La novela de tu vida: Charo Ruano
Por Charo Ruano*
Al principio no sabía si llevarme aquel libro de viaje, acompañaba a una de mis hermanas en uno de sus traslados de trabajo y el libro pesaba lo suyo, pero había empezado a leerlo y aunque llevaba pocas páginas aún, estaba intrigada e inquieta. Desde siempre he sido una lectora voraz, pero eran pocos días y el equipaje era mucho. Al final pudo la impaciencia y metí el libro en la maleta.
Era verano, julio primeros años ochenta y la ciudad a la que íbamos no reunía para mí demasiados atractivos. Mi hermana madrugaba para ir al trabajo y ya desde el primer día la acompañé en el desayuno, para en cuanto ella cerraba la puerta meterme en la cama de nuevo y leer hasta la hora inexcusable de ir a buscarla para comer.
“En Castroforte del Baralla desaparece la reliquia del Cuerpo Santo, lo que rompe la tranquilidad de la vida del pueblo. Todos sabían que un día desaparecería el cuerpo, y ese día todo empezaría de nuevo. De la mano de José Bastida conoceremos la historia milenaria de esta villa desde antes de la aparición de la reliquia hasta nuestros días”. En estas cuatro líneas se encerraba una historia múltiple y laberíntica, tan formidable, tan extraordinaria, que una vez llegada a Castroforte , una vez conocido José Bastida, no pude abandonar hasta la última línea. José Bastida mente desdoblada en Joseph Bastid, Bastide, Joseph Petrovich Bastidoff, Bastideira… que recitan versos y se quejan de amores imposibles, que hablan de violencia, que son reputados gramáticos, personajes que se funden entre si y que cambian de piel. Cuenta José Bastida en tercera persona y habla de José Bastida como personaje, y este personaje se habla a sí mismo en segunda persona…Desde el principio, desde el robo de la reliquia santa nos adentramos en una estructura novelística, que va desde el desorden cronológico, los diferentes puntos de vista, el manejo de las diferentes personalidades, las formas de entender la vida, la realidad, la fantasía, lo racional y lo ideal, el mito según sean celtas o godos. Bastida, Bendaña, Barallobre… Don Torcuato, La tabla redonda… La saga/fuga es una novela total, y para mí fue un deslumbramiento absoluto. Había leído muchas novelas buenas hasta entonces, había leído con el rigor que leyó una parte de mi generación, los clásicos españoles, los rusos, los franceses, mucha novela contemporánea, pero cuando apuraba bajo una luz escasa en aquella habitación donde mi hermana descansaba, las últimas páginas de la Saga/fuga, yo descubría lo que era la literatura con mayúsculas, llena de recovecos, de misterios, de esquinas que hay que doblar, lo que era disfrutar y aprender y vivir dentro de una novela, metida para siempre en tu cabeza y escrita por un hombre del que apenas sabía nada y que curiosamente vivía a escasos metros de mí en Salamanca.
Don Gonzalo fue desde entonces una presencia constante en mi vida, fueron muchos los cafés, las charlas, fue siempre el hombre que presentó mi primer libro y los siguientes, y por eso de las casualidades y de las trágicas jugarretas del destino o de lo que sea, murió el mismo día y año que mi padre: Don Gonzalo a las cinco de la madrugada, mi padre a las diez de la mañana, el 27 de enero de 1999. Mi padre era demasiado joven. Un amigo me consoló “Piensa que se han ido juntos, en buena compañía” . Y yo por un momento pensé que serían dignos habitantes de Castroforte de Baralla.
* Charo Ruano es poeta, novelista y autora de libros infantiles. Su último libro publicado es el poemario Cada noche los lobos (Amarú, 2012).