Marcado por el odio, de Robert Wise
Por Jorge Girbau Bustos
En la 66º edición del festival de Cannes se ha rendido, en su cartel, un homenaje a la pareja de Hollywood formada por Paul Newman y Joanne Woodward que según los organizadores: «Encarna a la perfección el espíritu del cine». Esto es una muestra del buen gusto que siempre ha tenido esta cita cinematográfica. Pero analicemos un poco el impacto de esta imagen para la industria: la fotografía que muestra a los dos actores besándose fue tomada en 1963 y hoy cuando se va a cumplir el quinto aniversario del fallecimiento de este galán del cine se ha rescatado con la autorización de la actriz para que dé esplendor al evento.
Esta noticia me sirve de introducción para sacar a la luz el primer papel protagonista de Paul Newman, la primera película que interpretó Steve McQueen (aunque no aparece en los títulos de crédito) y la producción que no pudo hacer James Dean (porque se mató antes de empezar el rodaje) en Marcado por el odio, la película que dirigió Robert Wise a finales de la década de los cincuenta del siglo pasado.
Voy a empezar a desmenuzarla separándola por cuatro puntos para comprender mejor el significado de esta obra y la repercusión que ha tenido en el público sin que el mismo público se dé cuenta de ello.
- PRIMER PUNTO
¿Por qué 1956 fue tan importante para el séptimo arte?
Hay fechas para el séptimo arte imborrables que parecen tocadas por la mano de Dios… Una de ellas es 1956 por el estreno de Marcado por el odio, con esta película empezó a nacer una generación de intérpretes masculinos que se colaron en el panorama hollywoodiense para sustituir a los sex symbol veteranos; un año antes James Dean, uno de los iconos de la gran pantalla, había perdido la vida en un accidente de coche. Iba a interpretar el papel del boxeador Rocky Graziano en este filme pero, como ya he dicho antes, perdió la vida un poco antes de comenzar el rodaje así que buscaron un sustituto y encontraron otro actor que revolucionaría a la industria con su carácter interpretativo y su belleza en la gran pantalla; así nació para los espectadores otra leyenda del cine: Paul Newman que simbolizaba al nuevo y reivindicativo sex symbol de los años 60 y 70 del siglo XX.
- SEGUNDO PUNTO
¿Por qué este trabajo merece ser una obra maestra?
En este segundo punto voy a adentrarme de lleno en Marcado por el odio para ver lo que tiene a favor y también lo que tiene en contra. A día de hoy las películas sobre boxeadores ya son una realidad en la gran pantalla pero cuando se estrenó era todo un experimento cinematográfico porque el género deportivo en el cine no estaba de moda; así que para enredar al espectador se vendió como una producción biopic (cine biográfico) con un pequeño toque al cine de gángster callejeros, así se publicitó está película sobre la turbulenta vida hasta llegar a la fama mundial del boxeador Rocky Graziano campeón mundial de los pesos medios en la década de los 40 del siglo XX.
Es interesante también la construcción de la estructura cinematográficamente hablando de esta genial obra sobre vencedores y humillados por la sociedad; observemos la particular visión del arquetipo del personaje principal que llena toda la pantalla. Antes de llegar a su destino Rocky Graziano se humilla varias veces cayendo a la lona literal y metafóricamente, pero sólo lo consigue cuando llega a tocar la consumación de su trayectoria profesional; a todo esto se le añade que es una de las primeras películas sobre el mundo del boxeo que se pudo ofrecer; la cámara por primera vez se acercó al sudor y al jadeo de los púgiles regalando un ambiente claustrofóbico que se acerca más a los problemas que se enfrentan que al combate en el ring.
El director de esta producción cuida el ambiente con mucho celo; tanto que el que ve este trabajo vive todo lo que se cuenta porque está llena de plano experimentales y situaciones muy cotidianas que la hace más dura pero a la vez está más cerca de la gente de a pie porque ve unos problemas reales en un mundo totalmente real.
- TERCER PUNTO
¿Por qué esta película es el cambio cinematográfico de las historias contadas en los años 50 a la década de los 60 del siglo XX?
Al principio, sobre el guión, Marcado por el odio, iba a ser una película más de los años 50 (la década cinematográfica que más obras maestras tiene) pero al morir James Dean volvieron a replantearse esta historia haciéndola con actores más desconocidos para aquella época que ya son reconocidos en todo el mundo; es el caso de Paul Newman y Steve McQueen que protagonizarían gran parte del cine en las décadas siguientes: es la razón más poderosa para que esta película sea el punto de inflexión para que las siguientes producciones se hagan con conciencia reivindicativa y social.
Se puede pensar que en 1956 el medio alcanzó su madurez con este filme y nacieron en él otras estrellas que se decidieron más adelante a enseñarnos su voz y su carisma; pero no hay que olvidar que en ese año la industria sufría el final del marcarthismo contra el comunismo y las historias debían de ser más ligeras con poco contenido político.
Mirando Marcado por el odio desde un plano de vista de aquella edad de oro cinematográfica vemos el cambio porque al personaje principal que ha llevado una vida de delincuencia juvenil no le castiga el paso del tiempo sino que le recompensa, el delincuente no muere ni lo ejecutan al final sino conoce todos los lados del alma humana y sabe cómo utilizarlos para salir victorioso de todas sus batallas.
- ÚLTIMO PUNTO
Conclusión del análisis
Y para terminar este análisis hay que reconocer que a día de hoy Marcado por el odio no está suficientemente valorada aún… ¿Por qué? Acaso el contenido se ha quedado pasado de moda o puede que haya películas sobre este deporte mejor filmadas y más modernas. Pero, tampoco hay que obviarla del recuerdo fílmico – histórico porque tiene un lugar sólo para ella en la memoria del celuloide.
Yo he dado unas cuantas razones para disfrutar de este filme, pero seguramente en el universo del cine habrá más opiniones sobre la década de los 50 del siglo XX.
Estupendo artículo, una crónica que permite acercarse a la película sin desvelar las situaciones más importantes. Para los amantes del cine de boxeo es esta una creación llena de aciertos con una novedad psicológica que generalizará tiempo después Elia Kazan en otro tipo de melodramas: la clave de las angustias del protagonista se basa en la difícil relación con su padre. Y no digo más porque conforma secuencias fundamentales. Sin embargo, si bien las escenas de lucha tienen mucho de novedad, hay una película de 1949 muy superior en casi todo, pero especialmente en la apasionante relación de los boxeadores como metáfora social de la lucha por la vida: «Champion», titulada en España «El ídolo de barro», con un extraordinario Kirk Douglas.