Carlos Quílez: «Cuanta más cercanía al poder, más corrupción»

 

Por Benito Garrido.

 

Carlos Quílez (Barcelona 1966) es un gran conocedor de ese submundo en el que delincuencia y corrupción van de la mano; prueba de ello es su última novela, Cerdos y gallinas (Editorial Alrevés, 2012). Licenciado en Periodismo y máster en Periodismo Judicial, Quílez es director de Análisis de la oficina Antifraude y Contra la Corrupción de Cataluña. También es profesor de periodismo de investigación en la Universidad Pompeu Fabra. Gran comunicador, trabajó durante muchos años en los servicios informativos de la Cadena Ser donde dirigió las áreas de Policía y Tribunales. Es autor de las siguientes novelas y relatos de no ficción: Atracadores, Asalto a la Virreina (junto a Andreu Martín), Psicópata, Piel de policía (también junto a Andreu Martín), Mala vida (ganador del premio Rodolfo Walsh de la Semana Negra de Gijón, 2009), y La soledad de Patricia (premio Crims de Tinta, 2009).

 

Cerdos y gallinas.
Cerdos y gallinas.

Cerdos y gallinas.  Carlos Quílez.  Editorial Alrevés, 2012.  288 páginas.  18,00 €

 

Escrita a borbotones, con la pasión de quien no entiende la vida de otra forma, el autor se encarna en la detective Patricia Bucana para adentrarse en las cloacas de la sociedad y descubrir la corrupción entre periodistas, policías, políticos, empresarios y jueces, y su relación con la delincuencia organizada, tanto la de pistola en ristre como la de cuello blanco. Una apasionante misión para desentrañar la verdad en un mundo gris de traiciones y mentiras, un ambiente marrullero, confuso y podrido en el que nada es lo que parece ni nada es lo que debería ser.

 

Los periodistas debemos ser responsables del cuestionamiento sistemático de la información que manejamos, aunque ésta proceda de organismos oficiales. Así se evitaría, en buena medida, la utilización tendenciosa de estos datos para fines miserables. Los periodistas hemos de informar y, en cierta medida, hemos de equilibrar las injusticias que conocemos por nuestra condición profesional.

 

Entrevista:

 

P.- “A pesar de las coincidencias con la realidad, esta novela es una obra de ficción”, así reza su libro en una de las primeras páginas. Tal y como está el panorama actual, ¿está seguro de que la realidad no podría llegar a superar a la ficción?

Cerdos y Gallinas es novela, por lo tanto, es ficción, pero sus paredes están construidas con los ladrillos de la realidad y a veces la realidad es tan vergonzosa o increíble que resulta inverosímil.

 

Carlos Quílez.
Carlos Quílez.

P.- Novela negra desgarrada como profunda crítica social. ¿Es quizás el género más potente y renovado para denunciar los problemas que esconde la sociedad actual?

Sin duda alguna, la novela negra es una magnífica foto de la realidad de la sociedad, efectivamente sirve para denunciar los problemas que esconde la sociedad, para explicar las injusticias y para subir los colores a la cara a los poderosos.

 

P.- Corrupción policial, política, empresarial, judicial, periodística… ¿existe algún sector social hoy en día que no esté salpicado por esa sucia contaminación? ¿Cuál es el peor?

La corrupción  afecta a todos los ámbitos del sector público y del sector privado. Cuanto más cercanía al poder, más corrupción. Algunos sectores públicos como el judicial han de implantar renovados mecanismos de control interno. En general la falta de control interno es el verdadero problema para atajar la corrupción en el sector público.

 

P.- De las primeras corrupciones ya tenemos información a diario en los medios, pero ¿cómo es la corrupción periodística? ¿a qué niveles llega?

Históricamente el poder político y financiero se ha visto tentado y seducido por el control de los medios de comunicación tanto públicos como privados, lo que sucede es que hoy en día la desvergüenza con la que se actúa es total. El medio de comunicación no es el notario de la actualidad, sino un actor político más que toma partido por unos u otros, con independencia del lugar que ocupe la verdad. En este clima pervertidor hoy proliferan los periodistas que yo denomino obedientes, que son aquellos que no precisan indicaciones para saber qué pueden y qué no pueden publicar.

 

P.- ¿Cree que la condición humana es corrupta por naturaleza? ¿Existe la integridad moral o es solo una invención lingüística?

Yo creo que cuando hablamos de corrupción, como de cualquier otro ámbito de la criminalidad, es fundamentalmente el contacto del hombre, del individuo con la sociedad, lo que le corrompe. Prevención, formación y cultura son la mejor medicina.

 

P.- ¿Cómo cree que afecta la corrupción a los pilares de la sociedad? ¿Debemos seguir creyendo en el sistema tal y como está montado actualmente?

La corrupción daña a los pilares de la sociedad. Sin duda. Desilusiona, fomenta y azuza nuevas conductas corruptas. Hemos de instalar la tolerancia cero por el bien y por el futuro del sistema. Aun y con todo, la moral de hierro.

 

Cerdos y gallinas. Detalle de portada.
Cerdos y gallinas. Detalle de portada.

P.- Guardia Civil, Policía Nacional, Mossos d’Escuadra… ¿realmente están tan enfrentados como parece? ¿es que no existe buena coordinación entre los cuerpos de seguridad?

Los cuerpos policiales no están enfrentados, pero sí descoordinados, y es el delincuente el que se beneficia de esta situación.

 

P.- La protagonista es ejemplo del periodismo serio y capacitado. ¿En que se parecen Patricia Bucana y Carlos Quilez? ¿Y en qué se diferencian?

Se parecen en que ambos son valientes, ingenuos y razonablemente impertinentes con el poder, además, Patricia y Carlos se cuestionan constantemente su trabajo. Se diferencian en muy poco.

 

P.- Para el periódico Informaciones que aparece en tu novela, ¿se inspiró en alguno real?

En todos, y en ninguno en concreto. Para diseñar el personaje de Santiago Iglesias me basé en el periodista de la Vanguardia Santiago Tarín, al que considero un verdadero referente profesional y ético.

 

P.- De los cerdos se aprovecha todo, hasta los huesos, pero de las gallinas…

Las gallinas son cobardes y traicioneras. No te puedes fiar de ellas. En nuestra sociedad proliferan las gallinas.

 

P.- ¿Nuevos proyectos literarios? ¿Volverá a trabajar mano a mano con Andreu Martín?

Estoy trabajando en un libro de relatos verídicos sobre policías, abogados, fiscales y jueces a los que identifico con nombre y apellidos y que, en algunos casos, son ejemplos de heroicidad, y en otros son ejemplo de la putrefacción del sistema.

Con Andreu Martín nunca he dejado de trabajar. Es y será mi maestro.

 

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