Iberoamérica tiene Guionistas Clásicos
Iberoamérica tiene guionistas clásicos: se reconoce qué el guión es parte de la película.
Cyntia Venegas Santoyo
Guionistas iberoamericanos y especialistas en cine, dialogaron acerca de su experiencia como creadores, escritores, adaptadores, directores y productores en el Segundo Encuentro de Escritores Cinematográficos, organizado por El Garfio A.C.
El evento se realizó en las instalaciones de Centro Cultural Tlatelolco, en donde asistieron guionistas de más de 30 países.
El objetivo fue compartir la importancia de la práctica de la literatura y el arte dramático como elementos para mejorar la calidad del guión; dar a conocer el marco jurídico de los escritores cinematográficos y las condiciones del mercado para guiones en Iberoamérica.
Como parte del primer día de actividades se realizó la mesa de análisis “Panorama general de la escritura cinematográfica”, en donde el venezolano Gustavo Michelena, el colombiano Carlos Henao y el mexicano Armando Casas, afirmaron que la profesionalización de los guionistas es fundamental para poder escribir y producir mejores películas.
El ex director del Centro Universitario de Estudios Cinematográficos (CUEC), Casas, afirmó que hace falta una mejor formación de los escritores cinematográficos: “el guión es la base de todo, sin buenas bases, no se pueden obtener buenos resultados”, dijo.
El autor de “Se solicita Muchacha de Buena presencia y motorizado con moto propia”, Michelena, dijo que el guionista tiene que conocer todo el proceso del cine. Al respecto, el coautor de La Vendedora de Rosas, Henao explicó que el primer director de la película es el guionista, porque está tomando las decisiones creativas fundamentales y esenciales para que exista.
Michelena resaltó que el conocimiento del escritor en el proceso de producción es fundamental, ya que le permite ubicar su verdadera dimensión: “el guión es una suma de vidas blancas y debajo de eso hay un presupuesto que determina la hechura del guión”, precisó el venezolano.
“Nosotros como guionistas trabajamos con sentimientos humanos, nos interesa pensar en como narramos una historia y generar una estrategia de comunicación que no es una comunicación de la razón, sino una comunicación con la emoción”, explicó Henao.
“Debemos de tener una imaginación que nos permita contar cualquier historia, sin importar el presupuesto”, afirmó Michelena.
El escritor y director de “Un mundo raro”, Casas, destacó que el guionista además de conocer proceso de producción, debe entender el lenguaje de realización. Casas mencionó que también hace falta una mayor profesionalización para los críticos de cine.
Iberoamérica y sus guionistas clásicos
“Hace como un mes la cinemateca nacional hizo una presentación de lo que llamó el cine clásico y había varias películas mías y entonces descubrí -para mi sorpresa-, que yo era un clásico”, afirmó Michelena. Para Henao, el cine latinoamericano, sigue siendo hasta cierto punto conservador en su estructura: “lo interesante es que inevitablemente no podemos renunciar a ese concepto aristotélico de la estructura clásica, de tener esas historias aveces desde la linealidad”. Henao, al profundizar acerca de a quién le interesa este tipo de cine, explicó: “uno diría en un contexto que el cine mayoritario sigue siendo el que predomina. Ningún productor le va a comprar una película con un guión experimental o la va a clasificar como cine de autor, porque los productores siempre están pensando en el género. Pareciera que en Latinoamérica hay una tendencia a no renunciar a contar las historias desde una estructura clásica”, agregó.
“Siempre digo que en todo mal hay un bien, hoy por lo menos se reconoce que el guión es parte de la película, por lo menos ya se sabe eso… antes los cineastas decían que los guionistas éramos escritores y los escritores que los guionistas éramos cineastas. Los guionistas a veces estamos en la gloria y también en el infierno”, concluyó Michelena.