Dentro del rodaje de "La herida"
Alberto Quintanilla
Fotos de Alberto Quintanilla y Nacho López
El pasado 23 de marzo finalizó, tras cinco semanas de rodaje, la película La Herida, opera prima de Fernando Franco como director. Franco ya tiene amplia experiencia como montador en filmes tan memorables como la celebrada Blancanieves (de Pablo Berger), Bon Appètit (de David Pinillos) o No tengas miedo (dirigida por Montxo Armendáriz). La Herida cuenta con un presupuesto de 900.000 euros y el apoyo de Ministerio de Cultura, Media, ETB y el Gobierno Vasco.
Para este proyecto Franco se pone en manos de Marián Álvarez, una actriz que ya brilló con la infravalorada cinta Lo mejor de mí (Roser Aguilar; 2007). Álvarez está ahora presente en cada uno de los planos de La Herida, un ambicioso largometraje que trata sobre una chica con un problema grave. Ha sido rodada en 16 mm. y se ha localizado entre San Sebastián, Zumárraga y Madrid.
Desde CULTURAMAS tuvimos la ocasión de colarnos una jornada en el rodaje del filme, donde charlamos con su director y la actriz protagonista. Se rueda en el interior de un bar de Madrid un complejo plano secuencia donde el personaje de Marián Álvarez se encuentra con su pareja, Álex (Andrés Gertrudix). La propia Álvarez nos habló de su personaje: “Interpreto al personaje de Ana, que tiene un Trastorno Límite de la Personalidad (TLP), también llamado BorderLine. Aunque ella no sabe que lo tiene, este problema le impide hacer una vida normal y relacionarse con el entorno y las personas que le rodean. Sufre un gran dolor interno, es hipersensible… pero al no ser consciente de que tiene esta enfermedad tiene un estado de frustración continua que le lleva a la autolesión”.
El director, Fernando Franco, nos explicaba que la idea del filme comenzó “gracias a un proyecto documental que yo tenía para presentar una exposición en Vitoria. Empecé a trabajar en este documental que trataba sobre el Trastorno Límite de la Personalidad y me di cuenta de que la gente que se involucraba conmigo y padecía el trastorno, de alguna manera lo agudizaba. No me pareció buena idea seguir por ahí y decidí aprovechar todo el proceso de investigación y documentación para trabajar en algo de ficción. De ahí surge la idea de crear el personaje de Ana, que interpreta Marián Álvarez“.
Realmente, Franco siempre pensó en Marián Álvarez para el papel: “No hubo nunca otra opción para mí”, comentaba. “Pensé que era ella perfecta para el papel de Ana porque es una actriz excepcional y además el personaje que interpreta es duro pero ella tiene algo dulce en la mirada que contrasta muy bien con esa dureza que requiere el papel. Hay muchos primeros planos del personaje y encajaban con su rostro. Tiene una mirada que soporta muy bien todo eso y que cuenta mucho. Todo está contado a partir de ella, desde su punto de vista”.
Marián, por su parte, confesaba que “Del proyecto me atrajo todo desde que leí el guion, aunque siento mucha responsabilidad porque todo el peso de la película se apoya en mí”.
Completan el reparto del filme Ramón Barea, Manolo Solo (que sustituye a Vicente Romero, quien no pudo participar en el filme por problemas personales), Rosana Pastor, Andrés Gertrudix y Ramón Agirre.
Precisamente, la relación más importante que tiene Ana es con su madre. Así lo contaba Marián Álvarez: “Es una relación muy complicada porque Ana le culpa de sus males. Su novio, llamado Álex (Andrés Gertrudix), es como su gran obsesión. También interactúa en otro sentido con un chico llamado Jaime, que es su compañero de ambulancia”.
La situación del sector
Tanto Fernando como Marián reconocen que la situación en el cine está ahora mismo díficil. “Está muy complicada por el tema de ayudas y financiación”, decía Fernando. “Esto provoca que el cine español se polarice en grandes producciones y otro tipo de producciones más pequeñas y minoritarias donde también hay muchas cosas interesantes. Hay mucho cine de guerrilla, de pelis pequeñas, pero la película media a la que estábamos acostumbrados hace años está desapareciendo”.
Entre los actores, según Álvarez, tampoco pinta bien la cosa: “Es evidente que hay menos proyectos que antes, lo que pasa que yo siempre he vivido la dificultad de sacar este tipo de proyectos pequeños adelante. Me gusta hacer el cine que me interesa”.
Aun así, Marián se siente optimista: “Mientras haya gente que siga haciendo estas películas maravillosas, yo encantada. Cuando acabe este rodaje voy a descansar y tomarme unas vacaciones. El futuro… ya se verá. No tengo nada ahora mismo en proyecto pero estoy acostumbrada a la incertidumbre”, termina diciendo con una sonrisa. “Las últimas pelis que me han gustado son El muerto y ser feliz, de Javier Rebollo y Mapa, de Siminiani. También me llamó mucha la atención Diamond Flash de Carlos Vermut“. Curiosamente, este filme se distribuyó legalmente por Internet. ¿Cómo ve la actriz el tema de la distribución online? “La verdad es que me gustaría que las distribuidoras apoyaran un poco más este tipo de cine. Internet es una plataforma maravillosa pero habría que compaginar otras cosas. A mí me encanta ir a una sala de cine y ahora estas pelis pequeñas solo se suelen estrenar en Madrid y Barcelona, por ejemplo. Estoy segura de que hay gente en La Coruña o Valencia que también quiere ver este cine”.
Algo de respeto sobre cómo irá el filme reconocía tener el director: “Siempre hay una incertidumbre cuando se hace una película. Nunca se sabe cómo va a funcionar, cuánto tiempo va a aguantar en cartelera… La primera semana de taquilla es decisiva. Como montador soy un técnico más y siempre deseo que las pelis funcionen pero es cierto que ahora tengo más responsabilidad al ser mi debut como director”.
Marián Álvarez y Fernando Franco. Rostro angelical, buena actriz y aún más agradable en persona que en la pantalla la primera. Un director de talento y con muchas ganas el segundo. El resultado de La Herida, si todo va bien, estará listo para poder verse en los próximos Festivales de Otoño.