Historias con candela: espectáculo (para bebés) para todos los sentidos
Por Eva Llergo
Nos tocan la baba del caracol que avanza lento aunque firme en su rumbo y la araña intrépida que nos trepa por la cara. Nos deslumbra el sol que pone nombre a Candela, la niña protagonista de esta historia. Nos deleita el oído la nana que baja junto a la luna a decirnos adiós. Nos huele la caca, sí, la caca de Juan, el culete inquieto que no se sienta a escuchar las historias de Eugenia.Y sobre todo, nos pica en la lengua el sabor de los cuentos que, tras escucharlos, quieren también estallar en nuestra boca.
Historias con candela pone a prueba nuestros cinco sentidos. Porque todo es deliciosamente tierno, hilarantemente poético en este espectáculo y obliga a la mitad de los espectadores (los adultos) a desoxidar nuestra imaginación para poder seguir su ritmo. Los niños ya están a la altura. Eso lo sabe muy bien Eugenia Manzanera, que les sirve en su código y en su lenguaje las historias de Candela: una niña enviada al mundo para tejer su propia historia escuchando todas las que el mundo tiene que contarle. Y estos cuentos se narran a través de la voz de la cuentista, de su canto, de sus gestos, de su sonrisa.
Pero este espectáculo está a años luz de ser un mero cuentacuentos, con todos nuestros respetos, donde el protagonismo lo lleva el arte narrativo del comediante en cuestión. A Eugenia Manzanera le sobra talento en esas lides. Pero es que ella no se conforma con poco. Se pone el listón bien alto y se intuye durante el visionado el complicado ejercicio de construcción (además de un par de saltos mortales) que ha debido ejecutar para gestar el espectáculo. Luego… luego la ves sobre el escenario y parece que todo le sale rodado, con la naturalidad que solo daría la improvisación.
El suyo, como decimos, no es un espectáculo donde los cuentos se narran uno tras otro; es un espectáculo integral donde los cuentos van hilados, y cada canción, historia o retahíla es consecuencia lógica de lo anterior. Es un espectáculo donde las historias se palpan, se huelen, se saborean, se escuchan. En resumen: uno sale deslumbrado por tanta sensibilidad.
Y desde luego que todo parte de la palabra, pero ésta se subraya y se crece con la música en directo de Iovis (el hombre orquesta con su flauta travesera, guitarra, sansula africana, melódica…) que pone sonido a los movimientos; y también con unos guantes que se convierten en animales, con los dedos de la cuentista que se transmutan en objetos y animales, con un folio de papel transformista que es viento, catalejo, cucurucho de palomitas, sombrero y barquito de papel, con sombrillas que nos traen el día y la noche, y con los propios libros de cuentos que aparecen y desaparecen ante nuestros ojos como los objetos mágicos que son (aunque a veces los adultos no sepamos verlo).
Eugenia Manzanera ha conseguido conservar intacta esa visión fantástica de la realidad que tienen los niños. Ojalá pasen muchos adultos por aquí y se contagien.
Historias con candela (Cuentos para bebés de 0 a 5 años)
Creación e interpretación: Eugenia Manzanera
Música en directo: Iovis
Fecha: domingos de febrero y marzo a las 12.00h
Lugar: Teatro Triángulo
Precio: 8 euros
Duración: 35 minutos
Pingback: Retahilando de Eugenia Manzanera – El pequeño espectador