Serás FRESCA…
Por JUAN LUIS MARÍN. 48 años. Francesa nacida en Buenos Aires. Abogada. Jurista. Y fresca. Muy fresca.
Miembro, o miembra si lo prefieres, por ser feminista declarada y no querer herir tus sentimientos, del Centro Nacional para la Investigación Científica, el más grande organismo público francés de investigación. Escritora. Pensadora… Y fresca. Más que fresca.
Marcela Iacub. Eres tataranieta de rabino e hija de abogado. Doctora en Ciencia Sociales. Defensora de los derechos de los animales. Por tus fotos, parece que estás buenorra. Pero, joder, qué fresca eres.
El 19 de Mayo de 2011, Dominique Strauss – Kahn, DKS para los amigos, fue acusado de agresión sexual e intento de violación. Como consecuencia, el colega renunció a su cargo como director del Fondo Monetario Internacional. No solo lo defendiste públicamente entonces, sino que entre enero y julio de 2012 mantuviste una relación ¿sentimental? con él, consciente de tales acusaciones… y de que estaba casado. Hasta aquí… pues muy bien. Cada cual es libre de hacer lo que quiera. Pero lo que has hecho después…
Aquí mi prima ha escrito un libro autobiográfico titulado Belle et bèlle (Bella y bestia) que sale a la venta hoy, donde pone a caer de un burro a DKS, quien también fuera, entre 1997 y 1999, Ministro de Economía de Francia. Pero no lo hace desde un punto de vista político, jurídico o filosófico, que es lo que podría esperarse de alguien de su formación, sino desde el morbo, el sensacionalismo y la más absoluta ausencia de dignidad.
«Liarme con él fue una locura que solo se explica porque subconscientemente yo quería escribir este libro», escribe Marcela, «o porque soy una santa y soñaba con redimirle, o bien porque estaba deprimida y tenía tendencias suicidas». O bien porque eres una oportunista sin ápice de talento que solo quiere llamar la atención… y la única forma de hacerlo es a costa de los demás.
«La lista de tus conquistas de un día y tus putas sucesivas y concominantes en las que la prensa no dejaba de horrorizarse y regodearse ofrece un aspecto emotivo de tu vida de cerdo», continúa Marcela,»porque esas mujeres eran feas y vulgares, como si buscar otras más guapas hubiera sido una manera de ser más hombre que cerdo». Y se queda tan ancha. La reina de la elegancia, la autodenominada bella, la celebridad mediática e intelectual confesa… Marcela, ¿por qué te crees mejor que esas mujeres que hicieron lo mismo que tú, liarse con DKS, a las que calificas de «putas sucesivas y concominantes», «conquistas de un día» o «feas y vulgares»? Vives en la ciudad de la luz, pero tienes menos luces que un ladrillo; una feminista que pone a las mujeres a la altura del betún. ¿Acaso no eres tú una de ellas? ¿O es que tienes un badajo escondido entre las piernas y en realidad te llamas Manolo?
«Nunca he dejado de verle como un cerdo, y como es un cerdo me enamoré de él». Conclusión: te gustan los cerdos. Para luego sacrificarlos y beberte su sangre. Joder, qué retorcida…
DKS será muchas cosas. Y si realmente fuera culpable de aquello por lo que fue acusado… ¡al trullo! Pero tú, Marcela… eres boba. A más no poder. Y más bobos serán los que compren tu libro para llenarte los bolsillos. Porque, pase lo que pase, vendas lo que vendas, sea quien sea el siguiente de tu lista, ese a quien llames cerdo o lo que sea… tú, Marcela, seguirás siendo igual de fresca.