Flamencas de liguero y varietés
Por Helena Psijalis
Flamenkass nos trae un original espectáculo que se anuncia como un cabaret-flamenco. Esta vez se representa en la sede de la Fundación Conservatorio Flamenco Casa Patas, aunque ya pasó anteriormente por la original sala La Casa de la Portera)
La Fundación Casa Patas es un lugar imprescindible para los amantes de este arte, donde se oyen ecos de taconeos entre las paredes de madera; una casa llena de encanto en la que se puede apreciar un bonito patio al estilo andaluz en la planta baja, una taberna, pinturas y fotografías de antiguas glorias flamencas. Se respira autenticidad.
Flamenkass es una historia de fantasmas, como no, aflamencada; que parte de los espíritus de tres artistas que se escapan de un inmenso cuadro, estampa familiar y restos del esplendor de otro tiempo.
Nos da la bienvenida La Polilla (Ludy Ruiz) con su poderosa voz; ella es la única pariente viva de las fallecidas, dispuesta a subastar ante un atento público la casa con cuadro incluido, y por tanto, con tres las fantasmas revolucionadas y taconeadoras.
Las tres que posan en el impresionante óleo vivo a tamaño natural son La Pimentona (Amalia Hornero, también directora de la obra junto con Arturo Menoyo), brillante comediante llena de vida y de gracia, salerosa como un puñadito de pimentón bien rojo, un color que parece representar por ley; la madrastra Julia Murillo como la Malas Hierbas: talentosa matriarca y mejor cantaora; y la bailaora Pepa Chacón, la tía de la Polilla, que aporta a la par arte y un toque humorístico único. Pablo Rubén Maldonado acompaña al piano con gran talento los devaneos de la surreal familia flamenca. Es el único representante masculino de la obra, antiguamente enredado en amores con La Pimentona.
El vestuario es variado y realmente creativo, con elementos fantasmales como las ingeniosas peinetas-calavera; disfraces de torera y de toro con un interesante punto oscuro, de encaje, autoparódico; lunares y volantes por doquier…
Más que un cabaret en su vertiente más clásica, se trata de un espectáculo plagado de referencias a las varietés, los títeres, al esperpento y al buen teatro, simpatía y muchos guiños y pequeños homenajes a la cultura popular y las fiestas nacionales: impagable la emulación de un paso de Semana Santa o la “sevillana de encima de la tele versión tamaño natural”, además de multitud de alusiones a la situación de la España actual. Realmente, no hace falta ser un gran conocedor del flamenco para poder apreciar Flamenkass, aunque sin duda los ya iniciados le sacarán mucho jugo. Rebosa duende.
Flamenkass