LA AGENCIA
Por JUAN LUIS MARÍN. Corren malos tiempos para los escritores. O eso dicen. Que si es muy difícil publicar, que si no hay espacio para los nuevos autores… Algo que sufrí durante años. Y en silencio. Porque no conocía a nadie como yo, un proyecto de escritor que era rechazado por editoriales y Agencias literarias. Año tras año. Novela tras novela. Hasta que un buen día sonó la flauta. Publiqué. Y una Agencia se interesó por mí.
Algunas cosas han cambiado desde entonces. Entre ellas, y es una de las más importantes, que estoy conociendo a otros como yo. Quienes, de un modo u otro, con o sin Agencia, consiguen publicar. De modo que me pregunto si realmente las cosas están tan mal para nosotros como dicen. Eso sí, el modo en que sucede nada tiene que ver con el que imaginamos hace años cuando decidimos dedicarnos a esto. Leímos en los libros. O vimos en las películas. Las tiradas son pequeñas, la distribución una lotería, la mayor parte de la promoción corre de tu cuenta (estoy haciendo un máster en community manager a base de bien), en ocasiones piensas que tu editor no es real, sino un holograma… Y, por supuesto, el dinero que puedas ganar no pasa de anécdota.
Pero te da igual. Porque lo importante es que tenías una historia que querías compartir… y ahora está al alcance de quien quiera leerla. Al tiempo que tu vida de «escritor» se asienta. Porque es una vida como otra cualquiera. Eso sí, elegida por ti. Como las de los 10 asesinos a sueldo de otra Agencia, la de Borja Cabrero. Con 10 vidas muy distintas a la que imaginamos que podría corresponderle a un asesino de verdad. Que vimos en las películas… o leímos en los libros. Porque son personajes de carne y hueso. Que dieron sus primeros pasos en solitario hasta encontrar a otros como ellos. Los motivos podían ser distintos. El fin… no tanto. Y así, estos 10 asesinos se embarcaron en una aventura vital donde los peligros son reales, el pasado no deja de perseguirles y el verdadero éxito no es vender libros… sino continuar con vida.
La agencia es como una de las peliculas de los 80 y principios de los 90 donde los héroes no lo eran tanto: Joe el último boy scout Hallenbeck, Martin arma letal Riggs, León el profesional, Nikita… Ni buenos ni malos, como aquellos inolvidables Sospechosos Habituales. Duros con corazón que, como Creasy desatando El fuego de la venganza, o Brian Mills llevando a cabo su Venganza, se han ido colando en las décadas posteriores, rodeados de pimpollos a quienes solo se les pide lucir palmito y menos luces que un ladrillo.
A Borja Cabrero no le lleva ninguna Agencia. Pero aún así tiene la suya en las librerías. Porque eligió. Y no ha parado hasta conseguirlo.
Su novela está dedicada a los leales.
Que pueden ser muchos… Empezando por él.
Que es leal a sí mismo.
La única forma de conseguir las cosas… al menos las que merecen la pena.
Cosas que si no estás seguro de querer (o poder) hacer…
Mejor No hagas…
http://youtu.be/2IT6F9FMhLY