Oblivion (2013) de Joseph Kosinski
Por Juan Murillo Bodas
No, parece que no escarmiento, he vuelto a las garras del cine postmoderno. Que quede claro que no sólo voy al cine a contemplar las excelencias cinematográficas de maestros contrastados como Michael Haneke, Terence Malick o Woody Allen, también me gusta ir al cine a entretenerme, a que me ofrezcan una buena historia que me haga reír, que me provoquen miedo, en fin, que me haga sentir emociones, si además el director me ofrece una mirada personal y la película está bien filmada e interpretada mejor que mejor. Bueno, ¿qué es Oblivion? Una película de ciencia ficción dirigida por Josep Kosinski (director de Tron Legacy, que por cierto no he visto), que adapta una novela gráfica escrita por él mismo.
Se trata de una de esas películas que a priori deberían ser ese prototipo de cine que busca entretenernos y al que, en principio tampoco podemos pedir demasiado… Pero mira tú por dónde, ni una cosa ni la otra, porque algunos directores postmodernos se empeñan en construir los guiones de forma enigmática, elíptica…. hurtándonos a los espectadores la posibilidad de poder seguir el argumento de la película correctamente, con esto creen poner su sello de autor innovador… no sé a vosotros pero a mí esto me pone muy nervioso; por otro lado trata de ser una reflexión sobre los peligros de colocar a la ciencia como una deidad (al menos eso he creído entender), también parece haber una especie de alegoría crítica contra las sectas (¿se habrá borrado de la cienciología Mr. Cruise? en fin… todo esto se queda en pseudoreflexión, ya que quiere contar todo lo más interesante de la película en diez minutos, mientras que el resto de la película se dedica a sacar la cámara con un puñado de travellings circulares(tan espectaculares como gratuitos) picados, panorámicas con grúa aderezados con música a todo volumen que no cubren el vacío de la historia que ha filmado, si a esto le unimos el repertorio de primeros planos de Tom Cruise (cada año que pasa actúa peor) tenemos como resultado una película muy irregular y a ratos realmente aburrida (no sé cuántas veces bostezé), el director se detiene (o mejor entretiene) en escenas que no hacen avanzar a la historia, recreándose en las escenas de Tom Cruise junto al lago oyendo a Procol Harum que más parecen de un spot publicitario que de una película…
Oblivion bebe de muchas e importantes fuentes: H. G Welles (más concretamente los capítulos iniciales de La Máquina del tiempo), en lo referente a la atmósfera visual de la película; de Phillip K. Dick en la construcción de personajes desorientados que luchan por encontrar su verdadera identidad en un mundo que está aparentemente jerarquizado, pero que en realidad es caótico; y por último en esa gran obra de la ciencia ficción que es 2001, una odisea del espacio, de esta toma la idea de que algún días las máquinas ocuparán nuestro lugar.
Las actuaciones son también irregulares frente a unos aceptables Morgan Freeman, ,Olga Kurylenko o Andrea Riseborough está un flojo (flojísimo más bien) Tom Cruise.
En definitiva, un pastiche sin gracia al que le sobra media hora, y que una vez demuestra que para crear no es condición suficiente tener buenas ideas o ideas innovadoras, también hay que saber plasmarlas en la pantalla, darles ritmo, intensidad, pasión, poesía… vida. Algo de lo que carece está irregular película.