Desperfectos, de Turlitava Teatro

Por Alberto García-Teresa

'Desperfectos', Turlitava Teatro.La compañía Turlitava continúa investigando con el espacio escénico para poder construir nuevas formas de dramatizar, para reformular el pacto de ficción y, sobre todo, para desbordar los marcos convencionales (previsibles, perfectamente delimitados y segregados) del teatro.

Tras su excepcional Los vivos y los m(íos), con dirección y dramaturgia de Álvaro Tejero, que fue elegido por votación «Mejor montaje teatral de 2012» por El País, el grupo vuelve a presentar un montaje estable que desmonta de manera orgánica la separación de escenario y público pero manteniendo el pacto de ficción, aunque tensándolo no por falta de verosimilitud, sino por todo lo contrario; por extremarla. Y es que los actores rodean a los espectadores, atraviesan sus espacios, sus sillas, sus mesas pero sin interactuar con ellos. Lo hacen de una manera no puntual, no en un momento de ruptura en el cual se relaje la tensión dramática, sino que la acción se desarrolla en el espacio del público (redimensionado y resemantizado, entonces) y se utiliza de forma natural. De hecho, el bullicio de las otras salas del edificio, antes que entorpecer el desarrollo de la obra, contribuye a dar verosimilitud a esa inmersión en el drama. Quedan, así, los espectadores inmersos en el drama, pero siempre con la distancia ficcional (que no física) de por medio. Por tanto, no se rompe la cuarta pared; es que el público se halla dentro del escenario.

Desperfectos arranca con una cita concertada a través de una web de contactos entre Claudia (Patricia Domínguez) y Hugo (Paco Puerta). A partir de ahí, se trenza una reflexión sobre la comunicación y la necesidad del encuentro. La obra destaca por la construcción de los personajes, que se hayan enriquecidos con un excelente trabajo de interpretación. Sobresalen también los afilados diálogos y los intensos monólogos. Los cuatro personajes son figuras muy ricas que se van complejizando, aunque siempre giran en torno al miedo y a la inseguridad. Así, bajo diferentes corazas, tratan de esconder una terrible e irreprimible necesidad de afecto.

La obra avanza con buen ritmo y contiene elipsis bien introducidas. Se manifiestan distintos niveles de ficción en ella, a través del ensayo y de la escenificación de una obra, en la que, a su vez, se simula una apelación constante al público. De hecho, el grupo emplea un pequeño escenario para presentar un espacio externo al espacio real (la cafetería de la sala Triángulo), pero, hábilmente, al final queda integrado al interpretarse como tal y como es en realidad. Además, se desarrollan distintos planos de acción en la misma escena, a pesar de lo reducido del espacio y del reparto. A su vez, el montaje engloba diferentes registros, y, de hecho, las transiciones entre unos y otros no resultan del todo fluidas. Sin embargo, se consigue superar el riesgo de que resulte una mera amalgama a través de un cierre brillante, que recupera por completo la naturaleza del personaje principal, de Claudia. A pesar de ello, se resiente la coherencia de algún personaje en esa evolución, como es el caso de Hugo.

'Desperfectos', Turlitava Teatro.

La comicidad, la ironía y el humor absurdo dinamizan la historia y generan varios momentos memorables. De manera secundaria, Desperfectos expone también una sátira de las relaciones laborales actuales, sobre la sociedad de consumo y el papel de la publicidad. Todo remite siempre, en cualquier caso, a una dura realidad de soledad, de insatisfacción, de frustración.

Por otra parte, de manera sobria se emplea la iluminación, que se integra con el tono y la naturalidad del entorno, y que sirve para remarcar las diferentes ubicaciones del drama en la sala. Ese conjunto potencia la atención en los personajes, que constituyen una sorprendente excepcionalidad en el espacio cotidiano que ha sido, hasta esta función (y quizá sólo durante su transcurso), propiedad del público.

En definitiva, Turlitava subvierte por completo la separación del espacio escénico y reconfigura el pacto de ficción, que debe fraguarse con nuevas normas tácitas y automáticas en la cabeza de los espectadores, en esta interesante obra que, sin ser redonda, pone de manifiesto unas líneas de trabajo muy potentes, y que, seguramente, darán, de nuevo, excelentes frutos.

 

'Desperfectos', Turlitava Teatro.Desperfectos

Compañía: Turlitava

Textos: Álvaro Tejero, José Cruz, José Espigares

Dramaturgia y dirección: Victoria Peinado Vergara

Intérpretes: Alberto Basas, Patricia Domínguez, Nora Gehrig, Paco Puerta

Producción: Jana Álvarez Pacheco y Luna Paredes

Gestión y distribución: Luis Illán y Alberto Basas

Música: Sogorda y Surfea, Innermove

Imagen: Pablo Bonal, Nora Gehrig, Victoria Peinado

Diseño: Patricia Domínguez

Lugar:  Sala Triángulo

Fechas: Febrero-marzo de 2013

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *