La novela de tu vida: Lawrence Schimel
The Ladies Auxiliary, de Tova Mirvis
Por Lawrence Schimel
Aunque he publicado más de cien libros, no soy novelista, así que no tengo un libro que me ha influido mucho o ha cambiado mi modo de escribir novelas. Pero los libros son el prismático por el cual veo e interpreto el mundo, y hay libros que me han hecho ver el mundo (y la literatura) de otra manera después de haberlos leído.
Uno de ellos es The Ladies Auxiliary, la primera novela de Tova Mirvis, que relata una historia ambientada en la comunidad de mujeres judías ortodoxas en Memphis, Tennessee.
Aunque soy judío y tengo cierta familiaridad con algunos de las tradiciones descritas, ese mundo ortodoxo (y especialmente, ese mundo de judías ortodoxas en el la parte sur de los Estados Unidos) era tan exótico para mí como leer una historia ambientada en Laos comunista o en una tribu de inuits de Alaska.
Pero lo más novedoso era cómo estaba narrado: la mayoría de las historias de un extraño que entra en una comunidad cerrada están relatadas desde el punto de vista del extraño. (Por ejemplo, en el clásico de ciencia ficción La mano izquierda de la oscuridad, de Ursula K. LeGuin, la historia sobre un mundo donde el género no existe salvo cuando los seres entran en celo para reproducirse y cada individuo puede desarrollar un sexo u otro en cada ciclo de reproducción está relatado de punto de vista de un hombre de la tierra, que está visto como perverso porque tiene genitales todo el año y nunca cambia de género.)
En The Ladies Auxiliary, la historia está contada en primera persona del plural, desde el punto de vista de esa comunidad de mujeres. La voz misma de la historia muestra cómo nos definimos, por una historia colectiva, por nuestras tradiciones… y a la vez, demuestra la naturaleza homogeneizadora de comunidades contra una voz disidente, sea desde fuera o desde dentro. Porque incluso cuando un miembro de una comunidad esté en desacuerdo, de alguna manera u otra, ellos siguen siendo fieles a la voz mayoritaria del grueso del grupo.
Aunque no está aún traducida al castellano no quiero destripar la historia. Es una de esas buenas historias donde todos los elementos encajan perfectamente, y con razón, así que es difícil hablar de detalles concretos sin revelar demasiado. Así que sólo destriparé una para no hablar solo de generalidades: Batsheva, la protagonista, tiene un pasado muy distinto del de las otras mujeres de la novela, porque se ha convertido a la fe ortodoxa por su marido, fallecido antes del comienzo de la novela. Por eso, la exploración de la fe (por tradición o por creencia) y cómo nos conforma es un eje central de la novela. También me encantó la exploración de como Batsheva confronta su desubicación (viniendo de Nueva York al sur, un cambio mucho más radical que el que hice yo hace 14 años mudándome de Nueva York a Madrid) y cómo echa raíces, sola, en esa comunidad tan cerrada. Ella ejerce una influencia muy fuerte sobre la comunidad, pero no la cambia por completo, y a final tiene que aprender a vivir como un elemento dentro de ella tal y como está. Y la autora consigue un desenlace que se siente justo, sin que sea un final made in Hollywood.
Una exploración del individuo (y las familias) y cómo nos definimos que sigue provocándome reflexiones años después de haberla leído por primera vez.
* Lawrence Schimel es escritor y traductor. Su último libro escrito en inglés es el poemario Deleted names (A Midsummer Night’s Press) y su último libro escrito en castellano es el álbum ilustrado Volando cometas (Edicions Bellaterra).