Entrevista a Aloma Rodríguez, autora de "Solo si te mueves"
Por Benito Garrido.
Solo si te mueves es una historia de amor y también una novela coral que transcurre entre fiestas, bares de pueblo, charlas en los vestuarios, visitas a karaokes y jornadas intensivas haciendo el mismo espectáculo seis veces al día. Aloma Rodríguez ha escrito una novela de aprendizaje llena de personajes tiernos y seductores en la que hay sitio para el amor, el humor y el sexo. Licenciada en Filología Hispánica, es traductora de francés y fotógrafa. Ha publicado París tres (2007), Jóvenes y guapos (2010), y Solo si te mueves, título de su último trabajo con el que ha sido reconocida como nuevo Talento Fnac. Escribe habitualmente en Heraldo de Aragón y colabora en la revista Letras Libres.
Solo si te mueves. Aloma Rodríguez. Xordica Editorial, 2013. 176 páginas. 15,95 €
La protagonista de Solo si te mueves estudia Filología Hispánica y se va a trabajar un verano a Dinópolis, un parque temático en Teruel. En su ciudad tiene un novio, al que ella no llama novio, y un profesor de autoescuela que la anima a presentarse al examen de conducir en la última convocatoria de julio. Mientras, trabaja como actriz en los espectáculos de animación rodeada de dinosaurios, esqueletos, trajes de mascota, chicos guapos y actores que desearían estar en un lugar mejor.
Entrevista:
P.- ¿Cómo surgió la idea origen de este libro a caballo entre la novela de madurez y la experiencia personal?
Empecé a pensar en esta novela cuando salió mi primer libro, París tres. Siempre tuve claro que de mis veranos en Dinópolis podía hacer una novela, había material literario. Sin embargo, la novela pasó por muchas versiones: al principio, era una novela mucho más coral, los personajes secundarios tenían más importancia, y su presencia se fue reduciendo para que ganara más fuerza la trama amorosa y de aprendizaje de la protagonista. Pero quería que la novela sucediera en ese espacio cerrado donde el tiempo parece congelado.
P.- Recreas tus vivencias durante un verano marcado por la estancia laboral en un parque temático. ¿Volver la vista atrás siempre es una apuesta segura a la hora de escribir?
Escribir es una manera de intentar entender el mundo y a los que te rodean, y también una manera de explicar el mundo y a uno mismo. Así que creo que lo que sucede es más bien que hay algo que te obsesiona y escribir sobre eso es darle forma y explicación a esa obsesión. Escribo sobre cosas que me han pasado porque quiero entenderlas, pero soy más observadora que protagonista.
P.- Amor, humor, aprendizaje, despertar… acontecimientos y primeras experiencias que marcan. ¿Sigues un poco la estela de tus anteriores novelas?
Sí, de hecho Solo si te mueves es casi una precuela de París tres y comparte con Jóvenes y guapos dos temas: el trabajo y la amistad. Al mismo tiempo, tengo la sensación –que no sé si es del todo cierta- de haber cerrado un ciclo con esta novela, el ciclo del aprendizaje, quizá.
P.- La narradora en primera persona y en presente nos sumerge en un mundo de personajes cercanos, naturales, ciertos… ¿quizá reales? ¿inspirados en alguien próximo?
Muchos personajes están tomados de la realidad, con ciertas deformaciones o son mezcla de varias personas que conozco. El personaje menos manipulado es el de Barreiros, que creo que es el más literario. Los secundarios del parque son una mezcla de varios, quería hablar del mundo de los actores, que me fascinan por su fragilidad. A todos los personajes de la novela les tengo mucho cariño.
P.- ¿Cuánto de Aloma Rodríguez y su experiencia de vida hay en esta novela?
La protagonista se parece un poco a alguien que yo fui, aunque es mucho más lista, coqueta e ingeniosa que yo. Me reconozco más en sus defectos que en sus virtudes. Soy una observadora y trabajo con cosas que me han sucedido a mí o a gente que conozco, aunque hay manipulación y ficcionalización. No son unas memorias de mi verano en Teruel. Quiero hablar de la vida desde la ficción.
