en todo son los mejores.

Ara Malikian, libanés de familia armenia, desde niño dedicado full time a la música. Violinista virtuoso con amplio dominio de géneros formado en las mejores escuelas, no sólo recorre mundo participando en bandas sonoras de películas y en destacadas orquestas sinfónicas, sino que en cuanto puede se escapa y expande lo más posible su vertiente de clown, con un espíritu festivo que, con Yllana, impregna este espectáculo junto a tres formidables compañeros de ruta:

Eduardo Ortega, madrileño, violinista de la Sinfónica de la Comunidad de Madrid, tras una serie de estudios con grandes maestros de música clásica y contemporánea, y notable experiencia en otros géneros como el jazz. Fernando Clemente, sevillano, violinista formado en el Conservatorio de Sevilla, técnico de imagen y sonido, y como sus compañeros, artista multidisciplinar, con especial interés en el flamenco jazz. Gartxot Ortiz, navarro, violonchelista desde la infancia y cocinero experto desde la adolescencia, creador de un grupo de cámara que dejó para dedicarse a la enseñanza musical para niños y a la teatralidad de la música, habitual colaborador en las puestas en escena de la Compañía Nacional de Teatro Clásico.

Una fiesta con patatús y beso robado

No sólo tocan sus violines/violonchelo en las posiciones más enrevesadas y siempre de manera virtuosa: además bailan y brincan y, sobre todo, juegan como niños en completa libertad. Por sus manos y su disloque desfilan temas clásicos muy conocidos: desde la Carmen de Bizet y La vida breve de Manuel de Falla o un sublime Boccherini hasta la apoteosis del largo bis con espléndido Vivaldi a todo tren, rumbo a la mayor fantasía que el espectador se proponga en su vida.

Hasta que los cuatro acaban sumamente fatigados y caen al suelo en absoluto patatús, lanzando al aire los arcos con que han dado vida a sus instrumentos de cuerda.

Y es que a lo largo de hora y media no hay respiro, todo se agita en una espiral de sorpresas con brillante parodia a la pompa y formalidad de los intérpretes de música clásica y su ya legendario pánico al director: aquí se trata del maestro Ara Malikian especialmente divertido, con un sorprendente dominio del clown, que impone su voluntad no imponiendo nada; pero, eso sí, surgiendo como superstar desde el subsuelo del escenario, envuelto como un divo en nube de humo blanco para pánico de los pobres musiqueros que tendrá que dirigir con rigurosa falta de rigor.

Pagagnini

Aparición estelar que dará juego para que todos se luzcan en sus diversas y generosas posibilidades: el violonchelista Gartxot —el más robusto de la casa— baila más que ninguno y manipula unas castañuelas que levanta ovaciones al excelso ritmo de una secuencia de La vida breve; Ortega crea su propia mesa de mezclas en un número de music-hall de gran impacto, logrando un encadenado de melodías sorprendente; los arcos con que todos hacen sonar sus instrumentos también sirven de lanzas que se clavan en el suelo, de espadas en lucha de espadachines, y sus propios instrumentos de pronto se convierten en objetos percusivos, y sus voces se convierten en emotiva coral para acompañar al más bajito de la tribu, Fernando Clemente, encargado de la historia de amor de la noche.

Vivamente enamorado de la espectadora que ha participado en un número de música contemporánea (del que no adelanto nada porque es más divertido si nada se sabe), el violinista Fernando se convierte en un niño atribulado que patalea porque ya no está su mon amour, luego en un adolescente buscón y pelma que la acosa con infatigables Je t´aime y, finalmente, se transforma en todo un hombre que canta a su enamorada hasta que no puede más y la vuelve a buscar entre el público… y no cede hasta lograr robarle un beso, para éxtasis del público que llena la sala.

Homenajes surtidos

Entre risas con momentazos sentimentales de buen fuste, PaGAGnini rinde homenaje a Niccolò Paganini Bocciardo (República de Génova, 1782- Niza, Reino de Cerdeña, 1840), músico y compositor, reconocido como uno de los mejores violinistas de la historia.

Mas también rinde homenaje al arte de seducir sin palabras, con la atracción de los mágicos sonidos que han surcado la historia de la humanidad encorsetados en teatros de élite y con interpretaciones sólo para entendidos.

Homenaje, en fin, a nosotros mismos, espectadores agradecidos a los muchos años que Yllana nos viene brindando la gran reconquista de la civilización mofándose de ella sin piedad, pero con mucho amor y placentera imaginación.

 Pagagnini

PaGAGnini

Idea original: Yllana y Ara Malikian

Creación y dirección: Yllana

Dirección artística: David Ottone, Juan Francisco Ramos

Creación musical: Ara Malikian, Eduardo Ortega, Gartxot Ortiz, Thomas Potiron

Director musical: Ara Malikian

Intérpretes: Ara Malikian, Eduardo Ortega, Gartxot Ortiz, Fernando Clemente

Lugar: Teatro Caser-Calderón

Fechas: Del 21 de septiembre al 13 de octubre de 2013

Tras larga gira, reposición en el TEATRO INFANTA ISABEL, los domingos a las 18 horas, hasta el 10 de marzo 2019.

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