Por Fernando Olmos Galleguillos.

 

 

Las boleterías de los cines chilenos estuvieron más repletas que nunca durante el mes de septiembre de 2011. Las grandes ciudades se volcaron a las salas para ver en pantalla grande, parte de la vida de una de las mujeres más queridas del país, debido a su aporte al folclor nacional: Violeta Parra.

La película lleva el nombre Violeta se fue a los cielos (2011), que se estrena ahora en España. Está basada en un libro homónimo escrito por el hijo de la cantautora, Ángel Parra. Dirigida por Andrés Wood -conocido por otras películas como Machuca (2004), La fiebre del loco (2001), El desquite (1999) e Historias de Fútbol (1997), entre otras- la película es un eje resonante en lo dramático y en lo musical. Para quien lleva por sus venas sangre e historia chilena, encontrará en la película una buena dosis de identidad, cercanía y lugares comunes.

El largometraje es un ejercicio para los sentidos, especialmente para el cancionero nacional: las canciones más populares de Violeta Parra aparecen en el film, llevando a tararear y recordar, por ejemplo, el aprendizaje de algunas de estas melodías durante el colegio o refranes que surgen a partir de ellas. Todas son canciones representativas de las injusticias vividas en el Chile de mitad del siglo pasado, pero que a pesar del paso de los años, siguen vigentes y resonantes.

Violeta se fue a los cielos, sin embargo, es un desafío para cualquier extranjero. No cumple con las clásicas propuestas de películas biográficas, y tampoco es un simple recuento de hechos. Es la vida simple, de una chilena con letras de canciones en la lengua. Por lo anterior, necesariamente se requieren –para un no-chileno- ciertos elementos básicos de la historia de “la Violeta”,  para así comprender la idiosincrasia local  y la frecuencia en que se transmitían las emociones de la homenajeada.

La interpretación de Violeta Parra, a cargo de la actriz Francisca Gavilán, es magistral. Pareciera estar viendo a la original, aquella que se conoce por videos borrosos y en blanco y negro.

Al salir de la sala de cine, los comentarios son dos: las canciones de Violeta Parra y la personificación lograda por Francisca Gavilán. Su rostro, los gestos, incluso la voz para cantar, y el ánimo en escena, son un punto muy positivo de la cinta. Muy recomendable, por guión, fotografía y arte. Definitivamente, Violeta se fue a los cielos es una buena fuente para conocer parte de la música folclórica del país más austral del mundo.

 

 

 

Fernando Olmos es chileno. Además es periodista y futuro Máster en Estudios Internacionales.


Violeta se fue a los cielos (2011) se estrena en España este viernes 5 de julio de 2013