P.- Hasta los temas más profundos son tratados con un tinte de humor muy sano y característico. ¿Es esta la manera adecuada para enfrentar la vida, para no magnificar las circunstancias?
El humor es fundamental en mi manera de entender el mundo: es el prisma desde el que veo casi todo y una herramienta fundamental en mi vida cotidiana. Es un escudo de defensa y una protección. También creo que el humor es un síntoma de inteligencia, y por eso cultivo el mío. A veces corro el riesgo de convertir mi vida en un sketch de Saturday Night Live, pero merece la pena. La risa tiene algo sanador y anticancerígeno.
P.- ¿Trabajar en Dinópolis y ser Rex sería algo que recomendarías en determinado momento?
Recomiendo cualquier trabajo, siempre y cuando uno sea feliz. Yo fui bastante feliz en Dinópolis porque tuve mucha suerte con mis compañeros. Fue una buena escuela y me dio tablas. Además, me apartó de una manera casi radical de mi primera vocación de actriz.
P.- ¿Por qué este título para tu novela? Quiero recordar que era algo realmente divertido.
El título está tomado de uno de los versos de las canciones que se cantaban en los espectáculos, que compuso Juanjo Javierre. La canción habla del tiranosaurio rex y dice que “solo si te mueves él te puede ver” (que rima con rex). Sospecho, y en eso coincido con la protagonista, que Parque Jurásico era la única referencia “científica” de quien escribió los espectáculos.
P.- ¿Qué ha supuesto ser nombrada Talento Fnac por tu novela? ¿Te ha abierto puertas?
Es difícil saber qué habría sido de la novela sin el Nuevo Talento. Creo que le ha dado visibilidad, pero el libro se ha vendido en las librerías independientes, que es donde los libreros recomiendan y cuidan los libros y el refugio de los buenos lectores. Recuperando el tema del humor, lo cuento aquí: http://escritorarubia.tumblr.com/
P.- Entre los agradecimientos citas a Sergio Algora y Félix Romeo. Desde que te conozco como escritora sueles tenerlos muy presentes. ¿Cómo influyeron ellos en tu escritura?
Sergio Algora ha sido más una influencia vital que literaria: trabajé en su bar un año y medio y aprendí a ser feliz y a disfrutar de la vida. Teníamos el proyecto de que fuera mi maestro en poesía, pero no nos dio tiempo casi ni a empezar, yo quería que me diera una educación poética. De su literatura me gusta mucho la libertad que tiene de crear, imaginar e inventar.
Félix Romeo era un gran animador: siempre animaba a los demás a hacer cosas y era una persona extraordinariamente generosa. También tenía un sentido de la honradez y la justicia que espero haber copiado. Además era muy inteligente, divertido y culto: sabía de casi todo y no era celoso de sus conocimientos que compartía enriqueciendo la vida de los demás. Desde que murió, tengo la sensación de que mi mundo es un poco más pequeño.
P.- ¿Qué otros referentes literarios han marcado tu novela en general?
No sabría citar referentes concretos literarios, en cambio, sí que pensaba en algunas películas: Adventureland, que se estrenó cuando yo iba ya por la octava versión de la novela, Qué ruina de función, o Atrapado en el tiempo. También en las películas de Sofia Coppola. Félix me recomendó a David Sedaris porque tiene algunos cuentos sobre animaciones y actores disfrazados. También leí Hilo musical, de Miqui Otero, que sucedía en un parque temático. Y pensaba en El viaje a ninguna parte, de Fernando Fernán Gómez.
P.- ¿Tienes ya nuevos proyectos literarios entre manos de los que nos puedas hablar?
Tengo más o menos la mitad de lo que espero que sea mi próximo libro, para el que sí puedo citar referencias: Amarillo, de Félix Romeo, Patrimonio, de Philip Roth, Ravelstein, de Saul Bellow, Tiempo de vida, de Marcos Giralt Torrente, “Despedida”, el cuento que abre La vida cotidiana, de Daniel Gascón. Pero como todavía queda mucho trabajo, creo que es mejor dejarlo así. Estoy escribiendo un guión para una sitcom, preparando la adpatación de uno de mis cuentos a corto y pensando en la posibilidad de escribir para teatro.