Llegó "La chica zombie" ideada por Laura Fernández
-¿Pero qué coño te pasa?
-Tía, creo que estoy muerta. (…)
-Acabo de arrancarme un trozo de labio, Shirl.
-Ya. Y los elefantes vuelan –dijo Shirley-. ¿Dónde estás?
Actualidad editorial: La escritora y periodista Laura Fernández ha publicado recientemente nuevo libro. Se titula La chica zombie (Editorial Seix-Barral, 2013), una divertida novela sobre la dureza de la adolescencia, y al mismo tiempo una historia que refleja lo complicado que puede resultar llegar a ser uno mismo. Fernández continúa en su línea de humor gamberro para contarnos cómo Erin Fancher, una ingeniosa y habladora adolescente que un buen día al despertar se encuentra transformada en zombie.
Tenía una de aquellas llagas supurantes en la frente. Y el pelo enredado y sucio. Tenía los ojos, sus ojos azules, hundidos en las cuencas, y rodeados de unas gigantescas ojeras parduscas. Le colgaba un moco verde de la nariz. Lo tenía casi en la boca pero ni siquiera lo notaba. Sus labios resecos crujían cuando trataba de despegarlos.
Erin tiene dieciséis años y una mañana, al despertar, descubre horrorizada que su cuerpo no es lo que era: todo indica que está muerta. Pero tiene que seguir yendo a clase y, como huele mal porque se está pudriendo, su mejor amiga, Shirley, la chica más popular del instituto, no quiere saber nada de ella. ¿Está siendo Erin Fancher realmente devorada por gusanos o lo que le ocurre es solo producto de la terrible y brutal imaginación adolescente?
Como el resto de lavabos del Robert Mitchum, el célebre lavabo de chicos de la primera planta, era un estercolero. Había charcos de no se sabía qué en el suelo, las paredes estaban llenas de todas aquellas obras maestras del rotulador, buena parte de ellas firmadas por Billy Servant, alias Patilla de Elefante, alias Tío Raro, alias Puto Psicópata, y el aire estaba viciado, el olor a pis, al pis estancado del que olvida tirar de la cadena, se mezclaba con el de los cigarrillos y el de los porros y el omnipresente olor a sudor adolescente. Pero aquel día había algo más.
A través de este personaje llevado a una situación extrema, la autora pretende reírse de la adolescencia, esa compleja época en la vida de cualquiera en que todo se magnifica. Construye un mundo literario único, basado en el humor, el sentimiento de extrañeza ante lo cotidiano y las ficciones que nos contamos a nosotros mismos para seguir adelante. Mezcla entre el Gregor Samsa de Kafka, la Carrie de King y los chicos malos de Grease, la protagonista zombie de este libro se debate en la indefinición que determina el paso previo a la madurez, cuando ya no se es niño pero tampoco se es todavía adulto… todo son problemas, y todos están contra ti, y encima hueles mal.
Laura Fernández (Terrassa, 1981) es periodista. Actualmente colabora en El Mundo, Qué Leer, Mondo Sonoro y Go-Mag. Previamente pasó por Súper Pop y fue reportera de televisión. Con el seudónimo de Laura Malasaña, publicó la antología de relatos negros y absurdos Dos y dos son cinco. Los casos de Manuel Molina (2006) y, ya como Laura Fernández, la «sit-com» galáctica Bienvenidos a Welcome (2008) y su novela Wendolin Kramer (2011). Quimera publicó el primer relato de sus Historias de Rethrick: «¿Por qué, por todos los dioses galácticos, tenía que ser ELLA?»
La chica zombie. Laura Fernández. Editorial Seix-Barral, 2013. 320 páginas. 18,50 €