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Enérgica poesía oculta en las sombras

 

Enérgica poesía oculta en las sombras

 

La editorial independiente Ya lo dijo Casimiro Parker pone algo de luz sobre cuatro autores malditos de la poesía española contemporánea, cuatro autores en la sombra que, en estos tiempos que corren, todos vosotros tendríais que leer para llenar de brío y energía vuestras vidas, sean del color que sean. Disociados es una “antilogía” poética recién publicada y compilada por los también escritores Gsús Bonilla y José Ángel Barrueco, con el que intercambié una serie de correos electrónicos para dar forma a esta especie de entrevista. 

 

Por Luis Argeo

 

¿Cómo describirías a cada uno de estos cuatro poetas ante alguien que aún no los conociera?

El Ángel habla de los héroes de la calle, de amigos suyos que murieron por sobredosis, de cómo la juventud suele (o solía) estar en el filo de la navaja, del rock y de los marginados… Creo que la suya es la visión menos amable de la movida madrileña, o al menos así lo he entendido yo. Casi nadie lo sabe, pero el célebre verso de Bunbury “Porque todo arde si le aplicas la chispa adecuada” es de su autoría, lo puedes leer en la página 44 de Disociados.

 

ElAngel_Foto de_Alberto Garcia-AlixKarmelo refleja al individuo que camina por la ciudad y observa los pequeños detalles de su entorno, que son al fin y al cabo los que nos hacen la vida tolerable. Sus poemas son muy breves y en ellos se encierran un montón de mensajes sobre la soledad, los días grises, el paso del tiempo, los trenes perdidos… Su mirada no es la de quien se lamenta, sino la del que acepta las derrotas con deportividad y sin ruido.

 

Roger es una especie de Céline o de Bernhard en el buen sentido: sus textos, ya sean poemas, novelas, relatos o diarios, representan la diatriba de un hombre incómodo en el mundo, reacio a cumplir los papeles que trata de adjudicarnos la sociedad, furioso con su entorno, como demuestra el poema “Odio”.

 

DavidGonzalez-Foto_de_Alberto Garcia-AlixDavid habla de un mundo que se descompone, cada vez menos solidario y cada vez más cicatero, y por eso le interesa la clase baja, la cárcel (él estuvo en prisión antes de ser poeta), la gente que debe sobrevivir en entornos hostiles, la tiranía, las guerras… pero también hay lugar para las tragedias cotidianas: el sacrificio diario de una mujer, las relaciones con sus padres, la enfermedad… Él califica sus poemas como de “No Ficción”.

 

¿Y como “antilogía”, qué forman entre los cuatro?

Para mí forman una bomba poética, una bomba de relojería, alejada de los poetas que sólo piensan en premios, mamoneos y textos políticamente correctos. Los cuatro saben muy bien que la vida no es un cuento de hadas, y te lo demuestran en cada poema. Necesitamos autores de este calibre: capaces de mostrarnos nuestras miserias y las de la sociedad. Y ha sido un placer montar la antilogía con otro hombre dotado de esa misma calidad: el poeta Gsús Bonilla.

 

Siendo parte fundamental de la poesía contemporánea española, ¿por qué siguen “olvidados en la oficiosidad”?

Bueno, éste es un juicio muy personal sobre cada uno de los autores. En el caso de El Ángel supongo que obedece a su relación con las drogas y con los lados más turbios de la movida madrileña; pero también es cierto que murió joven y sólo publicó un libro. En el caso de Karmelo, Roger y David probablemente se deba a dos factores: 1) sus poemas no son complacientes, muestran los rincones más ásperos de la sociedad (aunque con diferencias: Karmelo retrata la abulia de los días; Roger escribe unos poemas sobre el individuo atacado por el exterior, harto del mundo; David se centra en una poesía más social, en la que habla de sus problemas pero también los de los desesperados y los que tienen menos) y 2) los tres son bastante rebeldes, no se casan con nadie y no se dejan putear por nadie; prefieren caminar solos que chupar culos, y por esa honestidad los admiramos, lo cual, por otro lado, les granjea un montón de problemas: ninguneos, odios, enemistades…

 

En esta época de twits y frases cortas, los versos de estos poetas son como hostias de karateka…

Así es. Y al final de la obra seleccionada de cada poeta, si te fijas, hemos añadido algunos poemas brevísimos. Creo que a El Ángel le hubiera gustado Twitter para lanzar esos pequeños mensajes sobre el mundo. A David y a Karmelo esta herramienta les vendría como un guante, pero supongo que no les interesa. Roger utiliza Twitter de vez en cuando: abre la cuenta, la cierra… y entre medias nos deja perlas breves. Creo que por eso me gusta la poesía de los cuatro: expresan las cosas a las claras, sin tapujos, son honestos y la honestidad cotiza a la baja porque estamos en una época en la que la gente sólo quiere palmadas en la espalda y “Me gusta’s” en Facebook. Ellos, en cambio, si tienen que disparar con palabras, lo harán, no lo dudes.

 

De alguna forma, todos tienen relación con la música, ¿no es cierto?

Pues sí, es un caso curioso que tú mismo me descubriste charlando antes de la entrevista. El Ángel grabó el disco “Polvo de Ángel” junto a Los Volcánicos. A uno de los poemas de Karmelo, “Los días normales”, le puso música el poeta Vicente Llorente, y luego Jairo Arráez hizo un videoclip sobre el tema. Roger grabó un cd junto a Diego Vasallo, “La máquina del mundo”, en el que ambos oficiaban de cantantes y de poetas; también ha actuado junto al músico y productor Suso Sáiz. Y David ha recitado poemas en discos o en videoclips de Puskas, Doris y Officer Down, y el cantautor Toli Morilla y la banda Ni Voz Ni Botox versionaron poemas suyos en sus discos.

 

¿Conoces a los tres poetas que siguen vivos? ¿A qué habría que invitarlos en el caso de compartir charla con ellos en un bar?  

Sí. Quiero dejar claro que no los leo porque los conozca, sino al revés: quise conocerlos porque admiraba sus obras. Con David González mantengo una amistad que ya dura, no sé, siete u ocho años; coincidimos, antaño, como colaboradores de Literaturas.com y yo le escribí diciéndole que me gustaban sus textos. De Karmelo leí primero casi toda su obra, luego empecé a escribirle correos y por fin nos vimos las caras hace dos o tres años, es la única vez que hemos podido charlar en persona. Con Roger he tenido menos relación: leo su obra desde hace años y, con la excusa de este libro, por fin pude quedar con él para tomarnos un café. A los tres los aprecio y los admiro.

Si te juntas con ellos en un bar… bueno, que yo sepa y viera, Roger y Karmelo ya han dejado el alcohol, así que convendría invitarlos a café o a refrescos. David tampoco es muy bebedor, pero si llegas con él hasta la madrugada… le encanta la absenta.

 

¿Habrá lecturas en público o presentaciones en Madrid, próximamente?

Eso esperamos. Marcus Versus, co-editor de Ya lo dijo Casimiro Parker e ideólogo de este libro, quiere hacer (al menos) una presentación por autor, contando con su presencia. En el caso del fallecido El Ángel, se intentará que asistan quienes fueran dos de sus más grandes amigos: Ana Curra y Alberto García-Alix, que lo retrató en muchas de sus fotografías. Próximamente se harán públicas las fechas y los lugares.

 

 

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