Ven y ven y ven, maharajá vente conmigo…
Por Mariano Velasco
El musical ‘La esmeralda de Kapurthala’ convierte la exótica historia de la bailarina Anita Delgado en un divertido espectáculo lleno de sorpresas
La fascinante historia de Anita Delgado, una joven y bella cupletista malagueña que encandilo perdidamente a un maharajá hindú a principios del siglo XX y se convirtió en maharaní de Kapurthala (es lo que tiene tanto cantar picaronamente eso del «ven y ven y ven… chiquillo vente conmigo…») sirve de inspiración para este divertido y variado espectáculo en el que, a través de canciones, bailes, números de magia y yo qué sé cuántas cosas más, un grupo de comediantes tratará de venderle al público, por un “módico precio”, la maravillosa esmeralda de Kapurthala, que fue propiedad de la donairosa andaluza y que, según aseguran estos tunantes, está dotada de mágicos poderes a los que ningún ser humano podría resistirse.
El espectáculo, que destila aromas de cuplé, de vodevil y variedades con aires circenses al más puro estilo del teatro chino de Manolita Chen, no desprecia tampoco la interacción con el público asistente a las agradables noches del Teatro Galileo, que tiene además la oportunidad de cenar, picar algo o tomarse una refrescante caipirinha durante la representación al aire libre. Y tal vez ahí resida uno de los mayores aciertos de la propuesta…; no, no me refiero a las caipirinhas (que tampoco están nada mal), sino a la apuesta por tratar de embaucar a los espectadores en el ambiente de la época haciéndoles partícipes y protagonistas del sarao.
Hay mucha gracia y desparpajo en los cinco actores que conforman el reparto de La Esmeralda de Kapurthala, quienes dan buenas muestras de un amplio dominio de géneros, y lo mismo le levantan la chica a un voluntario forzoso que se zampan la tortilla de patatas de algún espectador despistado, o se ponen a bailar, a cantar, a tocar todo tipo de instrumentos, a contar chistes y a hacer magia potagia. Todo cabe dentro de un escenario sugerente y llamativo en el que los personajes se mueven con agilidad, apareciendo y desapareciendo, apoyados en un variado vestuario que contribuye a dotar de un ritmo frenético al espectáculo, que, en ocasiones, sólo en ocasiones, parece, no obstante, decaer.
Y es que el hecho de querer abarcar un repertorio tan variado obliga también al desarrollo argumental a hacer verdaderos equilibrios circenses sobre un cable muy fino: el que proporciona la historia de amor de la malagueña y el rajá como único hilo conductor, lo cual acaba repercutiendo en que el espectáculo tenga sus más y sus menos. De hecho, la cosa comienza flojita y el público tarda un par de números o tres en entrar en materia y cogerle el ritmo a la propuesta, que, sin embargo, alcanza su parte más divertida cerca del intermedio, con el número de la aludida «ven y ven y ven…», en el que Anita se debate entre el sí o el no a las proposiciones del maharajá. Tras el descanso, se mantiene durante un buen rato el buen tono y la diversión, hasta el punto de que las expectativas se disparan a la espera de la traca final, que en realidad nunca llega.
Entre numerosas alusiones a personajes y sucesos históricos, los actores hacen también sus aportaciones para intercalar más de una referencia a la actualidad. Y claro, como el acontecimiento que marcó la vida de Anita Delgado fue la accidentada boda de Alfonso XIII, que trajo hasta Madrid al rico maharajá enamoradizo, aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, se marcan un salto de Borbón a Borbón con doble tirabuzón y… ya saben, que si «lo siento mucho, me he equivocao y no volverá a ocurrir», que sí una tal Corina…
Lo cierto es que con su mezcla de cuento de hadas, de exotismo oriental, de pasión desatada e incontrolable, de personajes distinguidos de la alta sociedad y prominentes intelectuales comprometidos casi infantilmente con la causa de la malagueña –con Valle-Inclán a la cabeza–, la historia real de Anita Delgado posee todos los ingredientes necesarios para resultar atractiva a todo tipo de público. Prueba de ello es su sorprendente facilidad para mantener en pie un divertido y original musical, como es el caso; una ambiciosa novela –la exitosa Pasión india, de Javier Moro, es un claro ejemplo de ello–; protagonizar una biografía autorizada como la que ha escrito Elisa Vázquez de Gey o, si se me apura, incluso proporcionar carnaza para toda una temporada del Sálvame Deluxe.
La Esmerlanda de Kapurthala
Dirección: Marta Torres
Intérpretes: Roma Calderón, Santi Martínez, Delfín Caset, David Bueno, Beatriz Garrido
Lugar: Teatro Galileo
Fechas: Del 28 de junio al 7 de septiembre de 2013
Horario: De lunes a sábado, a las 22:00h.