Ramsés II y el templo de Ramesseum

Por Rosario María  Fabelo Cabrera.

Ramsés II tercer faraón de la dinastía XIX,  fue coronado en 1279 a.C.

Era tan egocéntrico que se llegó a pensar que en todo Egipto no había una piedra que no llevará su nombre. Entre todas las magnificas construcciones del faraón, hubo una especialmente querida, erigida en Tebas a orillas del Nilo, Ramesseum.

Sus obras duraron más de veinte años y fue proyectada por los mejores especialistas del país. Es considerado como uno de los templos más grandes de todo Tebas oeste  con sus casi seis hectáreas. Aparte de el gran templo principal dedicada a su adorada esposa Nefertari y a su madre Tuya, comprenden un palacio de dependencias anexas que formaban parte de la administración del santuario.

Al ser un rey guerrero y temido  conquistador, tanto los muros exteriores como interiores están decorados con escenas de batallas, en las que puede verse al propio faraón conduciendo victorioso a su ejercito contra sus enemigos.

Otro detalle importante es la manía de Ransés II de divinizarse a si mismo, ese detalle quedo patente en las cuatro bellas estatuas colocadas estratégicamente dentro del templo  para que cada solsticio de verano e invierno los rayos de sol iluminaran a las esculturas. Éstas representaban a  Ramsés II rodeado de deidades egipcias.

Este templo estaba anexionado a la tumba del faraón en el valle de los Reyes, y se cree que era considerado como la regeneración espiritual tanto en vida como en muerte de rey.

Pero esa ya es otra historia …