Me desperté temprano y saqué al perro
Kate Atkinson se inspiró en un poema de Emily Dickinson para dar nombre a otro de sus casos de investigación criminal, en esta ocasión el cuarto de un ya experimentado y gran investigador como es Jackson Brodie.
Actualidad editorial: Kate Atkinson recupera a su mejor detective, Jackson Brodie, para sorprender al lector con un nuevo caso, Me desperté temprano y saqué al perro (Editorial Lumen, 2013). Un libro que evidencia el ingenio de una escritora que sabe adentrarse en los personajes y hurgar en sus cuestiones morales. Cuando Atkinson se esconde tras Brodie, suele hacer novela negra de altura, peculiar, con historias que destacan por los giros inesperados de la trama, y los conflictos humanos que reflejan.
Hay días en que ciertas decisiones se imponen sin pedir permiso: Tracy Waterhouse, una mujer de mediana edad, entrada en carnes y más bien desilusionada, pasea por un centro comercial de Leeds intentando decidir qué galletas comprar. Inesperadamente se encuentra con una conocida prostituta del barrio que arrastra de la mano a una niña pequeña. Y de repente, un fogonazo pasa por su cabeza… Finalmente Tracy, aparte de galletas, compra literalmente a aquella mujer la custodia de su hija. Sin embargo, el asesinato de la madre antes de que se lleve a cabo el intercambio, pone de manifiesto una serie de relaciones tejidas alrededor del antiguo caso Braithwate (una horripilante masacre de prostitutas), cerrado tres décadas antes.
Tracy confiaba en que nadie sería testigo de ese extraño negocio, pero Jackson Brodie, recién llegado a Inglaterra para resolver un caso de falsa identidad, entra en escena: sus dotes de sagaz detective y de hombre deliciosamente imperfecto van a dar un giro a la investigación policial. Brodie se verá obligado a sumergirse en una trama de extorsión y chantaje dictada por los intereses más turbios.
Los asesinatos reales eran repugnantes. Y apestosos y sucios y casi siempre desgarradores; nunca tenían sentido y en ocasiones resultaban aburridos, pero no tenían nada que ver con aquellos relatos pulcros y asépticos. Y las víctimas eran con frecuencia prostitutas, de usa y tirar como pañuelos de papel, tanto en la realidad como en la ficción.
«Con esta nueva entrega que tiene como protagonista al detective Jackson Brodie, Kate Atkinson se revela una vez más como la espléndida heredera de una tradición que tiene en sus filas a mujeres de la talla de Patricia Highsmith o P.D. James.» En definitiva, una gran escritora.
Kate Atkinson nació en York en 1951 y estudió literatura inglesa en la Universidad de Dundee, aunque actualmente vive en Edimburgo. Recibió el Whitbread Book Prize por su primera novela, Entre bastidores que ya le valió gran reconocimiento por parte de los lectores. En 2004 se publicó Expedientes (Premio Saltire del Año y el Premio Wetsminster), la primera narración protagonizada por el ex policía e investigador Jackson Brodie. Unos años más tarde apareció Incidentes, donde el gran Brodie volvía a triunfar. Esperando noticias fue la tercera entrega que tiene como protagonista el mismo detective, un personaje que ya ha cautivado a miles de lectores en todo el mundo. La BBC ha estrenado una serie para Televisión llamada Case histories, basada en los casos de investigación de Jackson Brodie.
Me desperté temprano y saqué al perro. Kate Atkinson.
Traducción de Patricia Antón.
Editorial Lumen, 2013. 504 páginas.
En esta ficha del libro reseñado falta el dato que se señala:
Me desperté temprano y saqué al perro. Kate Atkinson. Traducción de: ????????? Editorial Lumen, 2013. 504 páginas.
¿Lo podrían indicar, por favor? Gracias. Sonia
¿Tanto cuesta poner el nombre del traductor o de la traductora?
Me pregunto por qué es tan frecuente que en las críticas y reseñas de libros que se publican en la prensa falte el nombre del traductor. ¿Acaso no lo consideran importante? Si no tradujera alguien los libros escritos en otras lenguas, la mayoría de la gente no podría leerlos. Y lo que estamos leyendo en un libro traducido es tanto la obra del escritor como del traductor.
¿Podrían indicar el nombre del traductor? Sin éste la reseña queda incompleta.
Por favor, indicad el nombre del traductor. Es un dato que no debe faltar en la ficha técnica de un libro.
A quienes los lectores leen realmente no es a Kate Atkinson (a menos que sepan inglés y lo hagan directamente del original) sino a su traductor/a, que tiene la condición de autor según la ley de Propiedad Intelectual, y por tanto le corresponde, entre otros, el derecho moral irrenunciable e inalienable de “exigir el reconocimiento de su condición de autor de la obra” (art. 14.3 en relación con el art. 11 de la LPI). Citarlo es, por tanto, una obligación legal.
¿Qué pasa con el traductor? Sin él, no habría podido publicarse este libro en español.