Cronache Rinascimentali, de Vincenzo Castella
Por Eva Vera.
Del 25 mayo al 26 julio
Calle Doctor Fourquet, 28, Madrid
Se dice que una imagen vale más que mil palabras, y eso es lo que sucede normalmente con el arte. No necesitamos una explicación llena de tecnicismos para poder apreciar una obra, la mayoría de las veces, basta con mirarla. Esa es la intención de Vincenzo Castella (Nápoles, 1952), que, a través de la fotografía, nos muestra unas imágenes renacentistas que bien podríamos definir como “fotografía histórica”. Propongo esta definición porque en ellas podemos observar el arte renacentista, los ambientes, los detalles, la historia al fin y al cabo. Puede que sin ver estas fotografías no hubiéramos reparado en muchos detalles que se presentaban delante de nosotros.
La primera impresión es que el Renacimiento y la fotografía poco tienen que ver, o poco tienen que aprovechar el uno de la otra. Sin embargo, no es así. Uno puede ver el la escultura renacentista a través de una hoja de contacto de 20 x 25 centímetros y tener la sensación de que ese altar esta lleno de historias que contar y, como dice el propio Vincenzo Castella, de elementos invisibles (pero que están ahí). En este proyecto sobre el Renacimiento sacro en Italia, me he propuesto alcanzar un punto equidistante entre la escultura, la pintura y el polvo, dice sobre la exposición. Y así es, los altares, las columnas, las esculturas, llegan a parecer polvorientas a causa de los cientos de años que han pasado desde que se construyeran.
Castella realiza un gran trabajo técnico: los contrastes de sombras, la claridad y nitidez de las fotografías y la atención al detalle hacen que el arte renacentista se pueda expresar por sí solo.
Al final, uno tiene la sensación de haber visto una exposición del Renacimiento en toda regla, de haber visto arquitecturas tan importantes como el interior de Santa Maria Novella en Florencia, de haber conocido un poco más esa época de esplendor italiano.
Personalmente, lo mejor de Cronache Rinascimentali es que no le damos importancia al medio (la fotografía, la hoja de contacto) sino a lo que vemos, al objeto. Y eso no siempre es posible.
