Millán Salcedo: 'De verden cuando', corazón de payaso
Por Horacio Hotheguy Riveira
Una biografía insólita para el comienzo de una carrera de risas: Nada más nacer mis padres se han dado cuenta inmediatamente de que han tenido otro hijo.
En una pista serena, sin fieras ni trapecistas temerarios, Millán Salcedo es todo él teatro y circo, rumbosa banda de pueblo, rey de la copla, y sobre todo un espléndido payaso, tal vez el último de su generación, capaz de confabularse con Josema Yuste para crear un dúo inolvidable, y de aquel Martes y Trece, avanzar, a veces trastabillando, dando tumbos en diversas series de televisión, o escribiendo libros sorprendentes, como, por ejemplo, una novela en la que se atreve a todo en un birlibirloque surrealista. Una novela que en 2005 impactó por su idílico título, comienzo de la torturada historia de un niño entre sotanas: Cuando la aurora tiende su manto, comienzo de una canción estudiantil de autor anónimo, aún cantada por muchas Tunas:
Cuando la aurora tiende su manto
Y el firmamento viste de azul
No hay un lucero que brille tanto
Como esos ojos que tienes tú.
Zarzuelas sin comicidad y un Herodes asombroso
Luego volvió al disparate cómico-festivo con el rastro de amargura de los mayores payasos: esa mirada escalofriante que flota entre las risas mofándose del exceso de dramatismo que en general le ponemos a muchas cosas de la vida. El título venía de las carcajadas de Martes y Trece: Sufro bucho.
Y de pronto sorpresas teatralmente colosales que recibieron diversos galardones de los exigentes cerebrines del Show Business Nacional: fue un crack cantando zarzuelas de gran éxito como Los hijos del Capitán Grant en tres oportunidades en el Teatro de la Zarzuela: no era un personaje cómico, pero él dominaba el escenario y fascinaba con una voz cautivante. Más tarde, en el Teatro Español, Es la eterna canción, la intimista zarzuela del maestro Sorozábal, interpretando a un galán modosamente simpático.
Pero lo que le coronó de gloria y, lamentablemente, no encontró continuidad fue una creación en la Salomé de Oscar Wilde interpretando a Herodes: el difícil personaje fue encargado a Millán por el siempre audaz Miguel Narros, uno de los más grandes de la escena española recientemente fallecido: “Fue el papel de mi vida, una increíble oportunidad que me dio Narros. En ese trabajo me ayudó a descubrir muchas posibilidades actorales que desconocía dentro de mí, técnicas y sentimientos para abordar un personaje infecto e histriónico, con la satisfacción de trabajar con dos compañeras que me ayudaron muchísimo como María Adánez y Elisa Matilla”.
De verden cuando es risa y sonrisa
El actor-cantante-humorista se impone en un monólogo que inició hace tiempo y que ahora revisita, mejora y enriquece con improvisaciones de resultado desigual, entre aciertos bien pensados, chistes malos contados con mucha gracia y notables pataletas contra la actualidad política y social, a ratos con nombres y apellidos. Él mismo sabe festejarse y venderse con la ternura y el desparpajo que el público le aplaude incondicionalmente: “La verdad es que nada más nacer, mis padres se dan cuenta inmediatamente de que han tenido otro hijo, y deciden querellarse contra la comadrona quien les había asegurado el nacimiento de una hija. La demanda no prospera y el juez se ve obligado a colgar la toga y a fugarse con la comadrona actualmente en paradero desconocido”.
“Así las cosas, De verden cuando es risa y sonrisa. Es la sal, la pimienta y el aceite de reñur. Es biografía, humor, homenajes, complicidad, canciones… Recuerdos de un lirismo emocionado.”
En el piano-bar de Millán hay muchos puntos altos de juerga y reflexión (emociona el encantador recuerdo de sus padres), y logra el momento más festejado cuando se ocupa con mofa y befa de los legionarios, cantando luego nada más y nada menos que Maricón de España, un triunfo de su época en Martes y Trece que reinterpreta a lo grande: vibrante homenaje a la copla con su desgarro y su sensacional parodia de lo que antes se sabía pero de lo que nada podía decirse en un batiburrillo de hipocresía cargada de peinetas y abanicos.
Millán Salcedo, hora y media de encuentro entre espectadores que se sienten amigos; una fiesta que termina con un melancólico homenaje al tiempo que ya no volverá con secuencias de algunos de sus mejores momentos en televisión. Le dejamos atrapado en la nostalgia y a su vez luchando contra ella en un universo cómico, disparatado, con capacidad para crear, función a función, un lugar muy sensible para el abrazo de un payaso formidable.
De verden cuando
Intérprete, autor y director: Millán Salcedo
Pianista: Marcos Cruz
Diseño de luces: Jaume Feixas
Diseño de sonido: Ramón Rico
Lugar: Teatro Bellas Artes, Madrid.
Fechas: Del 26 de julio al 18 de agosto de 2013.
Horario: De jueves a sábado, a las 21.00h; domingos, a las 20.00h.