Desde la mujer
Por Violeta Nicolás.
Mujer. La vanguardia feminista de los años 70. Obras de la Sammlung Verbund, Viena.
Círculo de Bellas Artes
C/ Alcalá, 42, Madrid.
Hasta el 1 de septiembre
“Mujer”, en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, es una exposición sobre la mujer desde el trabajo de artistas feministas de la vanguardia artística de los años setenta. La exposición sería distinta si fuera desde la perspectiva de los hombres, este mensaje nos llega claro y alto, a los espectadores. Se entiende la importancia de la mujer en un plano activo como creadora, con un ánimo auto-identitario y performativo, que ha sabido defender su derecho a ser mujer sin imposiciones ni prejuicios.
Encontramos en la muestra, incluida en el programa de PhotoEspaña, 21 mujeres artistas, algunas de ellas muy conocidas como Esther Ferrer o Valie Export, y otras cuyo trabajo, quizás ha pasado más desapercibido hasta el momento -al menos en España- como Birgit Jungersen o Renate Bertlmann.
Sorprende el trabajo de Birgit Jungersen con sus propuestas tan directas y sutiles al cuestionar las formas de representación de la mujer en una actitud crítica. Quizá consigue este efecto al camuflarse en formatos asociados por ejemplo al género del retrato clásico en su obra «Quiero salir de aquí». Se refiere al mundo de la moda en «Yo con un trozo de piel», donde una piel le oculta los ojos, y sólo puede ser observada en tanto objeto. También encontramos un humor que nos hace cómplices de la dimensión real del tema tratado, donde el tópico machista subrayado nos hace sonreír y al momento torcer el gesto para lamentarnos porque, a pesar del tiempo transcurrido de sus fotografías, sigue estando vigente.
Renate Bertlmann, artista austriaca, crea imágenes que se graban en la retina, de gran poder conceptual y potencial poético, sin dejar a un lado cierto humor ácido. Su serie de fotografías con preservativos que parecen pezones o chupetes resulta inquietantemente bella, al mismo tiempo que divertida al imaginar el proceso de las mismas y el título «Tiernos contactos». Algunas de sus obras están construidas en cierto modo con un lenguaje perverso o fetichista, muy bien articulado a través de cierta intuición y referentes iconográficos. La novia embarazada en silla de ruedas resulta por un lado desagradable, y por otro lado ridícula, se asemeja a alguna imagen primitiva en relación a estereotipos de la mujer, puestos en cuestión desde el feminismo.
Su originalidad radica en que además de trabajar con la imagen femenina generada por la mujer, interpretó el papel del hombre, desmontando fronteras entre sexo y sexualidad.
Encontramos presente a la artista española Esther Ferrer con una serie fotográfica de la performance «Trois jours de la folie» en la Galería A de París. El registro de dicha acción revela cierta dimensión poética, los gestos de la artista resultan contenidos, al límite del sentido, recuerdan al yoga de manos. Nos hace sonreír, algo habitual en su trabajo, por ejemplo, donde aparece como oteando en un espejo, muy cerca del mismo, sin posibilidad de ver nada, nos devuelve un fragmento de la infancia en paralelo a algún instante de locura de búsqueda personal.
Valie Export, artista estadounidense, encontramos una fotografía de su performance más célebre y polémica, “Cine tactual”, quizás, una síntesis del significado de ir al cine para algunas personas en aquel momento, y reivindicativa de la libertad de la mujer sobre su propio cuerpo. La artista ataviada con una caja que cubre su torso desde la cabeza hasta la cintura, permite palpar con las manos, a través de un mini telón, sus pechos.
(Un lapsus: Valie Export, nace en Linz, Austria, no es estadounidense)